Ojos azules (2009)

La película nos cuenta la historia de Marshall, jefe de un departamento de inmigración, que, antes de jubilarse, decidió tomarse su último día de trabajo bebiendo y actuando con total irresponsabilidad y negligencia.
Bajo los efectos del alcohol se dedicó a tratar con desprecio, burlarse y humillar a los inmigrantes latinos que llegaron para que les validaran sus documentos y les permitieran entrar a Estados Unidos. Cuando le tocó entrevistar a un brasileño abusó tanto con él que éste perdió el control y después de una pelea tomó a Marshall y a los otros funcionarios de rehenes. Pero poco rato después fue asesinado por la policía.
Por este acto Marshall fue enviado a la cárcel. Mientras estuvo allí decidió vender todas sus propiedades y pertenencias. Cuando fue liberado decidió viajar a Brasil y dejar todo el dinero a la hija del brasileño.
Allí en Brasil conoce a Beatriz, más conocida como Bia, una simpática prostituta que al ser bilingüe se convertirá en su intérprete, guía y apoyo en un país con un idioma y cultura distinta a la suya. Juntos viajan hasta la ciudad donde vive la niña, y pasan muchas cosas por el camino.
En el viaje se descubrirá que Marshall tiene un tumor en el riñón y que le queda poco tiempo de vida, que Bia fue criada por su abuelo en un solitario y desolado sector rural, y que cansada de la monotonía decidió irse, lo que provocó el desprecio del abuelo.
Llegados a destino, logran dar con la madre del fallecido, a quien Marshall le cuenta lo ocurrido, pero Bia horrorizada al escuchar decidió cambiar la versión y contar algo diferente para que la señora no se enterara de la terrible verdad.
Una vez que le pagó, Marshall se suicida adentrándose en el mar.
Por supuesto esto no es contado de manera lineal, sino que comienza con la estadía de Marshall en prisión para después mostrar de manera intercalada lo sucedido en las oficinas del departamento y lo que ocurría en Brasil durante el viaje. También hay historias secundarias, como la de los demás inmigrantes que esperaban su aprobación, entre los que se encontraban una cubana, un grupo de hondureños y una pareja de argentinos que buscaban ingresar droga en unos libros, estos últimos eran un sobrio punto cómico.
Como se ve combina de manera interesante y efectiva el drama y road movie, mostrando la acción tanto en espacios pequeños y reducidos como las oficinas y los grandes y diferentes paisajes de Brasil, entre los que se ven ciudades, playas y paisajes rurales, con sus picadas y casas de adobe.
Quizás si hubiera sido contada de manera lineal y más convencional no hubiera sido tan buena. Pero para eso está el ingenio. Una película bella sin duda.