Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Cristian Crucianelli
1 2 3 >>
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
7
9 de enero de 2019
133 de 153 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me invitaron a ver la película y dudé. Las críticas que me habían llegado no eran muy halagüeñas. Siempre considerando a mi gusto que ninguna película de Eastwood es mala, hasta las mediocres son buenas, decidí aceptar el invite.
Me encontré con algo mejor de lo que esperaba (o me habían dicho). Sin ser una gran película de esas que marcarán la carrera de Clint, es una obra que suma a su ya muy buena obra.
La cinta te atrapa, la narración es muy apropiada, típico en sus obras, Eastwood nos va llevando por las narices, entreteniendo aún en los momentos en los que el guión hace muy pequeños baches. El ritmo aun siendo cansino, te invita a seguirlo, y lo acompañás gustoso y atento. Clint protagoniza (como siempre) a Clint, lo que no le quita ningún valor más que el de decir 'a este tipo lo tengo de algún lado'. En este caso compone un anciano ........ (no voy a decir de qué características) que no se agota en el componente humano de emociones esquivas o casi ausentes. Gracias a su humor tan ácido como encantador, redondea un personaje de esos para guardar en una galería personal, para bien o para mal, de 'tipos Clint'. Y, eso, a veces resta y, a veces suma.
Los que lo acompañan en el reparto, Fishburne, Cooper, Andy García y Dianne Wiest -en sus muy cortos roles-, cumplen sin más, pero la historia contada no les deja mucho qué hacer, quizás destacándose un poco en lo suyo Cooper. Es que es una película donde parece que Clint ocupara toda la pantalla con un personaje un tanto más grande que la historia contada.
En suma, aunque releyendo esta crítica hasta aquí, pareciera que tiene más bajas que altas, para nada es así, porque lo flojo es muy poco flojo y lo bueno es muy bueno. Mirala, no te vas a arrepentir y, quizás, sólo quizás, la incluyas en la lista de las 5 mejores de Eastwood, o entre las mejores 10 seguro, y tiene muchas. Lo que no es poco.
Cristian Crucianelli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1
14 de diciembre de 2019
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pierdan el tiempo. Salvo que te guste el durazno y lo soportes ya masticado. Imaginate, si el durazno te asquea y encima te lo dan masticado.
No pierdas tu tiempo! La película se vende en los primeros 5 minutos, con un poster que nada deja a tu imaginación. Sólo tiene una a favor: al menos cuando yo la vi, el pasillo (y el cine) estaban vacíos. Pude correr, salir a la calle e ir urgente a encerrarme a otro cine a ver cualquier cosa, no importa cuál... cualquier cosa, sería mejor.
Cristian Crucianelli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
24 de septiembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia simple, una historia universal, contada con la sensibilidad oriental en el sabroso momento del cine coreano. Cine que ya no sorprende, pero sí en este caso, ya que se aleja de sus tópicos habituales. Dueños del cine negro de la época, los surcoreanos se animan -bienvenido sea-, a adentrarse en un género que no brillaba por esos lares, quizás con la excepción de un brillante esteta como Kim Ki-duk y un alocado Chan-wook Park (o el poeta Zhang Yimou pero ya yéndonos al anciano y sabio cine chino).
Este atrevimiento del director John H. Lee que desafía las tendencias del riesgo (costo-beneficio) sin miedo al ridículo, nos regala una fresca historia de luces y sombras de una pareja tan bien llevada por la alquimia del actor Jung Woo-sung y la hermosa Son Ye-jines, Romeos y Julietas eternos que nunca se escapan a cuanta historia de amor es sabiamente contada, como en esta película, logrando que quieras que te cuenten la misma historia una vez más. Una y otra vez, como se desea que una y otra vez, nos encontremos con estos momentos del cine que son para recordar.
Cristian Crucianelli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
17 de marzo de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a empezar con una crítica: no sé qué tiene que hacer Emile Hirsch en esta película, anda más perdido que el personaje de 'Hacia rutas salvajes' en la nevisca. Quizás los productores necesitaban de un nombre de peso; pero, aclaremos: Emile tampoco es Marlon Brando. Hasta aquí lo malo.

Pero la peli tiene algo de extraña, de 'cosa' rara. No muestra nada nuevo, pero, por momentos y, sin exabruptos ni excesos del tipo gore, intranquiliza, impacta, silencia, asquea (en el buen sentido de rechazo de una escena por bien lograda).

Lo mejor: el pibito, su voz, sus movimientos, su gesto de 'gato hermoso' del que todos deberíamos cuidarnos, logra fascinar. Todo un actorcito este chico (Luke David Blumm) que con solo 11 años de edad pinta bien y tiene ya sus buenos antecedentes. A seguirlo...

Por lo demás, hay un giro (buen giro) que logra subir la historia un par de escalones hacia el 'gancho' argumental y lo verosímil de la historia. Sin él, sería quizás sólo una película más, para dejar pasar.

Por lo tanto, no es para dejar pasar, pero tampoco te esperes demasiado. Si te sobra un rato y no andás pretencioso, te distrae un rato.

Lástima Emile Hirsch... pero tampoco es película para Jack Nicholson.

Bs. As. - Argentina
Cristian Crucianelli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
28 de marzo de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobria. Sobria en imágenes; sobria en gestos. Jung Ji-Woo, su director, sabe lo que tiene entre manos: una mínima dosis de excesos, rompería el equilibrio de una obra que juega con la minuciosidad de lo estoico, de lo no dicho; ahí, donde el cine se hace grande, en lo no sobreentendido. Si bien el guión es un tanto confuso y, para los occidentales, se nos figura difícil distinguir la fisonomía de los orientales, las piezas van armando poco a poco el laberinto. Quizás la médula de la historia tarda en desprenderse del hueso y se hace desear, a riesgo de perder el interés acerca de lo que cuenta y hasta preguntarse a qué género nos enfrentamos. Pero, cuando el 'hilo' se deja ver, corta. Se va ovillando y despierta el deseo de descubrir qué sucede con la confusión que, hábilmente, el director se encarga de tejer con el mismo fino hilo. La elegancia es garantía de calidad y la mayor parte de la calidad del film está en ese gran actor que es Choi Min-sik, un lujo que, desde el director menos pretencioso al más encumbrado y ambicioso, desea tener en su plató. A Choi no le sobra un gesto, no le falta nada. Nada lo apura en su arte, que maneja con la facilidad de un gran maestro de la mentira, que es el material con que trabaja el mejor artista en escena. Y, haciendo pivot en su arte, sus silencios y taciturnas miradas, con elegancia casi petulante, hace girar la historia a su derredor y la película se pone en marcha en toda su dimensión. La última media hora, incluído el epílogo, descorre el velo a una velocidad que preanuncia su fin. Y, es ahí, donde hace su giro; donde caes en la cuenta de que te estaban haciendo trampa (afortunadamente). Y, si bien, incluso minutos antes de ese punto, bien se puede adivinar de qué viene el engaño y hacia dónde va la verdad, la 'solución' te conforma, aplicando tu buena voluntad en aceptar el desenlace, para dejar entrar el drama como agregado exacto a una película que parecía ir sólo como 'una más de intriga'.
El final hace un repaso -también elegante-, de sí mismo. Dicho de mala manera: el final te cuenta el final. Y, la tan mentada Elegancia, se sale con la suya. Afortunadamente!
Cristian Crucianelli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow