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Grace de Mónaco (2014)

Grace de Mónaco
103 min.
4,4
2.525
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Premios
2014: Festival de Cannes: Sección oficial (inaguración)
2015: Emmy: Nominada a Mejor telefilm
2015: Sindicato de Actores (SAG): Nom. Mejor actriz miniserie/película TV (Kidman)
5
UN SUPERFICIAL DRAMA DE 6 MESES
Siempre se ha dicho que toda publicidad es buena, por mala que ésta sea. Que hablen de uno aunque sea para mal significa que estas en sus cabezas y no eres olvidado.

El francés Olivier Daham casi fiel al refrán, ha provocado que se hable mucho de su película aunque seguro que no como hubiera deseado. Daham quería dar en el clavo de nuevo con un biopic –recordemos que saltó a la fama por la dirección de “La vida en rosa” por la que Marion Cotillard ganó el Oscar a mejor actriz en 2007–, pero esta vez ha pinchado en hueso.

Y es que “Grace de Mónaco” ha arrastrado varios problemas desde el principio. Desde los distintos puntos de vista conceptuales con los Weinstein, a los retrasos en las fechas de estreno (era la idea inicial), a por supuesto las críticas hacia la verosimilitud de lo que se cuenta en la película por parte de la corona monegasca. Todo ello en el fondo ha generado un caldo de cultivo propicio para el más grande de los escarnios dentro del mundo de la crítica. Los cuchillos afilados en todo lo alto.

“Grace de Mónaco” no es un biopic al uso donde veamos la infancia, enamoramiento y trágico fallecimiento de la actriz/reina; sino que se centra exclusivamente en los primeros meses del 1962, año –por lo visto– crucial tanto en el devenir familiar Grimaldi como en la estabilidad del Principado de Mónaco.

Grace Kelly se dedicó a la interpretación a pesar de la oposición familiar, consiguiendo que sus deseos primaran por encima de los de su estricto padre. Una vez alcanzó su sueño y en los poco años en los que se dedicó a ello (del 1951-56), tuvo tiempo de convertirse en la musa del mejor Hitchcock, trabajar con Gary Cooper, Cary Grant, Bing Crosby, William Holden, James Stewart y Clark Gable, y ganar a su vez un Oscar a mejor actriz en 1954 por “La angustia de vivir”.
Grace Kelly tenía aspecto de princesa, poseyendo factores que así te hacían contemplarla: Un bonito cabello rubio, una preciosa cara angelical y una extraordinaria dulzura y elegancia. Toda una futura reina.

En “Grace de Mónaco” Daham quiso centrarse en ese dilema interno que supuso para Grace Kelly el tener que dejar la interpretación (en pleno auge) una vez se convirtió en la reina consorte de Mónaco, y en los problemas de adaptación que una norteamericana de Filadelfia estaba viviendo en pleno corazón de Europa. La película comienza con Alfred Hitchcock visitando a la ya reina para ofrécele el papel en “Marnie la ladrona” en un momento de crisis dentro del matrimonio Grimaldi y en la política del principado, con Francia y Mónaco enzarzados en pleno choque diplomático sobre la exención de impuestos y la fuga de empresarios franceses al paraíso fiscal.

Lo más destacable de la película, con guion de Arash Amel, es el impresionante trabajo de vestuario a cargo de la célebre diseñadora de vestuario Gigi Lepage, la mujer que se encuentra detrás de los 49 'looks' lucidos por Kidman; un trabajo que esconde meses de investigación, búsqueda, confección y recreación de piezas que alcanzan la categoría de obra de arte. La otra parte destacada es sin lugar a dudas es la interpretación y dedicación que Nicole Kidman ha puesto para el papel de Grace, algo que le ha supuesto a la actriz meses de visionados de videos de sus películas y grabaciones de televisión de su vida política como Su Alteza Serenísima la Princesa Grace de Mónaco.

Sin embargo la película presenta múltiples trabas para el desarrollo satisfactorio de la historia. Desde la enorme frialdad con la que Daham expone “su” historia, a la incompatibilidad de Tim Roth como pareja de Nicole Kidman, la extraña y deficiente filmación a través de excesivos primeros planos del rostro de Kidman –redundancia–, pasando por lo estereotipados de muchos de los personajes mostrados –políticos franceses, Aristóteles Onassis, el excesivamente influyente Padre Tucker (Frank Langella), incluso la exagerada Paz Vega como María Calas–. Muchos factores que completan un producto insatisfactorio en varios aspectos.

No obstante y a pesar de ello, lo cierto es que me interesó en todo momento la historia. El cine tiene esas cosas. No sé si fruto de mi desconocimiento en lo sucedido en esa época, o por el tesón que Nicole Kidman ponía en cada plano, pero la realidad es que no desconecté en ningún momento. Será la magia de un personaje de cuento.

Lo mejor: Nicole Kidman y todo el diseño de vestuario.
Lo peor: La mayúscula frialdad con lo que todo está filmado.
Valoración:

Banda sonora: 5, Fotografía: 5.5, Interpretación: 6, Dirección: 3, Guion: 4.5
NOTA FINAL: 4,80

@hilodeseda - www.habladecine.com
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22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Soy demasiado cheli para hijo de la Kelly, demasiado rockero para el facha de Rainiero
Grace de Mónaco era muy desgraciada porque:

. No la dejaban reformar orfanatos para mejorar la vida de los huerfanitos.

- No la dejaban cantarle las cuarenta a los grandes mandatarios mundiales.

- No la dejaban ser ella misma, tan americana, tan madeherself.

- No la dejaban hacer pelis, esto casi provoca un conflicto mundial.

- No la dejaban cortarse el pelo a su gusto porque Rainiero se enfadaba.

Menos mal que Grace se hizo fuerte y demostró que ella solita podía:

- Ser la gran embajadora de la paz mundial y mediar en todos los conflictos.

- Convencer al mundo de que Mónaco era el paraíso en la Tierra.

- Salvar al pequeño principado de las garras de la terrible y voraz Francia.

- Destripar los entresijos del espionaje europeo y desmontarlos.

- Convertir el amor en el gran motor de la política mundial.

Y lo que le ha faltado a Olivier Dahan es hacer que Grace:

- Derribara el muro de Berlín y pusiera punto final a la guerra fría.

- Pisara la luna por primera vez de la manita de Neil Armstrong.

- Descubriera la vacuna contra el cáncer.

- Fuera la gran impulsora de la Unión Europea.

- Terminara con el hambre en el mundo.

En fin, una especie de hagiografía de Grace Nelly sólo apta para espíritus crédulos hasta lo patológico. Y por Diossss, un poquito de por favor, que a la Kidman con tanto primer plano milimétrico se le ven hasta los mocos y las costuras que le han hecho los quiroplásticos en la nariz. Coño, Dahan, qué cabrón!

Y el pobre Tim Roth, siempre a su vera en plan comparsita, parece Papá Pitufo al lado de la esbelta Kidman. Qué manera de devaluar la imagen de un gran actor! Cómo pudiste prestarte a esto, Roth, alma de cántaro. En qué estarías tú pensando.

Por cierto, desde aquí mi homenaje póstumo a Virus, el grupo que en los ochenta fue capaz de chotearse tutiplén de toda esta panda y con dos cojones se atrevió a cantar aquello de:

Papá Rainiero no me quiere de heredero.

Soy demasiado cheli para hijo de la Kelly,

Demasiado rockero para el facha de Rainiero.
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19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
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