Cazador de recompensas (1966)

- No voy donde pueda mandar una bala.
- El dinero nunca sobra, nunca sobra, nunca...
- Desde que llegó usted a la ciudad, hay diez personas menos, ha descendido el promedio de vida tres años.
Terence Hill, Charles Dance y Machete por aquí aparecen.
Muy Sergio Leone, con un viejo sacado de... ¿La muerte tenía un precio? y un protagonista totalmente anti héroe la moral de una sierpe, nada le importa la vida humana ni el bien en la tierra, solo el dinero, su única ética es su propio beneficio solipsismo autismo individualismo.
Sancho (Gracia) teñido haciendo el indio el ridículo amore mío, (Fernando) Sancho siempre malvado villano perruno asolando.
Es mucho mejor de lo esperado, prácticamente buena, seca, con cierta gracia y coherencia, sin concesiones ni mierdas miserias tibiezas, la protagoniza Eastwood y la rivaliza Van Cleef e inmediata obra maestra.
Tretas, picarescas, matufias, encerronas, triquiñuelas, embrollos, meollos, retruécanos, reticencias, diligencias, caballería, emboscadas, barrabasadas, traiciones, planes ferpectos, amores a tumba abierta (él no, faltaría menos, es una máquina soltera, jinete pálido de profundas solitarias raíces), cajas fuertes, me enveneno de azules, niños en peligro, tortazos, hostias, pistolas, escopetas...

Correcto y discreto Spaghetti Western dirigido por Tonino Valerii, en un relato típico de venganza, protagonizado por un cazador de recompensas que busca algo más que llenar sus bolsillos.

La película tiene un esquema argumental que peca de sencillo y que no deja espacio para grandes novedades. Cuenta con el héroe habitual de la función, cuyos movimientos y estrategias rozan la perfección, restando interés al desarrollo de la trama.

Cuenta con una banda sonora acertada para este tipo de producto italiano, pero que no llega a ser memorable. Algo que también ocurre con las interpretaciones y enfrentamientos a mano armada de la película. Hay armas, disparos, polvo, arena, pero todo demasiado embarullado.

Cazador de recompensas se convierte en un pequeño ejemplo Spaghetti Western prescindible, como muchos de los que salieron en pleno auge del género. Dejará satisfechos a todos los que tengan ganas de ver un producto sencillo y pasajero, donde las balas vuelen de un lado a otro.