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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
6
Intriga. Drama. Comedia Stephanie (Anna Kendrick) es una joven madre bloguera de una ciudad pequeña cuya mejor amiga, la sofisticada Emily (Blake Lively), desaparece un día repentinamente. A Stephanie le ayudará en su búsqueda el marido de Emily, Sean (Henry Golding).
29 de septiembre de 2018
57 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada quiero decir que no voy a caer en el “spoiler” fuera de su espacio o que rehúso a adelantar cualquier posible sorpresa, como han hecho otros usuarios o incluso parte de la “crítica especializada”. Menos mal que cuando voy al cine me informo poco, porque así me ahorro disgustos. Tiene su parte buena y su parte mala: si el film es horrendo, por desgracia, no recibo ninguna advertencia, y si hay algo que no deba saber nadie me la destripa, esa es la ventaja.

Y ahora ciñéndonos al tema en concreto, Paul Feig, tras su sonado batacazo con el “remake” de “Cazafantasmas”, vuelve a la línea trazada en “Espías”, es decir, un film de evasión, con tintes “neo- drag”, sazonado con ciertas dosis de “petardez” y evocaciones a un estilo cinematográfico que ha caído en desuso, aunque he de decir, que en ese sentido, “Espías” me pareció algo más lograda. Es un tipo de cine que a los más exigentes les podrá resultar una simple parida, pero creo que, además de que deban existir toda clase de pasatiempos, hay en ella ciertos factores que la libran de ser claramente una vulgaridad o una mierda, hablando mal y pronto. Es más, incluso a veces se recurre a un intento de recreación de ambiente a lo que muchos mal llamaban “comedia sofisticada” de los años sesenta y parte de los setenta, lo cual a mí me gusta.

De entrada, y ante tanta producción reiterativa, está exenta de testosterona gratuita, violencia de relleno o diálogos trillados. Quizás por esta razón la mayoría del público asistente a la sesión eran mujeres, aunque no se trate en absoluto de un film que solamente le podría interesar a un público femenino. El arranque de “Un pequeño favor” promete mucho, aunque luego ciertos elementos durante el camino no se aprovechen.

De entrada ¡incluyen títulos de crédito! Eso es algo que ya pocos films tienen y que muchos echamos en falta, unos créditos bonitos tanto de color como de diseño. La mayoría de las canciones que se van utilizando parecen un precioso homenaje a la “canción francesa”, con temas cantados por Hardy, la Bardot, Gainsbourg, Zaz o Dutronc, entre otros, y aunque aparezcan brevemente temas de otras épocas y “latitudes” el clima francés reina en la película.

El guión, que no me esperaba que se basara en ninguna novela, en este caso de Darcey Bell, es una acumulación de referencias que pensé que partían de sus creadores, como Paul Feig o Jessica Sharzer, a modo de parodia. Por eso su verdadero fuerte no es su argumento, si no sus diálogos, y sobre todo su acertado “casting” en el que sus dos actrices principales hacen unas composiciones que podrían recibir la sorpresa de aparecer nominadas, por ejemplo, en los Globos de oro, como Anna Kendrick, que parece haber tomado como referencia a la Sally Hawkins de “Happy: Un cuento sobre la felicidad” además de parecerse físicamente a esta gran actriz, y Blake Lively, cuyas referencias las dejaremos para el “spoiler” y hace también un notable trabajo, posiblemente uno de los mejores de su carrera.

Sus giros, sobre todo en la segunda mitad, quizás se exceden tanto en intenciones de sorprender, como de deslumbrar en exceso. Y eso juega en parte en su contra, como también cuando se toma demasiado en serio y se olvidan de que la clave de comedia no se debe perder, porque cae en la inverosimilitud.

Feig hace una buena labor en su dirección, así como el resto del equipo técnico, logrando un correcto “divertimento” para los que busquen específicamente esta clase de género. Y sin más, vamos al spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
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