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La tragedia de la Bounty (1935)

La tragedia de la Bounty
132 min.
7,5
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Escena (Español)
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Sinopsis
En 1789, en los Mares del Sur, la tripulación del buque británico Bounty decide rebelarse contra el tiránico y cruel capitán Bligh. El motín lo encabeza el primer oficial, que defiende los intereses de la tripulación y abandona al capitán en un bote. (FILMAFFINITY)
Género
Aventuras Aventuras marinas Siglo XVIII Basado en hechos reales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Mutiny on the Bounty
Duración
132 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
The Bounty
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Premios
1935: Oscar: Mejor película. 8 nominaciones, incluyendo Dirección, Guion
1935: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Charles Laughton)
1935: National Board of Review (NBR): 10 mejores films
8
Motín en el mar
El film más conocido del realizador Frank Lloyd. Escrito por Talbot Jennings ("La buena tierra"), Jules Furthman ("Río Bravo") y Carey Wilson ("Scaramouche"), adapta los dos primeros volúmenes de la novela "Mutiny On The Bounty" (1932-34), de Charles Nordhfort y James Norman Hall. Se rueda en escenarios naturales de California (Monterrey, San Francisco, San Miguel...), Tahití, Polinesia, Océano Pacífico y en los MGM Studios (Culver City, CA), con un holgado presupuesto de 2 M dólares. Nominado a 8 Oscar, obtiene uno (película). Producido por Irving Talberg (no acreditado), se proyecta en "première" el 8-XI-1935 (NYC).

La acción dramática tiene lugar en Portsmouth (RU), Tahití, isla Pitcairn (Polinesia) y a bordo de la fragata HMS Bounty, de la Armada británica, entre 1787 y 1792. Con la misión civil de cargar retoños y esquejes de árboles de pan para plantarlos en las colonias británicas de América, la Bounty marcha rumbo a Tahití a las órdenes del severo y sombrío capitán William Bligh (Laughton). El primer oficial es Fletcher Christian (Gable) y el guardiamarina es Roger Byam (Tone). Poco después del inicio del viaje de regreso, parte de la tripulación se amotina.

El film es un clásico de aventuras, del subgénero de aventuras marítimas, y un modelo de referencia de numerosas obras posteriores. Adapta de modo bastante fiel, aunque con licencias, una novela basada en hechos reales. La nave deviene el lugar que simboliza toda la realidad del mundo, la sociedad y la vida humana. La historia exalta el coraje, el honor y el sentido del deber, ensalza la solidaridad y enaltece la amistad y el compañerismo. Enfrenta la tripulación a una situación extrema de aislamiento y de privaciones debida a la vida en alta mar, en la que cualquier incidencia adquiere un relieve singular. Explora las causas, el desarrollo y la resolución de los conflictos humanos, que sitúa en un espacio reducido, pero enmarcado en un horizonte sin límites. Condena la maldad humana, el espíritu de venganza, la corrupción, el trato inhumano, la crueldad, los castigos físicos gratuitos y la lesión de los derechos humanos. Propone como ejemplares los deseos de conocer el mundo, su diversidad física, su grandeza, sus paraísos escondidos y sus gentes.

El inflexible capitán Bligh encarna la figura del mal, como déspota, maníaco, sádico y cruel. No mira a los ojos de los suyos, a los que desprecia y humilla. Impone su autoridad a gritos y a golpes de látigo. Es corrupto y mezquino: se aprovecha de los privilegios del cargo para robar (quesos, cocos...), engañar, mentir y satisfacer rastreros intereses personales. Fletcher Christian encarna la tolerancia, el respeto, el compañerismo, la alteza de miras y los ideales de justicia y libertad. La tensión dramática entre los dos protagonistas permite al film glosar que en este mundo, pese a muchos obstáculos, la justicia, la libertad, la paz y la felicidad son posibles.
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33 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
CON EL SABOR DE LO AUTÉNTICO...TRES CUARTOS DE SIGLO DESPUÉS
Hace tiempo que se acabaron los calificativos para Laughton. Siempre positivos, nunca negativos. Y claro, ahora se echan de menos debiendo recurrir a los tan manoseados, genial, espléndido, creible, magnífico, etc. Trabajar con él debió suponer un reto, incluso para actores de la talla de Clark Gable o Tyrone Power, por citar únicamente a dos de los más grandes, tratando de no salir excesivamente trasquilados de esas comparaciones tan inevitables como odiosas.

Su capitán Blyth al mando de la Bounty puede incluirse sin ningún género de dudas en uno de los personajes mas odiosos que haya dado nunca el mundo del cine. Estoy por decir que de no haberse amotinado la tripulación hubiese ser debidamente juzgada en una sumarísima corte marcial por haber desatendido sus derechos mínimos como seres humanos, tal era la calaña del tal Blyth, una especie de despiadado traficante de esclavos con tricornio y patente de corso amparada en las leyes del rey George.

Un film duro para el 35 del siglo pasado que cosechó excelentes premios, cuyo valor es el resultado de la conjunción de una excelente historia con las excelentes interpretaciones tanto de Laughton como Gable como del propio Franchot Tone. Un gusto también encontrarse al “fordiano” Donald Crisp Y que además nos regala una fotografía excelente con el objetivo puesto tanto sobre la vida a bordo como sobre la vida en esos paraísos naturales conquistados por Cook para gloria y prez de la corona inglesa, pero sin olvidarse de captar, mediante primerísimos planos los sentimientos de una tripulación calentándose “in crescendo” por las bellaquerías de un impresentable capitán.

Una película imprescindible, para que aquellos que amamos el cine lo volvamos a amar, una y otra vez. Tiene el sabor de lo auténtico. Tres cuartos de siglo después la afirmación puede parecer exagerada. Se admiten discrepancias. Sin embargo, la primera condición para discrepar es haber visto la película. Luego hablamos…
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21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
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