Una sola noche (2010)

Primero, se confirma totalmente que se plancha mejor sobre el pecho de Keira Knightley que sobre su espalda. Yo no suelo hacer este tipo de comentarios, pero tenía que decirlo.

Ahora vamos al lío. No sé qué nombre es Massy, no estoy muy puesto en nombres élficos, pero estoy segurísimo de que la ha dirigido una mujer (como sea un tío la pringo), una de esas que dan de comer a Nora Ephron y a Oprah. Digo esto porque hay sobredosis de planos detalles de miraditas al infinito, exaltación suprema del personaje femenino protagonista y "azuquita" a granel. También hay hombres que usan estas artimañas, pero entonces Eva Mendes hubiera aparecido desnuda y no es el caso.

Cualquier intento de parecerse a Closer se queda en excremento reseco tras horas de sol. La Massy, para dejar constancia de que ella no copia sino que homenajea, hace un plano en slow-motion de la Keira caminando hacia el frente en una calle concurrida en la que ella es el centro de atención. Justo así empezaba Closer, con la hermana de Keira, Natalie Portman.

El caso es que es una cinta de enredos que no aporta mucho nuevo pero sí que deja cosillas dignas. Un nuevo análisis sobre la pareja joven neoyorquina que ya hizo alguien con otros actores y que solo se dejara de hacer cuando se firme un decreto-ley cuyo borrador estoy terminando, paciencia.

Bueno, aunque la esté poniendo por los suelos, no es tan mala. Como ya dije tiene cosas que se salvan y que comentaré en Spoiler. Si la ves bien, si no la ves también, seguramente ya la habrás visto con otros actores y la misma música, la misma fiesta de pijos, el mismo apartamento acristalado y sin paredes y las mismas copas sacadas de los mismos minibares. Si piensas verla por Eva Mendes, ponte Training Day y ten el botón de Pause preparado, te motivará más que en esta peli.

Este interesante drama cuenta la historia de Michael (Worthington) y Johanna (Knightley), un matrimonio joven y aparentemente tranquilo que en realidad esconde una enraigada desconfianza mutua alimentada por los secretos, las dudas y las mentiras. Se quieren, si, pero ese amor está infectado por esa falta de confianza que amenaza con destruir sus lazos. Esta crisis matrimonial alcanza un punto crítico cuando ambos se sientan tentados a a la infidelidad por distintas razones.
Él está en viaje de negocios con una voluptuosa compañera por la que se siente atraído, mientras que ella reencuentra un antiguo amor por el que no sabe si aun siente algo. ¿Sucumbiran ambos a la tentación? ¿Pasará alguno la prueba de fuego?
Esta notable película juega con el espectador manteniéndolo en vilo hasta casi el último momento, donde el azar es un elemento clave para el equilibrio de la balanza de ambos conyuges. Aplaudo a este director que ha sabido crear un paralelismo prácticamente perfecto entre la noche de los dos, consiguiendo una tensión y un ligero suspense que genera casi tanta expectativa como un thriller. Massy Tadjedin ha conseguido una atmosfera realista y profunda a la vez, en la que los silencios son tan importantes como las palabras.
Magníficas interpretaciones de Keira Knightley y Sam Worthington, cuya química y profesionalidad son un delicioso regalo para la vista, ellos juegan con las miradas de tal modo que sus miradas dicen más que sus palabras. Me ha gustado también la interpretación del actor frances Guillaume Canetm, interpretando a ese antiguo amor que aun sigue enamorado de la atractiva Johanna y a la que trata de reconquistar.
Recomiendo esta película a todos aquellos que prefieren la insinuación al hecho en sí, aquellos que aprecian un buen guión y unas buenas interpretaciones por encima de la acción.