Basada al parecer en sucesos reales del actor inglés George Hamilton en su adolescencia, cuando en compañía de su madre y un hermano emprendieron un viaje a lomos de un Cadillac convertible del 50 a través de varios estados, a consecuencia del rebote pillado por esta, cuando sorprende al marido en flagrante adulterio y ni corta ni perezosa se lanza a la carretera en busca de un padre con posibles para sus hijos y un compañero para ella.

Magnífica ambientación, buena interpretación de Renée Zellweger como esa voluntariosa y excéntrica madre con objetivos vitales puede que discutibles pero desde luego muy bien definidos, seguido por Logan Lerman en el papel de George Hamilton que a través de una omnipresente voz en off se convierte en el narrador y junto con la Zellweger, eje de la trama, Mark Rendall como el otro hermano sensible e irónico (una interpretación que recuerda a Stephen Fry haciendo de Oscar Wilde) que completa el trío de nómadas, Kevin Bacon pasable en las pocas escenas que van salpicando el metraje como ese padre (y marido) cuya afición a las faldas sirve como detonante para la huida del hogar de esposa e hijos y una nutrida nómina de secundarios dando vida al paisanaje con el que se van encontrando a lo largo del camino que cumplen con creces en sus papeles.

Sigue en spoiler por falta de espacio: