Ana dice sí (1958)

Un discreto guión es la base para una de las aceptables comedias de Fernando Fernán-Gómez con Analía Gadé. Ninguno de los dos pueden lucirse demasiado en esta ocasión por variados factores pero las virtudes elementales de ambos resultan en algunos momentos evidentes. Este guión es curioso que pertenezca parcialmente al gran José Luis Dibildos porque en otras ocasiones demostró talento en esta faceta. La pequeña trama que nos cuenta llega a cansar a veces dada su monotonía pero al compararse con las comedias del cine español actual ganaría bastante. El film ofrece poco más que el decoro visual que le otorga la fotografía de Manuel Merino y algunos fondos musicales agradables pero como el género de comedia se ha degradado tanto en los últimos años del cine español en la comparación entre las comedias de esta época y las actuales la balanza se inclina a favor de comedias como "Ana dice si". Elisa Montés está bastante desaprovechada en este papel pero despliega también cierta simpatía de todas formas. La elegancia era una norma en las producciones de Agata Films y esta elegancia solo la perdió con la muy posterior "Vota a Gundisalvo". Una película a la que no se le puede exigir demasiado pero con el buen gusto que perdió la comedia nacional. A pesar de sus defectos se tolera bien por su sentido del decoro.

No es de las mejores de Pedro Lazaga, está a años luz de "Los Tramposos", por poner un ejemplo, pero se deja ver. No entusiasma, pero no aburre.

Típica comedia de enredos propia de aquella época, con una sustanciosa herencia por medio. El guión no es malo, pero se le podía haber sacado mas juego. Enredos a tutiplén, algunos gags divertidos, romances y el inevitable final feliz con moralina, bodas incluidas, faltaría más ...

La película la salvan, como tantas otras veces, las interpretaciones: Muy bien Fernando Fernán Gómez como vividor dispuesto a lo que sea por conseguir la herencia, cumplidores la guapísima Analía Gadé, en un personaje bastante soso y bobalicón, así como Antonio Ozores haciendo su típico papel de siempre. De los secundarios destacar a Elisá Montés y Laura Valenzuela, que no desentonan.

En resumen, merece la pena verla una vez, aunque quizá no más de una vez.