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Trust (Confía en mí) (1990)

Trust (Confía en mí)
107 min.
7,1
2.114
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Es una comedia urbana y mordaz, ambientada en un barrio de clase media norteamericano, en el que confluyen la violencia, los milagros y toda clase de peripecias. María es una estudiante a la que su novio, que sólo piensa en triunfar en el deporte, ha dejado embarazada. Cuando su padre se entera, muere de un infarto. Mathew es un especialista en electrónica: fatalista, desilusionado y violento. Repudiada por su madre y por su novio, María se cruza con Mathew, cuando acaba de abandonar violentamente su trabajo y la casa de su padre, un hombre riguroso y obsesivo. En poco tiempo se convierten en una pareja estable, pero ya se encargará la vida de demostrarles que las cosas no son tan sencillas como parecen. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Comedia Cine independiente USA Comedia dramática
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Trust
Duración
107 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Estados Unidos-Reino Unido;
Links
Premios
1991: Sundance: Mejor guión
Aclamada cinta de cine independiente, singular combinación de melodrama y comedia romántica al mismo tiempo, que narra la historia de una joven embarazada que encuentra a su alma gemela en otra persona con problemas para adaptarse a la sociedad que les rodea. "Una historia de sexo, amor, tv... y confianza" que apenas estrenada obtuvo la etiqueta de film de culto.
[FilmAffinity]
"Magnífica"
[Cinemanía]
8
Aquellos maravillosos 90's.
Qué olvidado tenía a este hombre. Un buen amigo mío era un fan absoluto y nunca perdía la ocasión de recomendármelo, allá por los gloriosos 90's, esa década mágica. Admito que nunca le hice mucho caso. La primera película de Hartley que vi fue Amateur, quince años debe hacer, y no le acabé de pillar el punto. Luego probé con Flirt y aquello no iba conmigo. Y me olvidé. Hasta ayer, cuando por fin decidí volver a darle una oportunidad, e hice bien. Aguda, entrañable, única. Hartley representa a la perfección aquel maravilloso cine indie de los primeros 90, el que ha acabado derivando en cositas tan asépticas como Juno o Miss Sunshine, aunque películas como El Fin De La Inocencia, Shotgun Stories o Una Historia De Brooklyn mantienen aquel espíritu vivo. Hartley es de la estirpe de Jim Jarmusch, DiCillo, Egoyan, Sayles, Alan Rudolph o los primerizos Coen, Soderbergh y Gus Van Sant. Gente con "una voz", eso que tanto escasea a día de hoy. Qué grande era, por el amor de Garci, dirigirse al videoclub a principios de los 90, para encontrarte, sin que nadie te hubiera puesto sobre aviso al respecto, con cosas como Teniente Corrupto, Reservoir Dogs, Passion Fish, El Niño Que Gritó Puta, Barton Fink, Sexo, Mentiras Y Cintas De Video, Los Timadores, Haz Lo Que Debas y tantas otras. Descubrir a Allen, Scorsese o a Lynch y empacharte de su cine en el espacio de unos pocos meses. La edad es un factor clave, evidentemente. Y la ausencia de internet y toda la locura, otro. Y en fin. El caso es que ayer me puse melancólico con esta película que me catapultó directamente a aquella época, cuando no sabías por donde diantres te iba a salir una película y tu lista de clásicos engordaba casi a diario en aquellos orgiásticos veranos de rondas diarias por los videoclubs del barrio.
Ayss.
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35 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Demoledoras casualidades
Por primera vez la viste, luego la oíste, la conociste, le hablaste, la comprendiste, la sentiste, la palpaste, la agarraste con fuerza y... la amaste.
Queramos o no, casi la totalidad de lo que vivimos, sentimos y acariciamos radica en la casualidad que nos envuelve, que nos hace partícipes de esos momentos mágicos, tiernos, agridulces, duros y angustiantes.
De ese punto parte Hal Hartley para trazar esta obra, una película tan arriesgada como demoledora y cínica, que nos traslada a la vida de dos personas que, transcurrido un tiempo se conoceran... casualmente.

Lo que más me gusta de la cinta de Hartley, es que sabe trazar diálogos afilados, que cortan, que apuñalan y que buscan en la bajeza del ser humano para destapar todas sus carencias, que nos hablan de una sociedad cínica, una sociedad refugiada en los ejes que esta misma le ha otorgado como evasión, ejes que nunca mediarán otra función que esa, que nunca podrán reemplazar lo que verdaderamente nos hace humanos: El sentimiento.

De todos modos, no sólo se apuntala sobre esa característica esta maravillosa tragicomedia, sino que también lo hace apoyándose en momentos cómicos de lo más impresionantes y arriesgados (ya que corren el peligro de no llegar a confraternizar con según que público), en un guión tan bien escrito como llevado a la pantalla, donde las dificultades de ambos protagonistas por salir adelante quedan más que patentes y dan un reverso sobre el que conocerles, conectar con ellos y congeniar con sus problemas, ambiciones, defectos, intenciones... y arroparte entre esa cálida e impresionante culminación.
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44 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
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