Gabriel e a montanha (2017)

Con el objetivo de reconstruir los últimos 70 días de la vida de Gabriel Buchman, joven ciudadano brasileño en año sabático recorriendo el mundo. Barbosa que conoció y compartió pupitre con el excursionista se traslada a Kenia, Tanzania, Malawi... y sigue las rutas que transitó el estudiantes de ciencias económicas, en compañía de los nativos, las más alternativas y junto a su novia las que publicitan las agencias de viaje.

El film que, como la novela de García Márquez, es la crónica de una imprudente y anunciada muerte, no está empapada en dramatismo y, en su mayor parte, refleja una experiencia positiva de convivencia y conocimiento. La luz y el colorido africanos ayudan en el disfrute de paisajes, pueblos y ciudades. El debate que la pareja sostiene sobre economía social o liberal, y los distintos puntos de vista sobre cual de ellas sería la más efectiva para sacar de la pobreza a la región, da pistas sobre el origen familiar de ambos, muy acomodado en el caso del viajante desaparecido.

El propósito del realizador de incorporar la muerte como un elemento más del viaje y la aventura, como tributo que en ocasiones hay que pagar por la libertad, queda algo desdibujado por el histrionismo cuasi cómico del personaje que interpreta João Pedro Zappa.

Barbosa lleva a la ficción los últimos días del viaje de un amigo, Gabriel Buchmann, que murió tragicamente. Filmado en los escenarios naturales donde sucedió todo.
Rodado con tintes de documental, que no consigue que te emocione este turista con temeridad infantil y sólo te recreas en la fotografía de los paisajes africanos. Le sobra metraje.
Perfectamente sería para ver en sesión de tarde de la tele.