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España España · Madrid
Voto de Perplejo:
5
Serie de TV. Comedia Serie de TV (2003-2015). 12 temporadas. 262 episodios. Charlie Harper (Charlie Sheen) es un soltero con dinero que tiene una casa en la playa y gran éxito con las mujeres. Pero su informal estilo de vida en Malibú se ve bruscamente interrumpido cuando su hermano Alan (Jon Cryer), muy deprimido por su divorcio, y su hijo Jake (Angus T. Jones), llegan para quedarse a vivir con él. La situación se complica aún más gracias a Evelyn (Holland ... [+]
4 de mayo de 2013
37 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
La he visto algunos días con espíritu abierto porque sé la buena fama que arrastra. Pero no me acaba de hacer gracia. No puedo empatizar ni con los personajes ni con las líneas de guión. Pretende ser humor inteligente para todos los públicos, lo que no deja de ser algo contradictorio. Tiene ese regusto grasiento, viscoso, de pícaros y serios. Los pícaros traen mujeres a casa, los serios leen el periódico. Ya está. No son viciosos y depresivos. No son timadores y víctimas. No toman drogas recreativas y drogas de farmacia. No. Los malos sólo son molestos. Las discusiones son desencuentros. Las juergas no tienen resaca. Lo emotivo se queda en entrañable. Es América acolchada.

Carece de ironía o un punto de vista rebelde, no hay un giro. No hay verdadera provocación ni revela nada: no hay humor de verdad. Los chistes "burros" sólo son chistes verdes de púber de doce años. Es tan políticamente correcto que asusta. Creo que es una serie apoyada por los Iluminatti. O debe ser porque hay un niño de por medio y con los niños no hay que hacer experimentos. Son hermanos, son heterosexuales. Viven juntos por un azar del destino. El guapo triunfa y el feo come mierda. No piensen más.

Me da pereza desde que veo los spots de la televisión, pasando por la cabecera de la serie. Tiene algo almidonado, forzado. Esas sonrisas, esas poses de cartón piedra. Esa musiquita marchosa de ambiente de hipermercado. Los planos que se alargan para insertar risas enlatadas, las escenas con secundarios al fondo simulando conversaciones neutras, los extras que están como convidados de piedra sólo para soltar una oportuna línea de diálogo, la forma en cómo los personajes entran y salen de manera teatral en el mal sentido del término "teatral", la impresión de que todos los capítulos mantienen el mismo ritual rígido. Es como si ya no ilusiona a nadie de los que trabajan en la serie pero aguantan porque les da de comer.

Hay una palabra que expresa el grado mínimo de transgresión que creo que le va muy bien a esta serie. Es una serie "canalla".

Ay, qué canalla eres, Charlie...
Perplejo
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