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España España · Salamanca
Voto de Danielle:
10
Drama En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2008
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo siempre digo que el cine ha de sentirse con el corazón, y no siempre se ha de percibir con la mente. Es decir, que para mí el cine es algo puramente sentimental, algo más que un proceso mecánico en el cual se ponen en marcha todo tipo de tecnologías y expertos. Por eso, mi método de puntuación es tan personal, y por eso, supongo, no tengo ningún alma gemela.
Porque yo veo las películas con el corazón, más que con la mente. Porque prefiero que una película serie B me emocione a una superproducción, superalabada que contenga sentimientos de cartón-piedra y caducados por lo tópico en el asunto. Algo así me pasa con El club de los poetas muertos; mi mente me dice que no se merece el 10, pero mi corazón sentencia todo lo contrario con una fuerza inusual.

Reconozco que algunas partes de la película son un poco histriónicas, exageradas y que no mantienen el nivel completo. Pero la enseñanza que nos propina (aquí entra en juego mi corazón) es tan bella, está tan bien contada y es tan cierta que no puedo sino obviar esos minúsculos fallos que en otras películas bajarían un poco la nota. Por supuesto las características de la película son excelentes: fotografía, vestuario, música... Y es entretenidísima.

Y como no hablar de las actuaciones. Ese Robin Williams que nos robó el corazón y que hizo que todos nuestros profesores palidecieran ante su único método de enseñanza. La mejor actuación de su carrera, y la mejor representación de la historia del Cine de un profesor (y eso que hay muchas). También estaban los jóvenes: ese Robert Sean Leonard, un rebelde y soñador que al final nos partió el alma a todos los espectadores, el encantador Ethan Hawke y demás de jóvenes que dieron vida magistralmente a un grupo de estudiantes de mentalidad romántica, de esos que en la vida real apenas encuentras. Excelente.

El final me rompió por la mitad, me desconsoló, me bajó los ánimos, me hizo odiar al guionista..... y me parece excelente, y nada fuera de lugar. Peter Weir es un buen director y este, es, sin duda, su mejor trabajo. Una obra maestra imperfecta, pero imperecedora. Bellísima y entretenida. Única. Porque el corazón tiene razones que la razón no entiende.
Danielle
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