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La primavera romana de la Sra. Stone (1961)

La primavera romana de la Sra. Stone
99 min.
6,4
578
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
La viuda Karen Stone es rica y hermosa. Sus éxitos como actriz son sólo un recuerdo. Vive sola en Roma, retirada de toda actividad artística, en un lujoso apartamento con vistas a las ruinas romanas, y se consuela de su soledad en brazos de jóvenes gigolós. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Prostitución
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
The Roman Spring of Mrs. Stone
Duración
99 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Tennessee Williams
Links
Premios
1961: Nominada al Oscar: Mejor actriz de reparto (Lotte Lenya)
1961: Globos de Oro: Nominada Mejor actriz secundaria (Lotte Lenya)
10
Otro 10 para Williams
Pasó con más pena que gloria esta maravillosa película en el momento de su estreno, pero el tiempo termina por poner las cosas en su sitio. No se deje guiar por la nota tan pobre que ha obtenido en las votaciones de los usuarios (Un 6,5). Si le gustan las adaptaciones que de obras de Tennessee Williams se han hecho en el cine (La gata sobre el tejado de zinc, La noche de la iguana, De repente el último verano, etc...) o si por el contrario no ha visto ninguna, queda totalmente recomendada. Por alguna hay que empezar.

Tennessee Williams no pasaba por su mejor momento cuando escribió su única novela, "La primavera romana de la señora Stone". Este monstruo creador de monstruos había obtenido grandes éxitos en los años 50 gracias a adaptaciones de sus obras de teatro para el cine (La ya mencionada "gata sobre el tejado" o "Un tranvía llamado deseo"). En los 60, ya en declive, Williams escribe obras menores y abrumado por las malas críticas comienza a consumir calmantes y drogas. Su amante, Frank Merlo, moriría de cáncer en 1963. Veinte años más tarde, un Tennessee Williams viejo, solo y enfermo corre la misma suerte en una habitación de hotel, ahogado con la tapadera de un bote de pastillas. Triste final para una triste existencia.

Por otro lado tenemos a Vivien Leigh (impecable en su papel de la actriz que se niega a envejecer y a perder el amor y el deseo) y a un joven Warren Beatty encarnando a un gigoló romano. Parece ser que Beatty consiguió su papel haciendo un viaje relámpago para ver a Tennessee Williams (que se encontraba de vacaciones y que era quien decidiría quién encarnaría al personaje). Durante el trayecto leyó un manual de italiano y doró su piel con una crema autobronceadora. En el hotel envió un vaso de leche a la mesa de Williams (corría el rumor de que el escritor tenía una úlcera a causa de las últimas críticas) con el mensaje "Estoy a su disposición. Paolo". Williams, divertido, le hizo la prueba y le dio el papel.

Se dice que durante el rodaje Vivien Leigh no dirigió la palabra a Jill St John, actriz mucho más joven que ella tanto en la realidad como en la ficción. Leigh sabía que había llegado al ocaso de su carrera (de hecho la tuberculosis se la llevaría tan sólo seis años más tarde) y es eso lo que hace que su composición del personaje sea tan creíble. Vivien Leigh tenía miedo a todo lo que había dejado atrás. Beatty en cambio tenía miedo de todo lo que estaba por venir. En cuanto a Tennessee Williams, qué decir de sus miedos. Su obra es la obra del miedo y del fracaso, de la pasión y de la represión, de los vicios, de los excesos y de sus consecuencias.
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32 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Drama íntimo de soledad, fragilidad y pasión
Primer y único largo de José Quintero, acreditado director teatral de Broadway. Se basa en "The Roman Spring Of Mrs. Stone" (1950), única novela de Tennessee Williams. Se rodó en Associated British Elstree Studios (Borehamwood, RU) y se hicieron varias tomas exteriores de Roma, con un presupuesto estimado de 1 M dólares. Fue nominado a un Oscar (actriz reparto, Lotte Lenya). Producido por Louis Rochemont, se estrenó el 28-XII-1961 (RU).

La acción tiene lugar en Roma, entre mayo y diciembre de 1961. Narra la historia de Karen Stone (Vivien Leigh), de unos 48 años, orgullosa, acaudalada, perezosa y reservada. Acaba de enviudar repentinamente y se ha retirado de su trabajo como actriz teatral por razones de edad. Se instala en un apartamento romano, que domina la vista de las siete colinas de Roma. A través de la condesa Magda (Lotte Lenya), alcahueta de gigolós, conoce a Paolo DiLeo (Warren Beatty), con el que entabla un romance complejo.

La película explica la situación de amargura y soledad de una atriz de renombre, que se ha retirado del trabajo, enviuda de un marido cariñoso, 20 años mayor que ella, y pasa a vivir en una ciudad europea, donde se siente extraña. Se encierra en la soledad, la melancolía y la depresión. Pese a su carácter cauteloso y autocontrolado, tras no pocas dudas e indecisiones, decide compartir amistad con un joven apuesto, indolente e interesado. La sensibilidad que la caracteriza, la fragilidad personal y la indefensión que siente, la sumergen en un drama interior de deseos, apetitos insatisfechos, necesidad de amar y ser amada, y ansias de dar nuevo sentido a su vida. La tensión y la tristeza la aprisionan en un círculo vicioso de aislamiento, que la aleja de las amistades, de las que desconfía y con las que no simpatiza. Es consciente que es mejor la soledad que la compañía sin afecto, pero su activa sexualidad y su profunda soledad, la impulsan a buscar cariño en brazos de pago, hecho que puede despertar en ella impulsos biológicos no sujetos a los dictados de la razón. La lucidez, la conciencia de los graves riesgos que asume y la pasión, la sumergen en un drama de profundo calado, tintes clásicos y consecuencias imprevisibles.

La música incluye una partitura original, de cuerdas y metal, inspirada en el prodigioso ambiente musical de los primeros 60. La fotografía ofrece una narración visual impecable, con emotivos travellings de aproximación, reflejos en espejos, primerísimos planos y una paleta de colores cálidos, con prevalencia de los rojos y cremas. El guión focaliza el relato en la vida interior de la protagonista. Vivien Leigh trabaja con autoridad y maestría. La dirección crea una atmósfera íntima de tristeza, perversión y contrariedad, que es el eje del film.

La película, transgresora en su momento por hablar de prostitución masculina, tráfico de sexo y drogas, ha perdido sus originarias aristas escandalosas, pero mantiene intacto el vigor dramático.
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21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
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