arrow

Los hombres no hablan (TV) (1993)

Premios
1993: Globos de oro: Nominada Mejor actor en miniserie o película para TV (Peter Strauss)
6
La ideología de género moderna ya operaba en la última década del siglo XX
Así es, esta desconocida película ya lo mostraba a las claras, sin tapujos, con conocimiento de causa.

Un hombre es detenido en su casa por la policía acusado de haber maltratado y agredido a su esposa, habiéndola dejado en estado de coma, con posibilidad de muerte. Ese es el argumento.

Es cierto que "Los hombres no hablan" tiene claras hechuras de telefilme. Se comprueba que es una producción modesta, al estilo de los metrajes que pululaban los domingos por la tarde en Antena 3 (y hoy día en todas la cadenas). Producciones de consumo, para hacer la digestión, para dejar que la copa del domingo se vaya evaporando a su ritmo.

Seguramente por esa falta de proyección a las alturas, se les colara a los distribuidores una producción como ésta, en la que se hace una clara denuncia contra la discriminación masculina en el mundo de la sociedad moderna. Y es que es casi impensable que hoy día se pudiera exhibir en la pequeña pantalla un producto con un alcance tan polémico como lo que muestra éste.

Digo que es un telefilme por las hechuras y las aspiraciones que se observan. Pero no es menos cierto que la solidez de los argumentos, el realismo del supuesto planteado, la veracidad de la supuesta ficción, sorprenden e incluso emocionan. Pues la película es veraz hasta la médula, no desprende manipulación, se ciñe a situaciones comunes de todos conocidas, a situación nada fantasiosa, a hechos de la realidad más mundana. Y lo hace en una construcción digna, suficientemente solvente. Eso sí, como digo, humilde y sin aspiraciones.

Podemos comprobar, pues, que ya en la última década del siglo XX ya se había implementado la ideología de género en nuestras sociedades occidentales. Estamos en EEUU en 1993. Pero, por la claridad de los argumentos que expone el director Harry Winer, comprobamos que el ideario neopatriarcal (la asunción de un nuevo patriarcado por las instituciones estatales) ya se había instalado firmemente. Un hombre, en 1993, tenía presunción de culpabilidad en los conflictos de género. Todo el aparato institucional (policial, judicial) le apuntaba con el dedo, eliminando su presunción de inocencia, y lo discriminaba de tal manera que su culpabilización era inevitable, independientemente de si era realmente culpable de los hechos incriminados. Por ende, su familia también lo demonizaba, pues ¿Quién podría creer en la inocencia de un hombre en un conflicto de género?

La película plantea un supuesto muy creíble, nada demagógico. Tampoco plantea una diatriba entre buenos y malos de un matrimonio heterosexual, al estilo de los clásicos telefilmes de domingo, en los que se juega siempre con estereotipos facilones para construir un drama artificioso. No, en "Los hombres no hablan" la congruencia y verosimilitud de los personajes nos deja una hipótesis que convence y refleja realidad.

Falla la producción en "los tempos", en la resolución de algunas escenas (más por precipitación o falta de medios que por otra cosa), pero podemos considerar que el resultado final es más que digno y merecedor de un visionado. Porque se anticipa a la realidad que conocemos mucho antes que cualquier otra película que haya rozado el tema; y porque ayuda a la reflexión y al entendimiento de cuestiones que mucha gente no entiende por asunción del discurso oficial. Un 6,8.
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
Más información sobre Los hombres no hablan (TV)
Fichas más visitadas