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A la sombra de Kennedy (2016)

A la sombra de Kennedy
98 min.
5,9
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Tráiler HD (ESPAÑOL)
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Sinopsis
Drama político sobre Lyndon Baines Johnson, el 36º presidente de los Estados Unidos, que asumió su cargo desde 1963 a 1969. El biopic narra su vida desde su juventud en Texas hasta su llegada y paso por la Casa Blanca. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Biográfico Política Años 60
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
LBJ (Lyndon B. Johnson)
Duración
98 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Grupos
Presidentes EEUU (Biopics)
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6
El trigésimo sexto presidente de los Estados Unidos de América
El veterano Rob Reiner, el responsable de unas notables películas como "Misery ( 1990 )", "Cuenta conmigo ( 1986 )" o "Cuando Harry encontró a Sally ( 1989 )" es el responsable de esta interesante historia que recrea cuatro años en la vida personal y sobre todo profesional del que terminó siendo el 36º presidente de los Estados Unidos, en donde se muestran los entresijos de esos días tan duros que tuvieron lugar después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, y que podría formar parte de un programa doble con "Jackie ( 2016 )", ya que ambas se desarrollan en la misma época y se centran en un personaje dejando de lado al resto. Así en esta película el protagonista absoluto es Lyndon Baines Johnson, lo que se pone de manifiesto en la primera escena con la llegada de Kennedy a un aeropuerto y la cámara no enfoca al que en ese momento era presidente sino al vicepresidente LBJ, y no lo hace en modo de biopic sino que nos muestra únicamente unos años en la vida del personaje, en concreto los anteriores a la muerte de JFK y los primeros pasos como presidente de los Estados Unidos de América. La otra película citada anteriormente hace un seguimiento del mismo periodo del personaje de Jacqueline Lee Kennedy Onassis, que pasó de ser la primera dama del país a la viuda de Kennedy.

La película intenta abordar diferentes asunto y tiene una primera mitad en donde se abusa de los saltos temporales de manera innecesaria, y creo que una narración lineal hubiera sido más adecuada para contar esos años de la década de los 60. Me interesa más la segunda mitad y sus mejores momentos son en la parte final, pero tarda un poco en arrancar sobre todo por esas elipsis desconcertantes e innecesarias.
La película tiene unas cuantas virtudes, en especial la actuación de Woody Harrelson, que vuelve a demostrar su talento interpretativo en géneros diferentes, y en esta ocasión es el encargado de dar vida a LBJ, con unos cambios de registro pasando de unos momentos más dramáticos a otros en donde parece más amable e irónico. Pero el personaje no se termina de desarrollar bien, ya que no termina de ser ni didáctica ni informativa para los que no conocemos a fondo esa etapa política en los Estados Unidos.

La otra actuación destacada es la de Michael Stahl-David, que interpreta a Bobby Kennedy, el hermano de JFK, y el que planta cara al que pasa de vicepresidente a presidente, y que tiene una gran escena dramática. Por contra se desaprovecha la presencia de Richard Jenkins, Bill Pullman y Jennifer Jason Leigh, tres grandes intérpretes que aparecen muchas veces en la película, pero que están casi siempre a la sombra y se van desdibujando poco a poco. El primero interpreta al senador Richard Russell, el segundo al también político Ralph Yarborough y la tercera a Lady Bird, la mujer del protagonista.
También me parece destacada la dirección de Reiner que nos presenta un tono clásico que encaja muy bien en la historia, y que agradezco que no se aborde con ese tono más cercano al cine independiente como la película citada anteriormente y dirigida por el chileno Pablo Larraín. El empleo del maquillaje, sobre todo en los casos de Harrelson y Jason Leigh, me parece excesivo y no me termina de convencer.
La película es fácil de recomendar por su sencillez narrativa, por tener la duración perfecta y abordar unos temas políticos históricos que pueden interesar al público de mediana edad y a los más mayores.

LO MEJOR: La actuación de Woody Harrelson.
LO PEOR: Los saltos temporales durante la primera mitad son excesivos e innecesarios. Algunos personajes secundarios no están bien desarrollados.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Crítica de A la sombra de Kennedy por Cinemagavia
El guion lastra el buen pulso en la dirección de Rob Reiner

Reiner nos traslada a la era Kennedy, desde su postulado para las presidenciales (teniendo como rival al propio Lyndon B. Johnson) hasta su asesinato y la posterior toma del cargo del hasta ese momento vicepresidente (Johnson). Con pulso de artesano, Reiner parece no haber perdido parte del toque que tuvo en su época más brillante. Dota de ritmo el relato y se maneja bien en un terreno a veces tan cenagoso como es la política. Aún y con eso, el guión del debutante Joey Hartstone no sigue la misma linea, lastrando el conjunto notablemente.

Woody Harrelson es el omnipresente protagonista

Woody Harrelson es el omnipresente protagonista. Versátil y carismático, inmerso en lo que a priori seria un estupendo vehículo de lucimiento personal. Los biopics son dados a ello. Pero este no destaca especialmente por esa virtud.

Todo el metraje está cubierto por un velo de aspecto televisivo, distanciándolo del cinematográfico gracias a una fotografía en ocasiones desacertada y un empleo excesivo de interiores y planos cerrados. Tampoco lo hace el grotesco maquillaje que luce Woody Harrelson, tan de moda últimamente (‘Hitchcock’, ‘J Edgar’, ‘Churchill’) como inexplicable. Resta expresividad, suma grotesquería y bordea la caricatura.

Harrelson no logra traspasar esa linea roja, empleando la contención de una figura de por si poco contenida. Acierta en el tono de voz, el acento sureño (nació en Texas), además de intuirse un estudio profundo del personaje. Dándole la replica se encuentra Michael Stahl-David (‘Monstruoso’) como Bobby Kennedy. Dota a su personaje de una entereza y presencia más notable que la del propio Harrelson.

Sobre el guion

El elemento más desestabilizador de la película es su guión. Prescinde de elementos que podrían dotar de mayor complejidad al relato, al tiempo que se centra en otros quizá menos relevantes. Condensar el auge, apogeo y final de Lyndon B. Johnson en un momento histórico tan prolijo en datos, detalles, personajes e importancia en 96 minutos es tarea imposible, y queda demostrado.

Presenta de manera muy somera a los personajes (protagonista incluido), dando por sentado que los conocemos a todos. Emplea elipsis que omiten hechos relevantes, no solo para contextualizar, si no para entender las motivaciones y decisiones que toma uno u otro personaje. Por momentos lleva al espectador de isla a isla, sin un hilo conductor que cohesione la narración.

Punto y final

A la sombra de Kennedy aborda una de las épocas más importantes de la historia reciente de Estados Unidos de una manera superficial, por momentos televisiva, necesitando de más tiempo y desarrollo para otorgarle mayor enjundia. Pese a ello, y más por virtud de los hechos en los que se basa, no se pierde el interés en ella y de algún modo es pedagógica. Woody Harrelson mantiene la contención aún bordeando la parodia (el maquillaje es terrible), mientras sorprende un estupendo Michael Stahl-David (Bob Kennedy), así como el resto de secundarios. Reiner dirige eficazmente, sin alardes (nunca los tuvo), en piloto automático salvo por un par de recursos que benefician la narrativa. Tan correcta como olvidable.

Escrito por Álvaro Valdés Fernández
https://cinemagavia.es/a-la-sombra-de-kennedy-critica-pelicula/
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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