Tráiler HD (ALEMÁN con subtítulos en INGLÉS)
Ver 3 más- Sinopsis
- El día de su tercer cumpleaños es una fecha determinante en la vida de Oskar. No sólo es el día en que toma la decisión de dejar de crecer, sino que recibe su primer tambor de hojalata, objeto que le acompañará el resto de su vida. Basada en la famosa novela homónima del escritor y premio Nobel de literatura Günter Grass. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama II Guerra Mundial Nazismo Película de culto
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1979 / Alemania del Oeste (RFA)
- Título original:
- Die Blechtrommel
- Duración
- 142 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Coproducción Alemania del Oeste (RFA)-Alemania-Francia;
- Grupos
- Adaptaciones de Günter Grass
- Links
Premios
El discreto encanto del nacionalsocialismo
21 de agosto de 2006
El pequeño Oskar Matzerath es la caricatura del outsider vocacional: se cree muy especial, se cree poderoso, se enorgullece de no pasar por el tubo... pero su máxima gesta consiste todo lo posible para tener una apariencia física que lo distinga del resto de la Humanidad.
Y si, tras las travesuras de rigor, lo que toca es servir al poder y hacer de mono de feria del ejército nazi, pues venga, así es la vida.
Y mira qué puñetero Günter Grass, que ahora, dentro de los actos de promoción de su último libro, va y reconoce públicamente que en sus años mozos no es que hiciera de mono de feria como Oskar sino que incluso formó parte del brazo de combate de las Schutzstaffel, la temible unidad paramilitar a las órdenes de Himmler.
Y dice que es que era jóven y crédulo... y la cosa funciona y las ventas de su autobiografía se disparan como la factura del gas de Birkenau a partir de 1940.
Pero no seré yo quién tenga los cojones de juzgar al bueno de Günter.
Por muy ex-SS que sea, también es uno de los escritores más cracks de todos los que corretean por el mundo. Vale la pena leerlo, empezando por El tambor de hojalata y terminando quizá por esta autobiografía que promociona de forma tan rastrera.
Y la peli, bueno, ya se sabe, resume un poco el asunto y da una visión más superficial de la historia del Peter Pan tamborilero, pero tiene escenas inolvidables y no deja de ser una maravilla.
Hay quién la califica de realismo mágico, pero también podríamos decir que resucita el expresionismo alemán y quedarnos tan anchos.
Nota: excelente.
Y si, tras las travesuras de rigor, lo que toca es servir al poder y hacer de mono de feria del ejército nazi, pues venga, así es la vida.
Y mira qué puñetero Günter Grass, que ahora, dentro de los actos de promoción de su último libro, va y reconoce públicamente que en sus años mozos no es que hiciera de mono de feria como Oskar sino que incluso formó parte del brazo de combate de las Schutzstaffel, la temible unidad paramilitar a las órdenes de Himmler.
Y dice que es que era jóven y crédulo... y la cosa funciona y las ventas de su autobiografía se disparan como la factura del gas de Birkenau a partir de 1940.
Pero no seré yo quién tenga los cojones de juzgar al bueno de Günter.
Por muy ex-SS que sea, también es uno de los escritores más cracks de todos los que corretean por el mundo. Vale la pena leerlo, empezando por El tambor de hojalata y terminando quizá por esta autobiografía que promociona de forma tan rastrera.
Y la peli, bueno, ya se sabe, resume un poco el asunto y da una visión más superficial de la historia del Peter Pan tamborilero, pero tiene escenas inolvidables y no deja de ser una maravilla.
Hay quién la califica de realismo mágico, pero también podríamos decir que resucita el expresionismo alemán y quedarnos tan anchos.
Nota: excelente.
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57 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oskarcito no me jodas...
22 de enero de 2009
Ni he leído el libro ni tengo intención de hacerlo. Siendo como soy un lector en pañales me imagino que no me pierdo nada si paso un huevo del tamborilero de Grass y dedico el resto de mi insignificante vida literaria a leer otras cosas ¿no?. Existen cientos, qué digo cientos, MILES de obras de otros autores que fueron algo más consecuentes consigo mismos y no se presentaron como adalides intelectuales de los derechos humanos después de haber pertenecido a una cofradía tan filantrópica y caritativa como la Schutzstaffel. O sea que dejemos a Grass pelando cebollas y centrémonos en ese tal Schlöndorff y su adaptación cinematográfica.
La peli arranca bien. De hecho, por momentos, tuve la quimérica sensación de volver a experimentar ese estado de shock metafísico y sensorial que me dispensó “Léolo”. Pero no. A medida que va avanzando el metraje la peli se va tornando cada vez más y más aburrida y, pese a que en todo momento exhibe buenas hechuras, no hay manera de dejarse subyugar por su contenido dramático ni de empatizar con Oskarcito. Un mequetrefe que no deja de dar la lata... con su tambor de hojalata. Al final todo queda reducido a una fábula bastante desangelada, con tintes fellinianos, que adolece de lo que a “Léolo” le sobra: fascinación a borbotones.
Respecto a la palma de oro de Cannes tan sólo diré que otorgársela ex-aequo con “Apocalypse now” me parece tan esperpéntico como pedir ostras de primero y mollejas de segundo.
La peli arranca bien. De hecho, por momentos, tuve la quimérica sensación de volver a experimentar ese estado de shock metafísico y sensorial que me dispensó “Léolo”. Pero no. A medida que va avanzando el metraje la peli se va tornando cada vez más y más aburrida y, pese a que en todo momento exhibe buenas hechuras, no hay manera de dejarse subyugar por su contenido dramático ni de empatizar con Oskarcito. Un mequetrefe que no deja de dar la lata... con su tambor de hojalata. Al final todo queda reducido a una fábula bastante desangelada, con tintes fellinianos, que adolece de lo que a “Léolo” le sobra: fascinación a borbotones.
Respecto a la palma de oro de Cannes tan sólo diré que otorgársela ex-aequo con “Apocalypse now” me parece tan esperpéntico como pedir ostras de primero y mollejas de segundo.
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