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Voto de El Nota:
5
2011
7,5
2.405
Documental
Es ésta una muestra más del interés de Scorsese por el mundo de la música. En este caso muestra el viaje musical y personal de George Harrison y su constante búsqueda de un equilibrio entre lo físico y lo espiritual. Además de las consabidas imágenes de archivo, incluye el testimonio de amigos y familiares sobre la vida del antiguo Beatle. (FILMAFFINITY)
27 de noviembre de 2011
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
1ª Parte:
Scorsese se ha vuelto a enfrentar a la difícil tarea de construir un perfil de una personalidad universalmente conocida por sus dotes artísticas, y al fin y al cabo, humanísticas. Esto hace que contar algo nuevo, de gran interés y con una mirada distinta sea más complicado que realizarlo sobre una persona anónima o de la que conozcamos menos datos biográficos y así poder realizar un planteamiento sobre la personalidad que parta desde cero.
Sin especificar los hechos, anécdotas y testimonios que se encuentran a lo largo del metraje, el documental divide la vida de George Harrison en dos partes: la "Beatle" y la "post-Beatle". La continua catarata de datos hacen que uno se enganche y tenga esa sensación de querer más y por tanto tener un sabor agradable durante todo el documental, pero lamentablemente nunca llega ese verdadero "más" que convierte a una obra en grande.
Lo que quiero decir es que en 208 minutos no llega a profundizar realmente en ese misticismo que envolvía a George Harrison, quedándose en cuestiones más superficiales de bienes personales, mujeres y viajes, sin adentrarse por tanto en su mundo interior, esto es, conocer qué pensaba, hacía, creía y aportaba Harrison al mundo desde su punto de vista: desde las raíces de esa supuesta naturaleza del ser humano que le sedujo, aunque traducidas a través del documental y en síntesis, fue que le caía muy bien Ravi Shankar. No me extraña, a todos nos seduce un genio.
(Sigo en el spoiler, pero tranquil@s, sin desvelar nada que pudiera ser desvelado)
Scorsese se ha vuelto a enfrentar a la difícil tarea de construir un perfil de una personalidad universalmente conocida por sus dotes artísticas, y al fin y al cabo, humanísticas. Esto hace que contar algo nuevo, de gran interés y con una mirada distinta sea más complicado que realizarlo sobre una persona anónima o de la que conozcamos menos datos biográficos y así poder realizar un planteamiento sobre la personalidad que parta desde cero.
Sin especificar los hechos, anécdotas y testimonios que se encuentran a lo largo del metraje, el documental divide la vida de George Harrison en dos partes: la "Beatle" y la "post-Beatle". La continua catarata de datos hacen que uno se enganche y tenga esa sensación de querer más y por tanto tener un sabor agradable durante todo el documental, pero lamentablemente nunca llega ese verdadero "más" que convierte a una obra en grande.
Lo que quiero decir es que en 208 minutos no llega a profundizar realmente en ese misticismo que envolvía a George Harrison, quedándose en cuestiones más superficiales de bienes personales, mujeres y viajes, sin adentrarse por tanto en su mundo interior, esto es, conocer qué pensaba, hacía, creía y aportaba Harrison al mundo desde su punto de vista: desde las raíces de esa supuesta naturaleza del ser humano que le sedujo, aunque traducidas a través del documental y en síntesis, fue que le caía muy bien Ravi Shankar. No me extraña, a todos nos seduce un genio.
(Sigo en el spoiler, pero tranquil@s, sin desvelar nada que pudiera ser desvelado)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
2ª Parte:
A mí me seducen también Scorsese y Harrison (en ese orden, jeje), pero creo que al igual que en "Shine a light (2008)" (a pesar de ser perfiles de documental distintos) la unión no hace la fuerza, y el tito Marty viaja durante mucho tiempo hacia no sabemos donde. O hacía dónde sí sabemos, pero no queremos...
Dicho esto, creo que esta vez la gran cantidad de material invertido en este retrato no compensa lo impersonal de esta última propuesta de Scorsese. Las canciones además, debido al fugaz empleo de estas, no da tiempo a que te impregnen los sentidos. Y es que proviene de unas manos y una mirada presentes desde "Woodstock (1970)" como montador y ayudante del director Michael Wadleigh, pasando por "El último vals (1978)" o en la más reciente y acertada respecto a la protagonista de esta reseña, "No Direction Home: Bob Dylan (2005)" con la que comparte número de minutos. No tiene rastro de estas películas, ni de ninguna otra de Scorsese, ya que no poseé una forma, estructura, montaje, plano o entrevista que podamos asociar al director de Queens. Todo el discurso transcurre como el más correcto de los documentales o reportajes que podemos ver en Informe Semanal o Documentos TV, con la salvedad de la duración.
Aun así, el documental entretiene y contiene algunos aspectos de interés, pero quería dejar claro dada la gran aceptación que ha tenido en el mundo, que a veces aunque cueste reconocerlo porque nuestra predisposición nos ciega, la luz de dos astros no siempre ilumina más cuando están juntos que separados.
¡Toma ya!
A mí me seducen también Scorsese y Harrison (en ese orden, jeje), pero creo que al igual que en "Shine a light (2008)" (a pesar de ser perfiles de documental distintos) la unión no hace la fuerza, y el tito Marty viaja durante mucho tiempo hacia no sabemos donde. O hacía dónde sí sabemos, pero no queremos...
Dicho esto, creo que esta vez la gran cantidad de material invertido en este retrato no compensa lo impersonal de esta última propuesta de Scorsese. Las canciones además, debido al fugaz empleo de estas, no da tiempo a que te impregnen los sentidos. Y es que proviene de unas manos y una mirada presentes desde "Woodstock (1970)" como montador y ayudante del director Michael Wadleigh, pasando por "El último vals (1978)" o en la más reciente y acertada respecto a la protagonista de esta reseña, "No Direction Home: Bob Dylan (2005)" con la que comparte número de minutos. No tiene rastro de estas películas, ni de ninguna otra de Scorsese, ya que no poseé una forma, estructura, montaje, plano o entrevista que podamos asociar al director de Queens. Todo el discurso transcurre como el más correcto de los documentales o reportajes que podemos ver en Informe Semanal o Documentos TV, con la salvedad de la duración.
Aun así, el documental entretiene y contiene algunos aspectos de interés, pero quería dejar claro dada la gran aceptación que ha tenido en el mundo, que a veces aunque cueste reconocerlo porque nuestra predisposición nos ciega, la luz de dos astros no siempre ilumina más cuando están juntos que separados.
¡Toma ya!