Average rating
6.4
Ratings
5,596
Reviews
66
Lists
6
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
- Social Networks
-
Share his/her profile
odaesu rating:
10
7.0
79,505
Language of the review:
- es
March 24, 2008
90 of 96 users found this review helpful
Existen 2 posiblidades de adaptación al cine. Adaptar un material extenso, que inevitablemente deberá ser sintetizado para ser transferido a celuloide, y por otra parte, y aunque no sea muy común, cabe la posibilidad de adaptar un material reducido que deberá ser amplificado por los guionistas del filme en cuestión. Este último tipo de adaptación fue la realizada por Larry McMurtry y Diana Ossana tomando como punto de partida un relato breve de la ganadora del premio Pullitzer, Annie Proulx, titulado Brokeback Mountain. Desde su génesis, el guión fue vagando de despacho en despacho, de cajón en cajón, hasta que unos productores tuvieron los suficientes cojones como para enfrentarse al establishment y sacar al western del armario.
Y Fue el taiwanés Ang Lee quién entendió que detrás de tanto ruido latía el corazón de una historia descarnada, dolorosa, vibrante. Y a partir de ese momento consiguió la cuadratura del círculo, logrando el milagro: en septiembre se alzaba con el León de Oro en la Mostra de Venecia. Tras 5 meses de premios, Jack Nicholson apareció en el escenario del Kodak Theatre para otorgar el último oscar de la noche, abrió el sobre, esgrimió una de las sonrisas más maquiavélicas que he visto en mi vida, y su gran boca de Joker pronunció “Crash”. Y sí, se produjo una colisión
Brokeback Mountain es en última instancia un espléndido guión engrandecido por la brillante dirección y la infinita sabiduría del que posiblemente sea el último gran clásico (teniendo en cuenta que Clint Eastwood es el penúltimo), una banda sonora preciosa (merecidísimo oscar para Santaolalla por mucho que los puristas se tiraran la manta a la cabeza), que alcanza su cima en el viaje de Gyllenhaal a México, y sobre todo en la última escena, una fotografía nítida, en perfecta sintonía con los hermosos parajes que retrata (Rodrigo Prieto es, de lejos, uno de los mejores directores de fotografía del mundo), un diseño de vestuario cuidadísimo, un reparto arriesgado que resulta perfecto de principio a fin, unos flash-backs demoledores y paradigmáticos, un retrato preciso y efectivo de la familia americana, de la América profunda, de la situación de los homosexuales, de la hermosa decadencia de los cowboys, del paro, de la pobreza, de la clase media-baja, del mundo agrario, del sexo de todos los tipos y colores.
Y Fue el taiwanés Ang Lee quién entendió que detrás de tanto ruido latía el corazón de una historia descarnada, dolorosa, vibrante. Y a partir de ese momento consiguió la cuadratura del círculo, logrando el milagro: en septiembre se alzaba con el León de Oro en la Mostra de Venecia. Tras 5 meses de premios, Jack Nicholson apareció en el escenario del Kodak Theatre para otorgar el último oscar de la noche, abrió el sobre, esgrimió una de las sonrisas más maquiavélicas que he visto en mi vida, y su gran boca de Joker pronunció “Crash”. Y sí, se produjo una colisión
Brokeback Mountain es en última instancia un espléndido guión engrandecido por la brillante dirección y la infinita sabiduría del que posiblemente sea el último gran clásico (teniendo en cuenta que Clint Eastwood es el penúltimo), una banda sonora preciosa (merecidísimo oscar para Santaolalla por mucho que los puristas se tiraran la manta a la cabeza), que alcanza su cima en el viaje de Gyllenhaal a México, y sobre todo en la última escena, una fotografía nítida, en perfecta sintonía con los hermosos parajes que retrata (Rodrigo Prieto es, de lejos, uno de los mejores directores de fotografía del mundo), un diseño de vestuario cuidadísimo, un reparto arriesgado que resulta perfecto de principio a fin, unos flash-backs demoledores y paradigmáticos, un retrato preciso y efectivo de la familia americana, de la América profunda, de la situación de los homosexuales, de la hermosa decadencia de los cowboys, del paro, de la pobreza, de la clase media-baja, del mundo agrario, del sexo de todos los tipos y colores.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Y cuando piensas que no te pueden dar más, va el buenazo de Ang Lee y se saca de la manga un final apoteósico, tan triste, tan sencillo, tan… perfecto, en el que la mirada perdida de Heath Ledger (en la mejor interpretación masculina de los últimos 10 o 20 años) abrazado a una camisa raída hace frente a ese rostro destrozado que esbozaba Diane Keaton antes de que Al Pacino le cerrara la puerta en las narices en el final de El Padrino. Brokeback Mountain perdura y mejora con el paso de los años, y su final se clava en esa habitación oscura e inestable a la que llamamos memoria.