Resistencia (2003)

Escrita y dirigida por Todd Komarnicki, en su debut cinematográfico en ambos oficios. Película de cine independiente, se rodó en Bélgica, en las localidades de Petit Chapelle, Clermont y otras. Contó con un presupuesto de 16 M de euros. Se basa en la novela homónima de Anita Shreve.

La acción principal tiene lugar en Bélgica, entre enero y febrero de 1944, durante la ocupación alemana. Narra la historia de un piloto americano, Ted Brice (Bill Paxton), de un avión de reconocimiento, abatido por los alemanes. Recogido por la resistencia, mientras se recupera de la heridas, se enamora de Claire (Julia Ormond), esposa de Henri, el único hombre del lugar que le puede salvar la vida. La película expone y critica los matrimonios rurales endogámicos, convenidos por las familias de los novios. Se hace el relato del amor apasionado entre un americano refugiado en un poblado campesino y una joven y bella mujer, casada por tradición con un pariente lejano, que comparte con ella el mismo apellido paterno. Lo monotonía y la fatiga de un matrimonio sin amor con un hombre exigente, dominante y resentido, abre el camino al descubrimiento por parte de la mujer de la grandeza del amor sincero y profundo, por un hombre que ejerce su papel con afecto, respeto y atenciones. Al regreso de una misión, emergen los celos del marido, tras una aparente indiferencia que oculta un rústico y primario drama interior, capaz de desencadenar una tragedia de violencia. El amor de Ted y Claire se ve enmarcado, también, en la tragedia de la ocupación nazi, que practica la tortura y ejecuta con saña a conciudadanos. La presencia de un adolescente de 12/13 años, ingenuo pero maduro, valiente y generoso, que contempla con horror las ejecuciones nazis, incorpora a la denuncia de la abominable cobardía de su padre, colaboracionista y delator. La discreta presencia de la Cruz Roja pone una nota de humanismo y esperanza, mientras conduce a Claire a su destino de salvación.

La música, de Baladamendi, incluye una excelente partitura orquestal a la que se añaden dos canciones populares. La fotografía usa una cámara muy dinámica, que busca encuadres próximos e imágenes recortadas. Utiliza una paleta de colores en la que predominan los ocres, marrones, rojizos y grises, a tono con la atmósfera del relato. La interpretación de los protagonistas, veteranos en papeles de reparto, es convincente y estimulante. El guión se basa en una historia interesante, que suma círculos concéntricos de violencia doméstica y bélica en torno de un amor sincero y a una adolescencia lúcida, promesa de un futuro en paz. Presenta un cierto grado de dispersión y falta de cohesión. La dirección impone un ritmo pausado, que resalta la paz interior de los amantes en contraste con la furia de pasiones que se desencadenan a su alrededor (celos, venganzas, delación y heroismo).

Película que exalta el amor sincero y el heroismo de unos pocos, mientras repudia la guerra, la violencia y la traición.

Muy pobre. Famélica historia de amor y guerra con más tópicos por minuto que nazis malos (valga la jodida redundancia) en la historia del cine.
Cursilería romántica y aventuras de chichinabo sostenidas por una dirección mansa.
El resultado es acartonado, está diezmado. Un sopor cansino. Un aburrimiento mortecino, a traición.
Nada es creíble ni serio; mala historia mal filmada, sin personalidad ni arte; una suma triste de recuerdos de mil y un películas distintas; producto bastardo y simplón.
Me quedo con la bella Ormond; buena actriz perjudicada por un guion torpe y consabido.
Un enorme bluff.