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Taylor rating:
7
6.4
13,699
Drama. Comedy
Cundo returns home ten years after having left due to the death of his best friend, Suso. He plans to get drunk with his other old friends in Suso’s memory, pretend that everything’s fine and leave again as fast as he can. But things aren’t going so well for him, and Suso demands more than a simple drinking binge. Debut as a feature film director by the Asturian Tom Fernández, screenwriter for the TV series 7 vidas.
Language of the review:
- es
January 18, 2009
46 of 52 users found this review helpful
Debut en la dirección de Tomás Fernández (aka Tom Fernández) con guión del propio Fernández, (“Siete vidas”, “A medias”). El film se rueda en diversos municipios asturianos (Mieres, Oviedo, Castrillón, Moreda, Turón, Ujo...) y en las instalaciones del Aeropuerto de Asturias. Producida por Jaume Roures para Mediapro, fue nominada a tres premios Goya (director novel, actor de reparto y actor revelación) y se estrenó el 9-11-07.
La acción tiene lugar en diferentes localidades de la cuenca minera asturiana. Tras diez años de ausencia, Cundo (Javier Cámara) regresa desde Argentina a su pueblo natal para asistir al entierro de Suso, su mejor amigo. Allí se encuentra con Fernando (Gonzalo de Castro), Mote (César Vea) y Pablo (José Luis Alcobendas), el resto de su camarilla de juventud. Fernandín es profesor de física y química en el instituto y se ha casado con Rosa (Fanny Gautier), la que fuera novia de Cundo; Mote se gana la vida como albañil y Pablín cuida de las vacas heredadas de su padre mientras observa, desesperado, como la mitad del pueblo se tira a Esmeralda (Yalitza Hernández), su novia dominicana, prostituta de profesión. Los planes del cuarteto consisten en emborracharse a la salud de Suso, pero el hallazgo de un singular esbozo revelará un viejo deseo de Suso: la construcción de una torreta desde la que poder observar las cosas desde arriba. La puesta en marcha de dicho proyecto, unido al singular reencuentro entre familiares y amigos, detendrá la partida de Cundo y convulsionará las vidas de todos aquellos que le rodean.
El cuarteto protagonista bordea la cuarentena. Cundo es despreocupado, simpático, carismático y leal; Fernando es prudente, sensible, atento y servicial; Mote es rudo, impulsivo, burlón y generoso mientras que Pablín es retraído, sombrío, modesto y sincero. Otros personajes importantes en la acción dramática son los padres de Cundo, Tino (Emilio Gutiérrez Caba) y Mercedes (Mariana Cordero). Una exnovia y una examante (Malena Alterio) completan ese núcleo de amigos y familiares cercanos con el que el protagonista mantendrá una peculiar e inclasificable relación.
El film suma comedia, drama y crítica social. Una historia sencilla y agridulce, nada aparatosa ni engolada, que describe con humor y emotividad ese ancestral apego hacia los amigos de la infancia que permanece incólume a pesar del transcurso del tiempo. Fernández construye con inusual frescura y desparpajo un auténtico homenaje a la amistad no exento de otras perspectivas que incluyen el sentimiento de culpabilidad, el deseo de redención, de reconciliación, la resignación y la aceptación del fracaso sentimental o profesional. A destacar también la carga metafórica de la película. La torreta simbolizaría el deseo de coger perspectiva, de ampliar horizontes para combatir la dura rutina de bajar cada día a trabajar al corazón de la mina.
(sigue en el ‘spoiler’ sin desvelar partes del argumento)
La acción tiene lugar en diferentes localidades de la cuenca minera asturiana. Tras diez años de ausencia, Cundo (Javier Cámara) regresa desde Argentina a su pueblo natal para asistir al entierro de Suso, su mejor amigo. Allí se encuentra con Fernando (Gonzalo de Castro), Mote (César Vea) y Pablo (José Luis Alcobendas), el resto de su camarilla de juventud. Fernandín es profesor de física y química en el instituto y se ha casado con Rosa (Fanny Gautier), la que fuera novia de Cundo; Mote se gana la vida como albañil y Pablín cuida de las vacas heredadas de su padre mientras observa, desesperado, como la mitad del pueblo se tira a Esmeralda (Yalitza Hernández), su novia dominicana, prostituta de profesión. Los planes del cuarteto consisten en emborracharse a la salud de Suso, pero el hallazgo de un singular esbozo revelará un viejo deseo de Suso: la construcción de una torreta desde la que poder observar las cosas desde arriba. La puesta en marcha de dicho proyecto, unido al singular reencuentro entre familiares y amigos, detendrá la partida de Cundo y convulsionará las vidas de todos aquellos que le rodean.
El cuarteto protagonista bordea la cuarentena. Cundo es despreocupado, simpático, carismático y leal; Fernando es prudente, sensible, atento y servicial; Mote es rudo, impulsivo, burlón y generoso mientras que Pablín es retraído, sombrío, modesto y sincero. Otros personajes importantes en la acción dramática son los padres de Cundo, Tino (Emilio Gutiérrez Caba) y Mercedes (Mariana Cordero). Una exnovia y una examante (Malena Alterio) completan ese núcleo de amigos y familiares cercanos con el que el protagonista mantendrá una peculiar e inclasificable relación.
El film suma comedia, drama y crítica social. Una historia sencilla y agridulce, nada aparatosa ni engolada, que describe con humor y emotividad ese ancestral apego hacia los amigos de la infancia que permanece incólume a pesar del transcurso del tiempo. Fernández construye con inusual frescura y desparpajo un auténtico homenaje a la amistad no exento de otras perspectivas que incluyen el sentimiento de culpabilidad, el deseo de redención, de reconciliación, la resignación y la aceptación del fracaso sentimental o profesional. A destacar también la carga metafórica de la película. La torreta simbolizaría el deseo de coger perspectiva, de ampliar horizontes para combatir la dura rutina de bajar cada día a trabajar al corazón de la mina.
(sigue en el ‘spoiler’ sin desvelar partes del argumento)
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Spoiler:
El enfoque social queda relegado a un segundo plano, pero son remarcables las alusiones a la situación económica de la zona (minería, ganadería), las referencias a la problemática derivada de la inmigración (con pincelada xenófoba incluida) o el ejercicio de autocrítica que supone poner sobre el tapete actitudes de fuerte raigambre machista, como la que interpreta Tino con sus frecuentes y habituales visitas a bares y prostíbulos. La muerte de Suso a causa de una sobredosis y la condición de Cundo como extoxicómano manifiesta subrepticiamente la concienciación del propio director hacia el problema de la drogadicción.
Notables, por otro lado, las interpretaciones de todo el reparto actoral, en especial las de Javier Cámara (“Los girasoles ciegos”, “Hable con ella”) y Gonzalo de Castro (“Gente pez”), actores cuya estrecha relación con Fernández propició su intervención en este film.
La banda sonora del film, supervisada por Fernández, fue encomendada a Javier y José Manuel Tejedor, miembros del grupo asturiano de música folk “Tejedor”. El acordeón, el bodram, la caja y la percusión confieren a las melodías de los hermanos Tejedor un halo sentimental, nostálgico e intimista que encajan a la perfección con ese arropamiento musical celta, limpio y autóctono, que Fernández había concebido para su film.
Prometedor trabajo, en definitiva, de un director que apuesta por la sencillez y la naturalidad como estándares de una propuesta narrativa de acusada personalidad.
Salut, Miquel
Notables, por otro lado, las interpretaciones de todo el reparto actoral, en especial las de Javier Cámara (“Los girasoles ciegos”, “Hable con ella”) y Gonzalo de Castro (“Gente pez”), actores cuya estrecha relación con Fernández propició su intervención en este film.
La banda sonora del film, supervisada por Fernández, fue encomendada a Javier y José Manuel Tejedor, miembros del grupo asturiano de música folk “Tejedor”. El acordeón, el bodram, la caja y la percusión confieren a las melodías de los hermanos Tejedor un halo sentimental, nostálgico e intimista que encajan a la perfección con ese arropamiento musical celta, limpio y autóctono, que Fernández había concebido para su film.
Prometedor trabajo, en definitiva, de un director que apuesta por la sencillez y la naturalidad como estándares de una propuesta narrativa de acusada personalidad.
Salut, Miquel