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Voto de fadaser:
9
Drama Inglaterra, siglo XVIII. Hermosa, sofisticada y adorada por el pueblo, Georgiana (Knightley) fue la mujer más fascinante de su época. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Fiennes), fue confidente íntima de ministros y mantuvo excelentes relaciones con la Casa Real. Llegó a ser también un icono de la moda, y su influencia en el Partido Liberal fue notable. Sin embargo, fracasó ... [+]
10 de febrero de 2009
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para nosotros en pleno siglo XXI nos es común nuestra forma de comportarnos en sociedad y en la privacidad, nuestros problemas, nuestros amigos y en fin, todo lo que nos rodea. Medianamente sabemos del medio en el que se desenvolvieron nuestros padres, la mayoría de jóvenes poco les pregunta de cómo eran las cosas cuando ellos eran jóvenes. De nuestros abuelos el conocimiento se hace ya mínimo y de nuestros bisabuelos ya no sabemos nada, en muchos casos ni sus nombres.
Debería ser un acto de moral y descencia del ser humano tratar de conocer lo más posible la historia anterior, la historia de nuestros antepasados, por el simple hecho que tenemos inteligencia y eso nos diferencia de los animales. Cuándo han visto que a un perro le importe el origen de sus padres?. Si ustedes fueran miembros de una familia adinerada, creen que sería digno saber de dónde vino ese dinero y desde cuándo hay? O simplemente gastarían sin importarles su origen ni el esfuerzo que costó obtenerlo.
Pues este tipo de matrimonios arreglados en altas esferas fue muy común en el pasado y no sólo en la aristocracia sino también en la burguesía de todo país, como en sudamérica. Muchos de nosotros tenemos antepasados provenientes de matrimonios arreglados en los que el machismo, la traición, el irrespeto total a la dignidad de la mujer fueron el modus operandi de la vida cotidiana de ese entonces.

El film de Saul Dibb retrata de una manera estupenda un capítulo histórico conocido de la aristocracia inglesa en la que sus personajes exhiben rasgos buenos y malos, haciendo notar que nadie es totalmente bueno ni totalmente malo. El personaje de Fiennes realmente cree que su proceder es correcto e irreprochable y el personaje de Knightley al menos lucha como muchas mujeres en ese entonces no fueron capaces de luchar.

Al leer obras costumbristas antiguas de épocas pasadas, y por lo tanto, al conocerlas, uno aprecia más obras históricas de este tipo.
fadaser
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