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España España · Los Llanos de Aridane
Voto de Nairdan:
10
Grizzly Man
2005 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Timothy Treadwell
7,2
9.459
Documental. Drama Entre 1990 y 2003, Timothy Treadwell, camarero, actor ocasional y ex-alcohólico, pasó catorce veranos conviviendo con los osos grizzly. Él mismo grabó con su cámara de vídeo sus estancias en Alaska y su obsesiva relación con los plantígrados (unas cien horas). Werner Herzog usó parte de este material. El último verano, uno de los osos atacó a Timothy y a su novia Annie. (FILMAFFINITY)
6 de abril de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es quien esto escribe un gran fan del género documental, pues cuesta encontrar inventiva y talento entre tanto desfile de bustos parlantes e imágenes de archivo con voz en off, pero puede afirmar sin temor a equivocarse que "Grizzly man" es de lo mejor en esos lares. Una verdadera lección de cómo debería ser el género. ¿Por qué? De entrada por sus varias ventajas: 1) cuenta con un protagonista atractivo; 2) dosifica muy bien –gracias al preciso montaje- lo que nos va contando; 3) posee escenas de gran impacto (la lucha de los osos, el esparcimiento de las cenizas) y 4) tiene la virtud de no hacer que decaiga nunca la atención, ya que la mezcla de tan dispares elementos: las entrevistas, las propias grabaciones de Treadwell, las reflexiones de Herzog... dan como resultado un producto fascinante. Su atractivo protagonista es el turbador hombre-espectáculo Timothy Treadwell, que posee esa rara capacidad de resultar magnético y repelente -de la selección de las más de 100 horas que grabó para exhibirse con la excusa de estudiar a los osos se pueden deducir varias cosas del tipo: era inteligente, egocéntrico, algo ciclotímico, interesante...-, lo que hace de él un objeto de estudio para Herzog (lo que además le permite continuar elaborando su discurso autoral, hasta dialogando con el difunto en algún momento) y el propio espectador a contemplar. Los extractos de sus grabaciones no tienen desperdicio. Como tampoco lo tienen las opiniones que el director ofrece sobre él. Ya sean buenas o malas, aportan pequeñas pinceladas para intentar comprender a un ser humano bastante peculiar, intoxicado por la intensa vida que vivió de joven y por sus propios bajones de ánimo. En resumen, un documental imprescindible que además nos enseña a la naturaleza en su más brutal y amoral realidad, pues Herzog no edulcora nada, no manipula nada (¿o sí?, porque no se puede negar que existe un pulso constante entre la sospecha de que el alemán nos conduce de la mano y la finalmente triunfante sensación de que sólo estamos cómodos ante el despliegue de naturalidad que compone cada minuto de la cinta) y eso le hace ganarse el respeto del espectador. Por lo menos el de un servidor.
Nairdan
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