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Voto de Sandro Fiorito:
6
Drama Ray Tierney (Edward Norton) es un detective del departamento de homicidios; tres generaciones de su familia han sido policías en Nueva York. Un día le asignan un caso en el distrito controlado por Francis Tierney Jr. (Noah Emmerich), su hermano mayor. A medida que pasa el tiempo, Ray comienza a sospechar que la corrupción afecta a todos sus compañeros, incluido su gran amigo Jimmy Egan (Colin Farrell). (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2010
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque parezca absurdo, uno a veces también se cansa de ver buenas películas. Por que éstas, tienen una trama que te agota, por eso de su deber de tener que exprimir al espectador durante todo el metraje para terminar sorprendiéndole con algo interesante. Y aunque el resultado sea un tipo de sensación que siempre se desea volver a repetir, el cansancio físico y mental a veces nos merma de tal manera que sólo nos quedan ganas para ver una película más sencilla, tranquila y convencional. Y "Cuestión de honor" es casi todo eso.

Por que a pesar de estar inmersa en una trama que suena a vista, el trabajo que se ha realizado en esta cinta supera la corrección, siendo el conjunto de la misma bastante interesante. Tiene sus altibajos, y reconozco que sin Edward Norton la película perdería enteros, pues su trabajo es extraordinario. Es una perla en medio del desierto. Del desierto de la corrupción, que es de lo que nos habla este film, que empieza con el asesinato de cuatro agentes de policía que deberá investigar el detective Ray Tierney después de un largo período fuera de las calles, a pesar de su poca predisposición para volver a las mismas. Pero su padre, Francis, encarnado por un gran Jon Voight al que se agradece cada una de sus apariciones, le convence para hacerlo para así honrar el nombre de los cuatro policías caídos en unas circunstancias cada vez más extrañas. Aquí todo queda en familia, pues además de Francis y Ray, el hermano de este último, "Franny" (Noah Emmerich) también es policía y además es quien dirige el cotarro en la comisaría 31 que dará para tanta polémica. Jimmy Eagan (Colin Farrell) por su parte encarna al mejor amigo de Ray. Sobre Eagan también planeará la extensa sombra de la corrupción.

En definitiva un trabajo interesante con airazo convencional pero con el mérito de que su director transmite bien la historia que él mismo ha creado junto a Joe Carnahan y Robert Hopes. Es por ello una película original en el sentido de que no es ni un remake ni una copia de nada. Simplemente es un producto sencillo y agradable, bien elaborado pero sin la fuerza necesaria para poder llegar a ser una cinta inolvidable o estar en los altares del género. Con mucho que reprochar (escenas tediosas, alguna completamente absurda...) no deja de ser un digno entretenimiento para cubrir las horas muertas uno de esos días en los que el desánimo acompaña y uno no está para adentrarse en argumentos excesivamente complicados.
Sandro Fiorito
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