Tercera llamada (2013)

UN ACERCAMIENTO AL MUNDO DEL TEATRO…
“El mundo entero es un escenario, y todos los hombres y mujeres meros actores: tienen sus entradas y sus salidas; y un hombre representa varios papeles en su vida…”
William Shakespeare

Viendo la película “Tercera llamada” de Francisco Franco Alba, me ha provocado cierta catarsis de saber lo endeble que es el ser humano y su personalidad. Ver que una actriz profesional desgastada en sus emociones lleva ya 10 años recluida en el mundo de su depresión. Por el desgaste que implica trabajar con ese algo tan delicado como lo es ese mundo interior de sus afectos.
Es tal la tensión por el dinero, por los ensayos y por presentar algo que toque la sensibilidad del auditorio, que caigo en la cuenta que para entender el mundo del actor se necesita vivir al límite de la exaltación. Llevar al límite ese hilo que conecta realidad y fantasía. Me entero que no todo es sensibilidad y talento, sino que también debe existir coraje, valor y fortaleza, para enfrentar las emociones desbocadas que despiertan los personajes que el actor interpreta, y equilibrarlos con el personaje que representamos ante el mundo y que llamamos “yo mismo”. ¡Sí de por si la vida nos desborda en emociones la mayoría de las veces!, se requiere una vocación férrea para sumarle a esas emociones, más emociones de personajes ficticios a los que hay que darles realidad. Se cuenta que Daniel Radcliffe , “ya no es más el mismo”. Ahora es alguien con más parecido a “Harry Potter”, porque el personaje se ha introyectado tanto a su psique, que este ha sido el precio que el actor ha pagado para darle vida a dicho personaje: ¡Que realmente tenga vida psíquica en la personalidad de su actor! Así, cuando se reviven en el escenario violaciones, peleas, desengaños, locuras u desviaciones sexuales; todas estas energías dejan su remanente en la psique de los intérpretes. Y tenemos aquí uno de los grandes riesgos del trabajo del actor. ¡Cuidar de la estabilidad y salud de su mundo interior del peligro de sus fantasías! Vivir mil vidas y lidiar con toda la carga emocional que implican todos estos personajes, sin perder el equilibrio psíquico, o como en el caso anterior sacrificando parte de su identidad personal.
Caigo una vez más en la cuenta que a pesar de la belleza, pasión y bondades del mundo de la escena teatral, no todo es tan fácil como parece…

En sinopsis dice:

Hacer teatro es un acto de fe...

sí porque quien decide montar una obra debe concebir primero que las artes escénicas son poco respaldadas por el público mexicano, y no por carecer de gusto por el arte dramático, sino gracias a las limitaciones que la economía representa para millones de personas en este país y que por tanto desliga su acercamiento al teatro.

Para que se abra el telón y se vea una obra, tienen que confluir muchas voluntades, muchos objetivos comunes en los que hay que creer...

que no sólo atañe a la voluntad del público, sino de los intereses de patrocinadores, actores y hasta trabajadores, como una complicación más al gusto por realizar teatro y que indirectamente se convierten en reto para cualquier productor y director en México.

Se saben de antemano las dificultades para el montaje teatral y en este año Francisco Franco, las retoma todas en tono humorístico acerca de lo que una directora teatral debe afrontar a cambio de ver su proyecto concluido, como los problemas personales, la presión del tiempo y los patrocinadores, los egos y amenazas, la impaciencia y hasta el alcoholismo de la productora.

Una película con momentos muy afortunados por la labor de las actrices galardonadas en la última edición del Festival de Guadalajara, quienes a la batuta de los roles protagónicos demuestran que la tarea no es exclusiva de género y se encuentran dispuestas a afrontar el reto. Es así como una directora junto con su productora y asistente tendrán que lidiar con la actriz debutante, la diva y todo un equipo de actores que dispuestos o no, se encuentran listos para la "Tercera llamada".

La idea en general es buena, pero su desenlace es repentino deja cierto desdén, donde uno como espectador pide un poco más para cerrar bien toda la propuesta.

Esta nueva entrega de proyectos cinematográficos se sale del común denominador y hoy como en su tiempo "Bienvenido Welcome", dan una muestra de las dificultades por hacer arte dramático.