Ataco todos los western que se filman en la actualidad porque me gusta comprobar como se revisita y actualiza un género tan memorable para la historia del cine. La película cumple con todos los cánones pero desde un enfoque mas crudo y creíble que en las películas clásicas. Las conversaciones son escasas pero relevantes; los personajes son sólidos y bien construidos y la trama es clásica y emocionante. El paisaje y la ambientación merece un punto y aparte porque es de lo mas logrado de la película. Hay intriga, caballos, tensión, sorpresas y un buen final. Un gran western .

Tengo la sensación de que a veces olvidamos lo que vamos a ver y por eso nos sentimos defraudados; de ahí las críticas negativas. Se trata de una historia real que trata de contar sin artificios, al estilo de su director: el despegue, triunfo y ruptura de uno de los grandes grupos de los 60 que yo personalmente desconocía, aunque sus canciones están en la memoria colectiva. Es un musical en toda regla con multitud de canciones rodadas con absoluta maestría, con unas coreografías y voces perfectas que en nada tienen que envidiar a sus originales. No se obvian los momentos más tristes ni se omiten las miserias y desavenencias del grupo ni sus conflictos personales, por lo que poco se puede achacar a este respecto. Tal vez las parrafadas de los protagonistas a la cámara sea lo que más puede chirriar en algún momento de la película, pero es una crítica menor. Si no te gusta la música no es tu película pero si te interesan los 60, los grupos vocales, las discográficas y la influencia omnipresente de la mafia, estás ante una gran película. Destaca el personaje de Tomy, inconmensurable, pero todos están bien caracterizados. Se agradece que sean actores desconocidos.

Muchos ingredientes bien mezclados en un batiburrillo que va y viene pero que no llega a emocionar en ningún momento. Es una fábula con mensaje que e pierde por un exceso de moralizar sin aportar un argumento solido y emocionante. Diría que es la peor película de pixar hasta la fecha. Los personajes discurren sin pena ni gloria, todo tan colorido y chachi que da miedo.

Serie correcta pero sin alma, bien facturada pero que no trasciende. Eso si, cumple con todos los clichés de los tiempos que corren. Muchacha atrevida, liberada, por su puesto no heterosexual y de izquierdas que enseña a un bisoño muchacho de derechas a perseguir la verdad cueste lo que cueste ( en el comic ese contraste no es tan exagerado ni ridículo), y el País que no falte como periódico de lectura obligatoria en el ministerio. Siguiendo con los clichés; en el ministerio son todos medio idiotas salvo la muchacha pelirroja y su Robín que a su lado está aprendiendo a decir tacos y lo que es la vida, en fin..... A mi no me resulta para nada aburrida y se deja ver perfectamente pero me parece un trabajo de encargo teledirigido y con todos los ingredientes que exige quien otorga las subvenciones y permisos; es decir el gobierno de turno. Creo que el mejor Amenabar está en las películas de genero como Tésis o la de Nicole Kidman cuyo nombre no me viene a la cabeza.