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Juego de traiciones (2010)

Juego de traiciones
106 min.
6,1
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Sinopsis
Como agente secreta de la CIA, Valerie Plame (Naomi Watts) dirige una investigación sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Su marido es el diplomático Joe Wilson (Sean Penn). La investigación de Plame no confirma la venta de uranio enriquecido por parte de la República de Niger. Pero, cuando la administración de la Casa Blanca ignora sus conclusiones y utiliza el asunto para respaldar la entrada de Estados Unidos en la guerra de Irak, Joe escribe un artículo en el New York Times haciendo públicos los resultados de la investigación, lo cual desencadena una encendida polémica. Poco después, un periodista de Washington desvela la identidad de Valerie. En estas circunstancias, la protagonista tendrá que afrontar una dura batalla para sacar a la luz la verdad, salvar su impecable reputación, su carrera y su vida privada.

Narra la historia real de Valerie Plame, una agente de la CIA cuya identidad fue desvelada por miembros de la Casa Blanca para desacreditar a su marido, que en el año 2003 había escrito un polémico artículo en el New York Times. En dicho artículo, el marido de Plame acusaba a la administración Bush de haber manipulado a la Agencia Central de Inteligencia con respecto a la existencia de armas de destrucción masiva por parte del régimen de Sadam Hussein, para poder así justificar la invasión de Irak. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Acción Drama Biográfico Espionaje Basado en hechos reales Guerra de Iraq Política
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Fair Game
Duración
106 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2010: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
2010: Satellite Awards: 3 nominaciones incluyendo mejor actriz (Naomi Watts)
5
HOLLYWOOD Y LAS ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA
No me gusta criticar las películas en función de su mensaje, pero si a Caza a la Espía se lo quitamos, se queda tan escuálida, con tan poco que ofrecer aparte de eso, que no encuentro la forma de hacer una crítica que no sea centrándome en el mensaje. Por si acaso, valga decir que es una peli del montón, una historia del montón que podría haber sido buena si hubiera tenido otro desarrollo, que se deja personajes en el tintero y que no acaba de atar los cabos que suelta.

En cuanto al mensaje, muy bonito, pero está más que trillado. Con el referente claro de la Guerra de Vietnam, el cine vuelve a ser el redil preferido del establishment americano para que todos esos espíritus combativos puedan manifestarse libremente y denunciar libremente lo que les plazca. Abundan los ejemplos, como la reciente Green Zone, que habla prácticamente de lo mismo, pero es mucho más entretenida. Caza a la Espía, inspirada en el caso real de una ex agente a la que le hicieron la cama, denuncia que unos cuantos políticos mintieron para empezar una guerra para su propio beneficio y que hubo muchos que fueron cómplices con su silencio. No lo desarrolla de manera brillante, pero a grandes rasgos, ahí está el mensaje, convenientemente subrayado por Sean Penn (que me parece un tipo admirable y a quien no me refiero especialmente en el último párrafo) en su discurso final. Y es digno de elogio, no digo que no. Pero a mí lo de las pelis de este estilo ya me huele a chamusquina.
Y me explico.
Se acaba la peli, nos vamos al bar, discutimos un poco, nos sentimos bien, nos vamos a dormir y punto. Y al día siguiente, a otra cosa, mariposa. Se acabó el espíritu combativo y todos esos tipos que mintieron siguen en su casa durmiendo a pierna suelta porque saben que mientras que todas las ovejas estén en el redil, pueden balar lo que les de la gana. Ya pasará el tema y se cambiará por fotos, buenas críticas, elogios, algún que otro premio, todos salen en la foto y qué comprometidos que somos todos. Porque la denuncia social americana –y mundial- respecto a este tema está fatalmente abonada al ámbito del ocio, y ahí se mantendrá tan valiente y profunda como inofensiva.

(sigo en el spoiler por falta de espacio)
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96 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El pueblo contra Valerie Plame
En un momento de una entrevista, Maruja Torres esbozó una leve sonrisa y con posado nostálgico pronunció un nombre: ''Richard Nixon...'' Después de una pausa dramática, añadió ''¡Aquellos eran buenos tiempos!'' Obviamente su contertulio no supo cómo reaccionar, de modo que ella le echó un cable. ''Claro, piense en ello... en aquella época, cuando alguien cometía un error, dimitía. ¡Esto ahora es inconcebible!'' Más razón no podía tener. Quizás hemos dejado en un rincón demasiado oscuro de nuestra memoria el legado político americano de principios de la década de los setenta. Bien es cierto que no andó precisamente escaso en lo que a escándalos se refiere, pero si puede rescatarse algo positivo del bochornoso caso Watergate es que se hizo justicia; los que engañaron al pueblo pagaron por ello -al menos algunos-. Crimen y castigo. De alguna manera, hubo ''juego limpio'', tal y como reza el título original de la nueva película de Doug Liman.

Muy oscura es también la imagen que tienen muchos del director neoyorquino, lo cual supone una gran injusticia. ¿Merece ser tratado con desprecio, incluso con indiferencia -que es peor- alguien con un currículum en el que escarbando un poco se encuentran cintas tan influyentes? Su primera etapa como realizador ya cae un poco lejos, pero no hay que olvidar que en ella encontramos aquel diamante en bruto titulado 'Swingers', fundamental para entender el devenir de la comedia indie americana contemporánea. Más reciente es 'El caso Bourne', que no necesitó demasiado tiempo para convertirse en el mayor referente del cine de acción de los últimos años, así como el espejo en el que debería mirarse todo producto del género que se preciara (ni el Sr. Bond se libró de esta tendencia). Fue Doug Liman, y no Paul Greengrass quien inició las aventuras del famoso espía amnésico, no hay que olvidarlo.

En lo que sí se adelantó el cineasta irlandés fue en el viaje a Irak. 'Green Zone: Distrito protegido', muy deudora de la saga Bourne, era un filme de acción casi impecable, pero que tenía un gran punto débil: llegaba casi diez años tarde (ver ahora al pobre Matt Damon correr incansablemente por Bagdad para acabar descubriendo con cara de bobalicón que las armas de destrucción masiva que buscaba no eran más que una patraña, tenía un inesperado efecto cómico). Algo similar podría haberle sucedido a 'Caza a la espía', al tratar ésta sobre una historia que a estas alturas ya la tenemos bastante vista. Un obstáculo que Liman esquiva con acierto centrándose más en el ''cómo'' que no en el ''qué''. En esta época en la que vivimos siempre rodeados de información, deberíamos ser marcianos para no saber que la nación más poderosa del mundo derrocó por la vía militar al régimen político/dictatorial iraquí... lo que pudo habérsenos escapado es cómo lo lograron; cómo allanaron el terreno para la invasión; cómo pudieron plantarse a la otra punta del mundo sin caérseles la cara de vergüenza.
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29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
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