Plan perfecto (2011)

"Plan perfecto" -título latinoamericano- se presenta como una comedia inteligente. Un film que logra captar con naturalidad y suficiente realismo lo que implica la vida en pareja, la paternidad en todas sus formas, y en definitiva lo que significa madurar como ser humano.

Aunque a simple vista muchos puedan confundirla con las producciones Apatow, de hecho une a muchos actores que han participado de las comedias de Apatow -Wiig o Rudolph, por ejemplo-, cabe acotar que el film de Westfeldt se aleja bastante del estilo de cintas como "Ligeramente embarazada" (Judd Apatow, 2007) o "Virgen a los '40" (Judd Apatow, 2005); más bien se acerca un poco al estilo que caracterizó a la serie F·R·I·E·N·D·S (1994). Es decir, logra mostrar sentimientos serios y creíbles a través de situaciones "agrandadas".

Además tiene la capacidad de no caer jamás en el cliché, y aún llegando a estar cerca de éste -los 15 minutos finales- es superior a la comedia corriente. Gran parte del mérito lo tiene la propia Westfeldt, quien se acerca lo suficiente en cada momento profundizando las situaciones y escapando siempre a la superficialidad; sin olvidar jamás el buen sentido del humor, que logra ser mínimamente gamberro al tiempo que sutil. La mejor escena del film, el viaje a la cabaña de sky, es la prueba perfecta de esta conjunción. En la cena final, las diferencias y emociones de los personajes, mezcladas con alcohol, sacan a relucir varias verdades; sin perder cierto humor pero profundizando en los sentimientos del fracaso de una manera muy natural.

Contribuye a todo esto lo bien esbozados que están los personajes creados por la propia Westfeldt, no sólo los seis protagonistas, sino también los dos secundarios. Los personajes están muy bien humanizados, lejos del estereotipo; incluso el rol de Megan Fox que se prestaba fácilmente a caer en la niñita "Barbie" huye despavoridamente de ese encasillamiento. Es importante apreciar como Westfeldt logra mostrar seres humanos, ningún personaje cae en el rol de malo o bueno, sencillamente son personas con diferencias a la hora de elegir. Y por otra parte ayuda también la naturalidad con la que actúan todos los actores, las cuatro mujeres y los cuatro hombres logran una química verdaderamente sólida; prestar atención a una contenida Wiig que no suelta casi ninguna grosería.

El montaje es dinámico, concreto, no sobran o faltan escenas y la duración del film ni se siente, el metraje se te pasa rapidísimo.

El único fallo grosero que le hallo es el final, esos 15 minutos donde intentan batir el récord de "Pulp fiction" (Quentin Tarantino, 1994) en decir <fuck>. La escena está un poco desentonada con el resto de la cinta y se siente bastante forzada; pero como decía al principio, incluso en esos instantes "Plan perfecto" es superior a cualquier comedia de uso corriente.

Lo mejor: el sexteto protagonista -incluso podría incluir a Burns y a Fox-.
Lo peor: el final poco elaborado.

Seis amigos con alta posición y residentes en Manhattan se juntan de vez en cuando para cenar y hablar sobre sus vidas, entre ellos hay dos parejas, Maya Rudolph y Chris O'Dowd, Kristen Wiig y Jon Hamm, y dos amigos más, Adam Scott y Jennifer Westfeldt (directora de la cinta y mujer en la vida real de Jon 'Don Draper' Hamm). Estos dos últimos son como hermanos, ya que se lo cuentan todo y siempre andan juntos, pero lo que podría parecer una relación a todas luces no es más que una amistad. Un buen día, deciden tener un hijo, pero siempre manteniendo la distancia entre ellos, ya que en su opinión, el matrimonio te acaba consumiendo y desgasta la relación entre hombre y mujer. Lo que en un principio funcionará bien, ya que cada uno contará con sus respectivos ligues (Megan Fox y Edward Burns) mientras cuidan al niño sin que nada raro suceda, se truncará cuando empiecen a relucir los verdaderos sentimientos que tiene el uno hacia el otro.

Como vemos la premisa no es que sea muy original, cosa que la directora sabe suplir con buenos diálogos y un ritmo ágil que permite que podamos disfrutar de la película de principio a fin. Los actores están muy bien, en especial Adam Scott y Chris O'Dowd (hasta Megan Fox parece que sepa actuar), y la cinta desprende mucha calidez, cosa que se le agradece a la directora. El fallo viene cuando hay que poner las cartas sobre la mesa, ya que la cinta acaba siendo un cúmulo de tópicos, y todo lo que te había fascinado antes se pierde por el camino.

De todas formas, recomiendo verla porque es una cinta muy agradable y bien hecha, además de estar rodada en pleno Manhattan, que siempre es un plus. Si no os he convencido siempre la podréis ver para ver como es la mujer de Draper, sin duda una de las mujeres más envidiadas del planeta.

Lo mejor: Los actores y la calidez que desprende el conjunto.
Lo peor: Su tercio final.

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