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Más negro que la noche (2014)

Más negro que la noche
110 min.
3,4
132
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Trailer
Sinopsis
Después de la muerte de su tía, su sobrina se convierte en heredera de la vieja casa con la condición de cuidar a la mascota de la tía, Becker un gato negro; ella se muda a la casa junto a sus 3 amigas. Días después el gato aparece misteriosamente muerto en el sótano y cosas extrañas comienzan a suceder en la casa. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Remake 3-D Sobrenatural Fantasmas Animales Gatos
Dirección
Reparto
Año / País:
/ México México
Título original:
Más negro que la noche
Duración
110 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción México-España;
Premios
2014: Premios Ariel: Nominada a Mejores efectos especiales
4
Gato encerrado.
Se sigue con la (mala) moda de actualizar los clásicos del terror mexicano realizados por Carlos Enrique Taboada, ahora le toca el turno a Más negro que la noche, solo que mas que remake, termina siendo una superficial parodia.

La premisa es más o menos la misma; una chica (Zuria Vega) hereda de su tía solterona una importante cantidad de dinero y una vieja mansión, donde vive Evangelina (Margarita Sanz), una vieja ama de llaves y el gato Bécquer, a quien debe cuidar como única condición para hacerse de la herencia. La chica se muda junto a tres amigas para vivir en la casa. Un incidente con el gato las complicará y desatará la furia del fantasma de la abuela.

Dejando cualquier sutileza de lado, el guión, que ha sido adaptado por el mismo director, se encarga de sobre explicar cada situación de la manera más torpe, además inventa una tragedia en el pasado de la abuela muerta para justificar los hechos que sucederán a continuación y “actualiza” a los personajes femeninos para hacerlos parecer modernos (para algunos directores de hoy en día, modernizar un tema es agregarle tópicos referentes a drogas y homosexualidad).

Bedwell nunca consigue generar atmósfera alguna y la tensión necesaria en una película del género está ausente en todo momento, por lo que tiene que recurrir al abuso de golpes de efecto para provocar algún susto. Todos los personajes que llegan a la casa tienen miedo porque sí, siempre están alertas a algo que sucederá sin justificación alguna y les encanta hacerse aparecer de la nada, provocando así el sobresalto de algún otro personaje.

En cuanto al casting, Zuria Vega, Adriana Louvier y Ona Casamiquela (española para justificar la coproducción) nunca consiguen el tono adecuado de sus personajes, ni transmitir el miedo que se supone están viviendo, ni sensualidad, ni nada. Sólo Eréndira Ibarra saca a flote su personaje a pesar del incómodo look que le asignaron y que cada tanto debe cumplir con las arbitrariedades que le marca el guión. Están a años luz de lo conseguido por Claudia Islas, Susana Dosamantes, Helena Rojo y Lucía Méndez, que tampoco eran unas virtuosas pero tenían claro que hacer frente a la cámara. Margarita Sanz cumple con creces y es la única que colabora con el tono adecuado del filme como el ama de llaves de la casa.

Con el mérito de ser la primera película mexicana de acción real filmada en 3D, que sirve más como accesorio y sin función dramática alguna, esta nueva versión termina siendo un mero entretenimiento que entretiene poco y una película de terror que no asusta nunca y que encuentra su momento más valioso cuando las chicas miran por TV la versión original filmada por Taboada.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Innecesario remake
Ser el primer filme mexicano en live action realizado desde su concepción en 3D es la carta de presentación con la que llega Más negro que la noche, remake de la película del mismo nombre hecha por Carlos Enrique Taboada en los 70s, la cual es considerada por muchos expertos como una de las mejores películas de terror de nuestro país.

Tras la muerte de su tía, Greta hereda su mansión a la cual decide mudarse con tres amigas, la única condición para poder habitar la casa es cuidar de Becker, un gato negro que solía ser la mascota de su tía. Sin embargo a su llegada a la imponente mansión, sucesos espeluznantes comienzan a ocurrir a las cuatro mujeres. Esta es la premisa con la que inicia Más negro que la noche, que si bien se trata de un remake, no es una copia como tal del filme original, ya que el director y guionista Henry Bedwell decide darle un giro a la historia a partir de la mitad de metraje.

Bedwell promete terror y sustos, y al menos eso intenta desde el inicio hasta el último segundo del metraje, buscando crear una atmósfera macabra donde en cualquier momento el espanto puede hacerse presente, con una fotografía llena de oscuridad y sombras. Sin embargo de aquí emana el primer error del filme, en su provocación total por asustar al público se pierde cierta naturalidad en los sustos, todo es demasiado artificial tanto en la realización como en la narración de la historia.

El segundo error viene en el mismo que cae el 99% de las películas de terror que se hacen hoy en dia, creyendo que la mejor fórmula para conseguir un susto es elevando el sonido inesperadamente con un movimiento de cámara rápido para dar paso a una imagen que haga pegar el grito; y si, puede funcionar en el momento, el problema es que pasando la sorpresa el terror se evapora por completo. No hay terror psicológico, no hay un golpe de horror a la mente del público cuando los créditos finales aparecen en pantalla, no habrá pesadillas en los sueños del espectador pues el terror es momentáneo, no se queda grabado.

A nivel narrativo la primera parte del film cumple acertadamente, con la presentación de los personajes, el desenvolvimiento de la historia para finalmente dar paso a las bombas, sin embargo con la llegada del climax todo se escapa por completo de las manos del director, comienzan una serie de sustos cada cinco segundos para intentar no dar respiro, pero lo único que hacen es sofocar a un espectador que ya ve todo muy rutinario y cansino, ni siquiera las escenas fuertes visualmente (muy bien hechas eso sí) consiguen el impacto que deberían.

Interpretativamente las cuatro actrices principales no poseen la fuerza que se necesita en un filme de este tipo, siendo opacas en cada secuencia por la roba escenas Margarita Sanz que encarna a Evangelina, la extraña sirvienta de la mansión.

En lo que respecta al 3D está bien hecho en muchas escenas aunque tampoco es necesario verla en este formato, aunque hay una secuencia en específico que con la ayuda de efectos visuales es muy agradable para la pupila, pero no es suficiente para justificar esta técnica.

Más negro que la noche termina por ser entretenida pero es fallida tanto en su intento por hacer asustar como en la conquista con su trama, tampoco logra rendirle homenaje al filme original, que pese a no ser perfecto era bastante interesante en su concepción de horror. Todo termina siendo muy oscuro para esta película, demasiado negro, con muy pocos rayos de luz.

http://alegatorevista.wordpress.com/2014/08/05/resena-de-mas-negro-que-la-noche-de-henry-bedwell/
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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