- Sinopsis
- Shin Suk-Ho (Ji Sung) trabajó como director en una gran compañía de entretenimiento. Ahora es el presidente de una pequeña empresa del mismo rubro. Tras una serie de incidentes, intentará formar una banda musical y conseguir el éxito. (FILMAFFINITY)
- Género
- Serie de TV Drama Romance Comedia Música
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2016 / Corea del Sur
- Título original:
- Ddanddara
- Duración
- 50 min.
- Guion
El paraguas verde
5 de abril de 2024
Ji Sung posiblemente sea mi actor favorito surcoreano. Casualidad o no, las series que hace son las que más me gustan, y este es un ejemplo de drama dulzón, convencional y, quizá por todo ello, correcto.
También estoy empezando a pensar que hay una época, entre el año 2010 y el año 2020, en la que las series surcoreanas eran mejores, más entretenidas, menos pesadas. Puede que antes de que llegara el boom internacional se limitaran a ser fieles a sí mismos, a su idiosincrasia y cultura, sin menos modernidades que el siglo veintiuno ha traído. Esto puede ser cierto o no serlo, lo planteo como mera hipótesis.
Sea como sea, tenemos esta «Entertainer» del año 2016 sobre un productor musicial que sufre un cambio radical en su vida a raíz de una serie de acontecimientos dramáticos. La serie busca casi de manera constante que te eches a llorar y admito que yo he evitado las lágrimas por los pelos, pero he resistido. Música, lucha de poderes, culpas, redención y una historia romántica que, con apenas cuatro pinceladas, te enamora por completo.
Suk-ho y Geu-rin son la pareja perfecta y la lástima, una vez más, es que se quede como a medias, es decir, que la parte romántica sea tan escueta. Suk-ho es un hombre adulto, con experiencia, de alto valor y carismático; Geu-rin es una joven que empieza a vivir, exultante de vitalidad, de optimismo y de alegría. Diecisite años de diferencia se llevan en la vida real ambos actores, pero es precisamente esa diferencia, ese contraste entre personalidades y vivencias, lo que provoca que se construya un amor creíble y hermoso, inevitable. Juntos son extrañables, un romance protegido bajo un paraguas verde lleno de significado. Qué desperdicio, ¡qué desperdicio de romance!
Además, el tema «Puedes llorar» es realmente bonito.
También estoy empezando a pensar que hay una época, entre el año 2010 y el año 2020, en la que las series surcoreanas eran mejores, más entretenidas, menos pesadas. Puede que antes de que llegara el boom internacional se limitaran a ser fieles a sí mismos, a su idiosincrasia y cultura, sin menos modernidades que el siglo veintiuno ha traído. Esto puede ser cierto o no serlo, lo planteo como mera hipótesis.
Sea como sea, tenemos esta «Entertainer» del año 2016 sobre un productor musicial que sufre un cambio radical en su vida a raíz de una serie de acontecimientos dramáticos. La serie busca casi de manera constante que te eches a llorar y admito que yo he evitado las lágrimas por los pelos, pero he resistido. Música, lucha de poderes, culpas, redención y una historia romántica que, con apenas cuatro pinceladas, te enamora por completo.
Suk-ho y Geu-rin son la pareja perfecta y la lástima, una vez más, es que se quede como a medias, es decir, que la parte romántica sea tan escueta. Suk-ho es un hombre adulto, con experiencia, de alto valor y carismático; Geu-rin es una joven que empieza a vivir, exultante de vitalidad, de optimismo y de alegría. Diecisite años de diferencia se llevan en la vida real ambos actores, pero es precisamente esa diferencia, ese contraste entre personalidades y vivencias, lo que provoca que se construya un amor creíble y hermoso, inevitable. Juntos son extrañables, un romance protegido bajo un paraguas verde lleno de significado. Qué desperdicio, ¡qué desperdicio de romance!
Además, el tema «Puedes llorar» es realmente bonito.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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