Media votos
4,8
Votos
8.558
Críticas
461
Listas
45
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de JACHi:
6
2014
6,4
157
Documental
“Cuando uno quiere hacer cine tiene que estar dispuesto a matar a su tía y llevarse su dinero”, dice Menahem Golan en este espléndido documental sobre los dos primos israelíes que pusieron patas arriba la industria de Hollywood con más de 300 títulos producidos. The Go-Go Boys relata el auge y caída de Cannon Films, sus éxitos más memorables y la ruptura, profesional y personal, de sus dos fundadores. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2016
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cannon. Diez segundos de una musiquilla ochentera y un logo así como metalizado muy característico. Era el prólogo habitual de una hora y media de entretenimiento puro y duro. De pequeños, considerábamos Cannon films como una marca de calidad indiscutible.
Y yo, de grande, igual. Porque de pequeño, los ninjas, las patadas de kung-fu, las escenas de tiros en mitad de la calle, y los héroes musculados e invencibles me volvían loco. Y de mayor, pues igual.
No voy a poder evitar, en esta crítica, hablar tanto de este documental, como del otro más popular y divertido de ELECTRIC BOOGALOO. En verdad, mucha gente se ha metido con este último, aduciendo que ridiculizaba a los artífices de toda aquella sucia (y orgullosa) maquinaria de hacer cine videoclubsero, los imparables Menahem Golan y Yoram Globus.
Mi sentencia es que ambos documentales son perfectamente complementarios, y para cualquier amante de ver películas, interesantísimos por igual. THE GO-GO BOYS, que al contrario que aquél, sí contó con la colaboración de los protagonistas de toda esta historia, explora el reverso más humano y sacrificado del proceso que lleva a dos inmigrantes israelíes sin un penique, a las entrañas mismas de Hollywood. ELECTRIC BOOGALOO es más morboso y cachondo, y se centra en lo llamativo, precisamente, que ese fenómeno resulta: dos extraños dictando nuevas normas a una industria absolutamente cerrada y racista.
La opinión personal que he sacado de aquellos dos tipejos es que han hecho mucho bien. Si no hubiera sido por ellos, tan sencillo como que sagas tan chuléricas como EL GUERRERO AMERICANO, DEATH WISH o DELTA FORCE no existirían. Jean-Claude Van Damme no habría sido descubierto gracias a CONTACTO SANGRIENTO y CYBORG, y por lo tanto peliculones de los 90 como SOLDADO UNIVERSAL, BLANCO HUMANO o TIMECOP habrían sido protagonizadas por cualquier musculitos sin carisma, y por consiguiente no serían mitos de las 'action-movies'.
Produjeron una serie de películas con Charles Bronson, Chuck Norris y otras estrellas de acción que, todavía a día de hoy, no puedo evitar quedarme a terminar de verlas cuando las repiten una y otra vez en Paramount Channel: INVASIóN U.S.A., LA LEY DE MURPHY, AL FILO DE LA MEDIANOCHE, KINJITE, LA FUERZA DE LA VENGANZA, MENSAJERO DE LA MUERTE, El HéROE Y EL TERROR, DESAPARECIDO EN COMBATE, EL GUARDAESPALDAS DE LA PRIMERA DAMA... Cualquiera que no las haya visto podría pensar que todas son más o menos lo mismo, pero no es así. Cada una tenía su punto, era cine simplón, pero no malo ni cutre. Estaba todo mucho mejor pensado de lo que muchos críticos (ay críticos...) se creen.
Básicamente, la filosofía del equipo Golan-Globus era producir cine de género. Traducido quiere decir, hacer pelis entretenidas que gusten, que provoquen curiosidad, que den ganas de verlas. Que uno se metiese en un videoclub de 1986, se fuera a su zona correspondiente (Beta o VHS) y se llevara su buena peli de ninjas, de tiros o de aventuras. Más preocupados en hacer gran cantidad, que en vigilar al milímetro la calidad, por razones obvias su "modus" les llevó a producir algunas cosas que no salieron demasiado redondas. Y aunque de chico me chiflaran igualmente, creo que ejemplos como LAS MINAS DEL REY SALOMóN, PIRATAS o YO, EL HALCóN no envejecieron muy bien... ¡Pero ahí quedan, oye!
Todo esto insisto en señalarlo porque a varios de los invitados a "testificar" el legado de la Cannon (en ELECTRIC BOOGALOO, no en este) se les nota bastante resquemorcillo en la voz, por no decir verdadera mala leche. Supongo que lidiar con dos personajes tan nerviosos no era siempre fácil a la hora de filmar una película, sobre todo si uno no sabe cuál es su lugar. La pura e innegable verdad es que la mayoría de las ex-estrellas de entonces que ahora hablan pestes de los propietarios de Cannon, han quedado en eso. En nada, en gente a la que no llaman ni para tomar el té. Menahem y Yoram han sido homenajeados con dos estupendos documentales. Y esto no es casualidad, por mucho que digan mierdas. Sabían de cine, entendían el cine, amaban el cine. Sus detractores no. Eso se nota.
Y yo, de grande, igual. Porque de pequeño, los ninjas, las patadas de kung-fu, las escenas de tiros en mitad de la calle, y los héroes musculados e invencibles me volvían loco. Y de mayor, pues igual.
No voy a poder evitar, en esta crítica, hablar tanto de este documental, como del otro más popular y divertido de ELECTRIC BOOGALOO. En verdad, mucha gente se ha metido con este último, aduciendo que ridiculizaba a los artífices de toda aquella sucia (y orgullosa) maquinaria de hacer cine videoclubsero, los imparables Menahem Golan y Yoram Globus.
Mi sentencia es que ambos documentales son perfectamente complementarios, y para cualquier amante de ver películas, interesantísimos por igual. THE GO-GO BOYS, que al contrario que aquél, sí contó con la colaboración de los protagonistas de toda esta historia, explora el reverso más humano y sacrificado del proceso que lleva a dos inmigrantes israelíes sin un penique, a las entrañas mismas de Hollywood. ELECTRIC BOOGALOO es más morboso y cachondo, y se centra en lo llamativo, precisamente, que ese fenómeno resulta: dos extraños dictando nuevas normas a una industria absolutamente cerrada y racista.
La opinión personal que he sacado de aquellos dos tipejos es que han hecho mucho bien. Si no hubiera sido por ellos, tan sencillo como que sagas tan chuléricas como EL GUERRERO AMERICANO, DEATH WISH o DELTA FORCE no existirían. Jean-Claude Van Damme no habría sido descubierto gracias a CONTACTO SANGRIENTO y CYBORG, y por lo tanto peliculones de los 90 como SOLDADO UNIVERSAL, BLANCO HUMANO o TIMECOP habrían sido protagonizadas por cualquier musculitos sin carisma, y por consiguiente no serían mitos de las 'action-movies'.
Produjeron una serie de películas con Charles Bronson, Chuck Norris y otras estrellas de acción que, todavía a día de hoy, no puedo evitar quedarme a terminar de verlas cuando las repiten una y otra vez en Paramount Channel: INVASIóN U.S.A., LA LEY DE MURPHY, AL FILO DE LA MEDIANOCHE, KINJITE, LA FUERZA DE LA VENGANZA, MENSAJERO DE LA MUERTE, El HéROE Y EL TERROR, DESAPARECIDO EN COMBATE, EL GUARDAESPALDAS DE LA PRIMERA DAMA... Cualquiera que no las haya visto podría pensar que todas son más o menos lo mismo, pero no es así. Cada una tenía su punto, era cine simplón, pero no malo ni cutre. Estaba todo mucho mejor pensado de lo que muchos críticos (ay críticos...) se creen.
Básicamente, la filosofía del equipo Golan-Globus era producir cine de género. Traducido quiere decir, hacer pelis entretenidas que gusten, que provoquen curiosidad, que den ganas de verlas. Que uno se metiese en un videoclub de 1986, se fuera a su zona correspondiente (Beta o VHS) y se llevara su buena peli de ninjas, de tiros o de aventuras. Más preocupados en hacer gran cantidad, que en vigilar al milímetro la calidad, por razones obvias su "modus" les llevó a producir algunas cosas que no salieron demasiado redondas. Y aunque de chico me chiflaran igualmente, creo que ejemplos como LAS MINAS DEL REY SALOMóN, PIRATAS o YO, EL HALCóN no envejecieron muy bien... ¡Pero ahí quedan, oye!
Todo esto insisto en señalarlo porque a varios de los invitados a "testificar" el legado de la Cannon (en ELECTRIC BOOGALOO, no en este) se les nota bastante resquemorcillo en la voz, por no decir verdadera mala leche. Supongo que lidiar con dos personajes tan nerviosos no era siempre fácil a la hora de filmar una película, sobre todo si uno no sabe cuál es su lugar. La pura e innegable verdad es que la mayoría de las ex-estrellas de entonces que ahora hablan pestes de los propietarios de Cannon, han quedado en eso. En nada, en gente a la que no llaman ni para tomar el té. Menahem y Yoram han sido homenajeados con dos estupendos documentales. Y esto no es casualidad, por mucho que digan mierdas. Sabían de cine, entendían el cine, amaban el cine. Sus detractores no. Eso se nota.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Tan osados eran que en su equivocado afán de ser respetados en Hollywoolandia (equivocado porque hiciesen las películas que hiciesen, los snobs de siempre los iban a despreciar, en parte por la envidia derivada del éxito descomunal que llegaron a cosechar) que le metieron mano a la gran super-producción, su más grave error. Eso de ponerse a producir óperas raras o cinema d'auteur con directores "de prestigio" tan sencillo como que no les iba. No es que les viniese grande, es que no era su estilo, y no tenía por qué serlo. Los pobreticos míos, pecaron de nuevos ricos.
Pero aún y con esas, de aquellas ansias insensatas nacieron peliculones mayúsculos. Porque perdonad pero EL TREN DEL INFIERNO es un clasicazo. Y COBRA, una leyenda. Y LIFEFORCE, una auténtica rareza (adoro las rarezas). Y MASTERS DEL UNIVERSO y SUPERMAN 4... Bueno, esas no fueron muy buenas. ¡Pero son divertidas, yo me lo sigo pasando bien con ellas! En serio, a mí no me jodáis, SUPERMAN 3 era una puta mierda en comparación, con las gracietas sin gracia del subnormal de Richard Lester y con Richard Pryor de antagonista, pufffff, qué desastre.
Por otro lado, otras peliculitas que se sacaron con bastante buena fe, yo creo, a mí me resultan deliciosamente ingenuas y simpáticas (vamos, que no me importaría revisionarlas). Ahí tenemos ese musical glam, hortera y ciertamente cachondo llamado LA MANZANA, muy vapuleado por los críticos (ay críticos... y ya van dos) al contrario que otras películas musicales ochenta veces peores y mil veces más insoportables, pero de incomprensible popularidad. Luego tenemos BREAKIN', la única peli que va sobre baile y que me ha interesado hasta la fecha. Y para no dejar de colocarles sus (merecidas) medallas, señalar que distribuyeron algunos de los films que para mí son de culto personal, como LOS INMORTALES, KICKBOXER y la estúpida y genial MANIQUí.
En fin, el resultado de aquella anomalía espacio-temporal que tuvo por nombre Cannon Group le dio al séptimo arte y a sus devotos seguidores muchísimas alegrías. Y más aún, porque su influencia está presente en muchos de los directores actuales. No de los "cagaflores", como les llamo yo, sino los de verdad, los de oficio. Ningún Boyero ni criatura de similar ralea nombrará jamás en sus artículos a Joseph Zito, a Sidney J.Furie, a Michael Winner, a Sam Firstenberg, a J.Lee Thompson, al mismo Menahem Golan... A los currantes, a los artesanos del cine. Yo me descubro ante ellos y además me lo paso pipa. Ellos se lo pierden.
¿Volverá alguna vez ese estilo de hacer películas? No gastar mucho en la producción; hacer guiones simples pero eficaces, escuchando al público; llamar a estrellas emergentes (o en decadencia) para darle lustre a los carteles; obtener beneficios suficientes para producir otro par más... La tendencia vigente parece indicar un NO rotundo y tristísimo.
Que eran unos charlatanes, unos jetas, unos kamikazes, unos excéntricos, unos soñadores, unos zorros... Correcto, os doy la razón. Pero eso sí, confiaban en la película. Amaban lo que hacían, de corazón. ¿Pueden decir lo mismo los productores de Sony, de Disney o de Warner?
Os recomiendo THE GO-GO BOYS y ELECTRIC BOOGALOO. Esto es cine, amigos. Pillad palomitas.
Pero aún y con esas, de aquellas ansias insensatas nacieron peliculones mayúsculos. Porque perdonad pero EL TREN DEL INFIERNO es un clasicazo. Y COBRA, una leyenda. Y LIFEFORCE, una auténtica rareza (adoro las rarezas). Y MASTERS DEL UNIVERSO y SUPERMAN 4... Bueno, esas no fueron muy buenas. ¡Pero son divertidas, yo me lo sigo pasando bien con ellas! En serio, a mí no me jodáis, SUPERMAN 3 era una puta mierda en comparación, con las gracietas sin gracia del subnormal de Richard Lester y con Richard Pryor de antagonista, pufffff, qué desastre.
Por otro lado, otras peliculitas que se sacaron con bastante buena fe, yo creo, a mí me resultan deliciosamente ingenuas y simpáticas (vamos, que no me importaría revisionarlas). Ahí tenemos ese musical glam, hortera y ciertamente cachondo llamado LA MANZANA, muy vapuleado por los críticos (ay críticos... y ya van dos) al contrario que otras películas musicales ochenta veces peores y mil veces más insoportables, pero de incomprensible popularidad. Luego tenemos BREAKIN', la única peli que va sobre baile y que me ha interesado hasta la fecha. Y para no dejar de colocarles sus (merecidas) medallas, señalar que distribuyeron algunos de los films que para mí son de culto personal, como LOS INMORTALES, KICKBOXER y la estúpida y genial MANIQUí.
En fin, el resultado de aquella anomalía espacio-temporal que tuvo por nombre Cannon Group le dio al séptimo arte y a sus devotos seguidores muchísimas alegrías. Y más aún, porque su influencia está presente en muchos de los directores actuales. No de los "cagaflores", como les llamo yo, sino los de verdad, los de oficio. Ningún Boyero ni criatura de similar ralea nombrará jamás en sus artículos a Joseph Zito, a Sidney J.Furie, a Michael Winner, a Sam Firstenberg, a J.Lee Thompson, al mismo Menahem Golan... A los currantes, a los artesanos del cine. Yo me descubro ante ellos y además me lo paso pipa. Ellos se lo pierden.
¿Volverá alguna vez ese estilo de hacer películas? No gastar mucho en la producción; hacer guiones simples pero eficaces, escuchando al público; llamar a estrellas emergentes (o en decadencia) para darle lustre a los carteles; obtener beneficios suficientes para producir otro par más... La tendencia vigente parece indicar un NO rotundo y tristísimo.
Que eran unos charlatanes, unos jetas, unos kamikazes, unos excéntricos, unos soñadores, unos zorros... Correcto, os doy la razón. Pero eso sí, confiaban en la película. Amaban lo que hacían, de corazón. ¿Pueden decir lo mismo los productores de Sony, de Disney o de Warner?
Os recomiendo THE GO-GO BOYS y ELECTRIC BOOGALOO. Esto es cine, amigos. Pillad palomitas.