Haz click aquí para copiar la URL

Black Mirror: Añicos (TV)

Thriller. Drama Un conductor de VTC provoca una crisis internacional cuando secuestra a un empleado de una empresa de redes sociales en Londres. (FILMAFFINITY)
Un día de furia
"Añicos" es un episodio atípico en el canon de 'Black Mirror', uno en el que la tecnología no es el centro sino algo que sirve como anexo a una historia personal. Un thriller emocional en el que seguimos a un hombre, Chris, en su particular descenso a los infiernos tras ser incapaz de escapar a un hecho del pasado que le atormenta: la pérdida de su mujer en un accidente de tráfico. Se ve incapaz de encajar en una sociedad repleta de gente enganchada a sus smartphones, encuentra confort en la única persona que parece aceptarle y decide iniciar un plan para purgar sus demonios, aunque eso le lleve a un callejón sin salida: secuestrar a un empleado de una red social de moda para de esta forma ponerse en contacto con su creador.

Como siempre con Black Mirror, la premisa es buena. James Hawes, responsable del magnífico episodio "Odio nacional" en la tercera temporada, aprovecha el tiempo que tiene para perfilar a varios personajes interesantes a los que dan vida actores competentes, y en el caso del protagonista, se lleva un poco más lejos. "Añicos" no funcionaría tan bien de no ser por la entrega de un Andrew Scott (recordemos, el Moriarty de "Sherlock") en estado de gracia, que canaliza la ira, la fragilidad y la inseguridad en una interpretación de matices. Su Chris es un personaje complejo, que pareciera actuar un poco a lo loco, pero que se revela como una persona sumamente inteligente y capaz de anticipar las trampas que irá encontrando por el camino.



Por desgracia hay un problema de escala. Un episodio como este debería ser íntimo, minimalista, y lo que encontramos es una puesta en escena repleta de distracciones, a modo de puntos de vista, conexiones con personajes fuera del plano, e incluso secuencias que parecen más dignas de un thriller de acción que de una historia que en el fondo gira en torno al remordimiento, la culpa y la imposibilidad de encontrar la paz interior. Lo que podría haber sido una mezcla entre "Un día de furia" y la magnífica "Locke" de Steven Knight termina por convertirse en algo ciertamente distinto, y no por ello mejor, al menos en este caso.

"Añicos" funciona como un pasarratos, en el que su estructura de thriller es efectiva, pero olvidable. Y si el episodio será recordado en el futuro será, más allá de la entrega de Scott, por el hilarante y no extento de ironía personaje Billy Bauer, un gurú tecnológico que romperá su retiro espiritual para intentar ayudar, siendo en realidad incapaz de conectar consigo mismo. Topher Grace, quien le da vida, encuentra el punto adecuado para hacer destacables sus pocos minutos de pantalla. Por lo demás, y como ocurre con toda la quinta temporada de la serie de Brooker, no hay nada por aquí verdaderamente digno de atesorar.

Escrita por Pablo González Taboada (FilmAffinity)
arrow