Confieso que me sorprendió (aunque desfavorablemente) este trabajo de mi estimado Kim, cuyas virtudes como director he ensalzado en otras críticas. Pensando en los porqués de esta opinión creo que he llegado a las siguientes conclusiones:

1. No me interesan los personajes ni el mundo que retrata
2. La aparente objetividad con la que trata de no tomar partido el director se convierte en frialdad y distancia emocional (cosa que no pasaba en otras películas)
3. No le veo mucha poesía a las imágenes (cosa que tampoco pasaba en otras películas)
4. Me desconciertan los toques de humor negro (no se si son momentos graciosos o terriblemente trágicos. A lo mejor en esta duda está la esencia del humor negro)
5. La violencia que retrata me parece superficial y vagamente desagradable
6. No me creo las relaciones entre los personajes y su psicología del mal rollito que hay en todo momento
7. El sexo es siempre sucio, furtivo y vacío
8. Seguramente la culpa de todo esto es mía y no me he enterado de nada, aunque no puedo prometer que daré otra oportunidad a la cinta. Lo siento, Kim.