Era cuestión de tiempo que los hermanos Alenda, continuadores del legado de su padre como reconocido productor y distribuidor, después de ocho cortos multipremiados acabaran estrenando un largo. Y lo hacen de forma notable, con una historia que desarrolla uno de esos cortos, "Not the end" (2014), aunque en palabras de sus directores la idea fue originalmente concebida para un largo que tuvo que esperar hasta ahora una vez solventados los problemas de producción. Gracias a dicho corto, interpretado por los mismos protagonistas, estos ya tenían mucho ganado y la naturalidad y compenetración que desprenden sus personajes es la baza principal de la propuesta.

Maria León esta inmensa y vuelve a demostrar todo su potencial desde que nos sorprendió hace ya ocho años con su "Pepita" en "La voz dormida" de Benito Zambrano. Merecía el mismo reconocimiento, sino más, que su partenaire Javier Rey, que se llevó el premio a mejor actor en el Festival de Málaga. Ambos, en cualquier caso transmiten verdad a una historia de amor entre dos seres que se necesitan, que buscan ser salvados por el otro y donde el amor sirve de puente para ello o se construye a través de ello. El tiempo, que aquí juega un papel decisivo pone todo en su lugar demostrando que el auténtico amor, más allá de los 18 meses que dicen dura el enamoramiento, es más fuerte o nace desde la independencia de cada uno, cuando se comparte lo que se es y no cuando se necesita al otro para ser. Sin ambages, incluyendo la ciencia ficción con igual naturalidad como la que exhiben sus protagonistas, "Sin fin" nos emociona y atrapa, la cámara quiere y respeta a sus interpretes, la edición está muy cuidada y los ojos de María León rezuman ilusión, amor, desamparo, desesperación y esperanza en cada una de sus miradas. Les deseamos lo mejor a esta pareja de directores y a estos personajes. Tiempo al tiempo. Y nunca mejor dicho. 

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