Ni George come árboles, ni los árboles se ponen en su camino a propósito, pero el caso es que se conocen muy de cerca. De porrazo en porrazo, entre lianas, un gorila erudito y un gran chucho comecacahuetes se cría George de la jungla, fuerte como diez. Su pacífica existencia se ve alterada por la llegada de la bella Úrsula, "un hombre realmente raro". Y ahí comienzan los viajes de George. Por si nos perdemos, un narrador que gusta de obviedades nos acompaña a lo largo de la película.

Reconozcámoslo, el argumento no es nada del otro mundo y ha sido llevado a la gran pantalla un montón de veces en distintas situaciones. Para mí, el encanto de esta película reside en su humor absurdo y cándido. Ni la película se toma a sí misma en serio, ni nosotros debemos hacerlo. Puedes reírte, y mucho, si le das una oportunidad.