Ya sabéis que, de vez en cuando, me gusta echar la vista atrás y recuperar algún clásico que, por unas razones o por otras, se ha quedado por el camino. Es el caso de este estupendo thriller dirigido por Ron Howard y protagonizado por un Mel Gibson en la cúspide de su carrera cinematográfica.

Corrían los años 90 y era menos frecuente ver remakes en las grandes pantallas. En este caso ‘Rescate’ es una versión de la película ‘Rapto’ de 1956 que estaba protagonizada por Glenn Ford. Aquí se nos presenta a un multimillonario padre de familia al que raptan a su hijo. A partir de aquí, Howard dirige con buen oficio la función, logrando que no decaiga el interés gracias a sus bien planificadas sorpresas de guión.

Habrá a quién le guste más o menos, pero debo decir que todas las vueltas de tuerca que ofrece me parecen interesantes y, sobre todo, bien resueltas: véase Mullen en la televisión, el final…

Aquí, Gibson maneja un papel que le viene como anillo al dedo: un hombre en la cima que tendrá que hacer un descenso a los infiernos con el secuestro de su hijo. Su buena química con la, un pelín, desaprovechada René Russo, es uno de los puntos fuertes de la cinta, que explora fantásticamente los entresijos del matrimonio, aparentemente ideal, pero que, como todos, esconde secretos y egos por donde se puede desquebrajar. En todo momento me los creo a ambos y es la mejor baza del film. Basta con verles hundidos en la azotea como para que no se te parta un poquito el corazón.

Gary Sinise, el prototipo de villano de los 90 hace aquí una interpretación efectiva. No es un actor muy expresivo, pero es capaz de decirlo todo con la mirada, y es algo de lo que Howard se aprovecha al máximo.

En definitiva, ‘Rescate’ sigue siendo un film interesante y sumamente entretenido como para pasar dos horas pegado a la pantalla. Buen cine de los 90, del que ya no se hace.

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