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superlestat rating:
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War. Drama
A young man Kentaro Saeki (Haruma Miura) keeps failing his bar test and does not know what to do any more. His older sister Keiko is a freelance writer. Kentaro and Keiko begin to search for information on their grandfather Kyuzo Miyabe (Junichi Okada) who died in the special forces during World War II. Their grandfather Kyuzo Miyabe was terrified of death and obsessed with life. Why did he join the special forces? According to his ... [+]
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- es
February 16, 2015
23 of 25 users found this review helpful
A decir verdad, no sabría ni por donde empezar. La huella que ha dejado en mí esta película es enorme, difícil de cuantificar ciertamente.
Vayamos a las formas, con algún pequeño e inevitable altibajo, ya que en una película no todas las escenas pueden (ni deben ser) perfectas, espectaculares o maravillosas, se va desgranando una historia que te aferra el corazón y que lo aprieta sin piedad hasta el último minuto y segundo de metraje, pero lo hace siempre con un estilo y un optimismo, un mensaje claramente positivo sobre las ganas de vivir y la necesidad de hacerlo, que es el único salvavidas que tienes al que aferrarte en una tremenda historia trágica que te dejan claro desde el principio, desde la misma sinopsis.
Técnicamente, hay escenas tan absolutamente maravillosas y bien rodadas que no te creerás que estás viendo una película japonesa, no lo vas a creer. Desde los combates aereos hasta esa hermosa (y letal) máquina que fue el zero japonés, los increibles y avanzadísimos mustangs P-51 americanos... La música raya a muy bien nivel, apareciendo cuando debe y pasando a segundo plano cuando toca, refuerza, ayuda y no se hace pesada.
En cuanto al fondo, nos vamos al spoiler porque el desatar los sentimientos que ha provocado esta película es algo tan personal y directo que no resistiría seguramente una crítica sin spoilers.
Para resumir, a mí personalmente, que me tengo por una persona tremendamente exigente en lo que a cine se refiere, aunque exijo en su justa medida y a cada película le pido lo que se propone darme, ni más ni menos, puedo decir que esta es una de las mejores películas que he visto (y veré) en mi vida.
Vayamos a las formas, con algún pequeño e inevitable altibajo, ya que en una película no todas las escenas pueden (ni deben ser) perfectas, espectaculares o maravillosas, se va desgranando una historia que te aferra el corazón y que lo aprieta sin piedad hasta el último minuto y segundo de metraje, pero lo hace siempre con un estilo y un optimismo, un mensaje claramente positivo sobre las ganas de vivir y la necesidad de hacerlo, que es el único salvavidas que tienes al que aferrarte en una tremenda historia trágica que te dejan claro desde el principio, desde la misma sinopsis.
Técnicamente, hay escenas tan absolutamente maravillosas y bien rodadas que no te creerás que estás viendo una película japonesa, no lo vas a creer. Desde los combates aereos hasta esa hermosa (y letal) máquina que fue el zero japonés, los increibles y avanzadísimos mustangs P-51 americanos... La música raya a muy bien nivel, apareciendo cuando debe y pasando a segundo plano cuando toca, refuerza, ayuda y no se hace pesada.
En cuanto al fondo, nos vamos al spoiler porque el desatar los sentimientos que ha provocado esta película es algo tan personal y directo que no resistiría seguramente una crítica sin spoilers.
Para resumir, a mí personalmente, que me tengo por una persona tremendamente exigente en lo que a cine se refiere, aunque exijo en su justa medida y a cada película le pido lo que se propone darme, ni más ni menos, puedo decir que esta es una de las mejores películas que he visto (y veré) en mi vida.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
El fondo, si hablamos de él, es inevitable hacer un paralelismo con por ejemplo Salvar al Soldado Ryan, pero donde aquella se quedó en fuegos de artificio y poco más, esta va mucho más allá.
Los matices de esta película están y se captan sobretodo si sabes algo del japón de la segunda guerra mundial. En ese contexto y con ese conocimiento, escenas como la despedida de la abuela con el abuelo (sargento instructor), que a muchos les parecerá fría, y las palabras que se dicen en ella, contrariamente son unas declaraciones de amor tremendas para la época vivida, en la que pueblos enteros se suicidaban, donde cualquier muestra de amor público era muy mal vista y en una sociedad en la que el Deber y Honor eran los principales pilares, y no creerlo así era ser considerado poco menos que un traidor, o alguien débil o de espíritu flaco.
Japón no era un país ni un Imperio solamente, era una forma de entender la vida. Uno de los ancianos lo transmite, cuando habla de su "época", y cómo se podía o no se podía decir simplemente si amabas o no. Tiempos duros, durísimos para hombres llevados al extremo, el paralelismo con otras sociedades históricas legendarias por su inflexibilidad, dureza y rigidez como Esparta, son inevitables, pero es que así fue, japón asumió ese modelo y al final lo llevo al extremo con la guerra total.
En ese contexto, perdiendo una guerra y con toda una sociedad de rígidos valores, primando la entrega, el honor el sacrificio y el deber sobre cualquier otra voluntad, ¿qué habrías hecho tú, o yo para sobrevivir y cómo, sobretodo cómo?
Seguramente cualquier cosa, pero eso también nos habría obligado a exponernos para salvar a otros, en un lugar donde la supervivencia personal estaba incluso mal vista, el ayudar al resto debía ser algo meramente estúpido o incomprensible.
Al final muchos se plantearán porqué decide cambiar de avión y la respuesta es clara. Ya no tenía otra opción, sus informes negativos sin duda se acumulaban, ya estaba en el punto de mira de los superiores y haber vuelto con ese avión estropeado le habría supuesto cargos por cobardía, consejo de guerra o igualmente partir al día siguiente en otra misión suicida. El mismo día de la rendición de japón se hicieron misiones kamikaze (esta palabra es una mala traducción) esa misma mañana aunque la película no lo mencione.
Lo comprendió, y en su último acto decidió volver a salvar otra vida más, unos minutos, un día, una semana... y esa era la diferencia entre la vida y la muerte.
Podemos verlo de muchas maneras, podría seguir hablando de esta película durante días, pero creo que simplemente su mensaje anti belicista no es otro que a pesar de todos los esfuerzos, de todas las muertes y sacrificios, a pesar de todo el odio gigantesco que se desató y de toda la locura y medidas desesperadas, un hombre pudo con sus acciones hacer que su amor llegara a su familia y los acompañara durante toda su vida incluso más allá de su propia muerte, tal como prometió. Y lo único que tuvo que hacer fue simplemente Lo Correcto, con mayúsculas, para reflejo y verguenza de una época oscura e injusta que le tocó vivir, aunque plagada de gigantescos heroismos.
Y no sólo eso, también cumplió con su deber.
Los matices de esta película están y se captan sobretodo si sabes algo del japón de la segunda guerra mundial. En ese contexto y con ese conocimiento, escenas como la despedida de la abuela con el abuelo (sargento instructor), que a muchos les parecerá fría, y las palabras que se dicen en ella, contrariamente son unas declaraciones de amor tremendas para la época vivida, en la que pueblos enteros se suicidaban, donde cualquier muestra de amor público era muy mal vista y en una sociedad en la que el Deber y Honor eran los principales pilares, y no creerlo así era ser considerado poco menos que un traidor, o alguien débil o de espíritu flaco.
Japón no era un país ni un Imperio solamente, era una forma de entender la vida. Uno de los ancianos lo transmite, cuando habla de su "época", y cómo se podía o no se podía decir simplemente si amabas o no. Tiempos duros, durísimos para hombres llevados al extremo, el paralelismo con otras sociedades históricas legendarias por su inflexibilidad, dureza y rigidez como Esparta, son inevitables, pero es que así fue, japón asumió ese modelo y al final lo llevo al extremo con la guerra total.
En ese contexto, perdiendo una guerra y con toda una sociedad de rígidos valores, primando la entrega, el honor el sacrificio y el deber sobre cualquier otra voluntad, ¿qué habrías hecho tú, o yo para sobrevivir y cómo, sobretodo cómo?
Seguramente cualquier cosa, pero eso también nos habría obligado a exponernos para salvar a otros, en un lugar donde la supervivencia personal estaba incluso mal vista, el ayudar al resto debía ser algo meramente estúpido o incomprensible.
Al final muchos se plantearán porqué decide cambiar de avión y la respuesta es clara. Ya no tenía otra opción, sus informes negativos sin duda se acumulaban, ya estaba en el punto de mira de los superiores y haber vuelto con ese avión estropeado le habría supuesto cargos por cobardía, consejo de guerra o igualmente partir al día siguiente en otra misión suicida. El mismo día de la rendición de japón se hicieron misiones kamikaze (esta palabra es una mala traducción) esa misma mañana aunque la película no lo mencione.
Lo comprendió, y en su último acto decidió volver a salvar otra vida más, unos minutos, un día, una semana... y esa era la diferencia entre la vida y la muerte.
Podemos verlo de muchas maneras, podría seguir hablando de esta película durante días, pero creo que simplemente su mensaje anti belicista no es otro que a pesar de todos los esfuerzos, de todas las muertes y sacrificios, a pesar de todo el odio gigantesco que se desató y de toda la locura y medidas desesperadas, un hombre pudo con sus acciones hacer que su amor llegara a su familia y los acompañara durante toda su vida incluso más allá de su propia muerte, tal como prometió. Y lo único que tuvo que hacer fue simplemente Lo Correcto, con mayúsculas, para reflejo y verguenza de una época oscura e injusta que le tocó vivir, aunque plagada de gigantescos heroismos.
Y no sólo eso, también cumplió con su deber.