Cada vez que una película que trata sobre las desgracias de la gente (si pueden ser desgraciados por naturaleza pues mejor) sale al mercado, tanto crítica y público se lanzan a alabarla y a soltar sutilezas pseudorománticas con las que pretenden (o eso tengo entendido) hacer ver a la plebe lo crueles que son por no poseer un corazón que lata a su mismo ritmo (a ritmo de lagrimilla fácil, se entiende) y coronarse como los reyes de la sensibilidad y el buen gusto, aunque lo que estén viendo sea más desagradable de ver que el resultado de una diarrea crónica metido en un bote.

Eso ha ocurrido con la aquí presente Precious: la gente dice que qué bonita es, que la protagonista es una heroína, que las situaciones desgarran, que la vida es una mierda... bla bla bla, si la película fuera la mitad de buena de lo que esta gente dice realmente llegaría a algo. Pero siendo lo que es...

Para empezar me hace mucha gracia el personaje de Precious: que sí, que vive en un piso enano, con una madre pelín inaguantable, pero es la primera que es una borde de cojones y que no duda en robar, liarse a ostias o actividades varias. ¿Pobre personaje? Todos conocemos a gente que vive así o peor y no se comporta como una niñata. Me enerva profundamente que la gente descontrole su esfínter cuando la niñita de marras abre su bocaza, ya que el diálogo no pasa de lo vergonzante, en ligera variación con la pésima expresividad facial que la actriz le otorga. Realmente, si el plato fuerte de este culebrón de sobremesa es sentir lástima por la protagonista, yo ya estoy perdida, porque solo siento ganas de darle un bofetón. Y que conste, para quien piense lo contrario, que tengo corazón, y además en buen estado, por lo que puedo diferenciar lo que me parece desolador, con lo que me parece de traca o cutre.

Además, tenemos el tan cacareado personaje de Mo'nique, otro personaje sacado de vete tú a saber donde y que tampoco me hace sentir nada especial. La oscarizada actuación me parece exagerada y fuera de lugar, siendo más directos: pésima. Éste es otro premio en el que han influído mas que la propia actuación, el politiqueo facilón de la academia y demás factores sociales (premiar a algún afroamericano para demostrar lo guay que es la academia etc etc) como ya pasó con Heath Ledger en el pasado.

Por último, recalcar que este largo me ha parecido un soberano tostón, y que realmente me pegaba más para un corto (mejor interpretado y con un fin diferente al de conseguir ganancias y alabanzas fáciles, se entiende), ya que a los 20 minutos yo ya me preguntaba que as sacaría el director de la manga para alargar esta tortura que se hace llamar película, cuando a mi me parecía que realmente no le quedaba nada por contar.

En definitiva: una mierda. Disfrútenla.