arrow

Judex (1963)

Judex
93 min.
6,7
491
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Trailer VO
Sinopsis
Favraux, un banquero sin escrúpulos, recibe una nota amenazadora, firmada por un tal Judex, que le pide que devuelva todo el dinero que ha robado. Favraux se niega y aparentemente muere después de un baile de disfraces. Sin embargo, sólo ha sido drogado por Judex y encerrado... (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Judex
Duración
93 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Francia-Italia;
Links
6
Nostalgia del serial
Evidente y rendido homenaje al cineasta Louis Feuillade, esta película, remake de la que dirigiera el mencionado realizador en 1916 (y que no he tenido la oportunidad de ver), desprende, como muy bien ha escrito mi predecesor, el inconfundible aroma del folletín; en efecto, desde el siglo XIX y hasta bien entrado el XX, la proliferación de periódicos y revistas literarias propiciaron la aparición de las novelas por entregas, que cautivaron al gran público, y que tuvieron gran desarrollo en Francia. Con la llegada del nuevo siglo, y de la mano de los nuevos medios como la radio o el cine, este formato originalmente literario se adaptó, dando lugar a los seriales, que gozaron de enorme popularidad. Precisamente Louis Feuillade fue uno de los primeros cineastas en cultivar este género, obteniendo grandes éxitos como “Fantomas”, “Los Vampiros” o la primera versión de esta historia.

Argumentalmente los folletines siempre se han caracterizado por la primacía de la peripecia, por el gusto por lo extraño, lo sorprendente, exótico y misterioso; igualmente predominan en ellos los personajes llamativos, excéntricos, poco desarrollados, del mismo modo que las tramas, frecuentemente apresuradas, con notable querencia por el “pastiche” y por la acumulación rápida de acontecimientos, que no siempre respetan la lógica del argumento. Todo esto se aplica como un guante a nuestra película, que sólo puede analizarse desde estos parámetros, pues de no tenerlos en cuenta sería fácil pensar que director y guionistas eran unos chapuceros.

Con un planteamiento de inicio bastante prometedor –un malísimo banquero amenazado por un misterioso personaje justiciero que se hace llamar Judex-, la película acaba convirtiéndose en una sucesión más o menos acelerada de acciones y acontecimientos que, aunque en sí mismos puedan ser atractivos e ingeniosos, en conjunto presentan problemas evidentes de discontinuidad narrativa, cuando no caen en la más abierta inverosimilitud (hay fragmentos que no tienen ningún sentido, si nos atenemos a la lógica convencional). El personaje central, Judex, aunque sea fácilmente identificable con Fantomas, yo lo encuentro más parecido a Arsenio Lupin, el “caballero ladrón”, la gran creación de Maurice Leblanc; es más, el torpe detective Cocontin viene a ser una parodia de Sherlock Holmes, recurso que también empleó Leblanc en muchas de sus novelas, llamándolo Herlock Sholmes. Con todo, el personaje mejor desarrollado de la película no es Judex, ni su protegida Jacqueline, sino la malvada Marie Verdier, cuya ambición, falta de escrúpulos y enorme atractivo la señalan como el mayor acierto argumental de la cinta.

Otro de los aspectos que hacen interesante el filme es la labor de su director, un George Franju que ya había demostrado su talento en la imprescindible “Ojos sin rostro”. Y es que, pese a las deficiencias de guión, las imágenes de la película son frecuentemente brillantes y casi siempre sugerentes, bien apoyadas desde una acertada dirección artística y un notable vestuario. Visualmente encontramos una fotografía con querencias nocturnas, así como algunos planos en los que se fuerza el punto de vista (grandes picados o contrapicados); son apreciables, además, recursos del cine mudo, como los intertítulos (que refuerzan el carácter episódico de los acontecimientos) o las transiciones entre los fundidos de cierre y de apertura. Son secuencias destacadas por su calidad y originalidad el baile de máscaras, la escalada de un muro por parte de los hombres de Judex (vestidos de negro, sus cuerpos contrastan contra la pared, semejando grandes arañas), y la insólita lucha que se libra en la azotea entre dos personajes femeninos. La dirección artística trabaja bien, creando ambientes muy contrastados, desde lo lujoso hasta lo cutre, pasando por el misterio ingenioso que define a la guarida secreta de Judex. El vestuario encuentra su mejor momento en el baile de máscaras y en el espectacular vestido ajustado que luce la villana de la película, modernísimo, si tenemos en cuenta que la acción está ambientada a principios del siglo XX.

Las interpretaciones son discretas, con unas muy limitadas prestaciones por parte de Channing Pollock (mago profesional, como es fácil de apreciar en varias innecesarias secuencias con palomas) y de Edith Scob (muy sosa, la pobre); algo más simpático resulta el atolondrado detective que interpreta Jacques Jouanneau, mientras que el cameo de Sylvia Koscina haciendo de inverosímil y oportunísima acróbata circense es para pegar a los guionistas. La mejor interpretación es la de Francine Bergé, pues su papel de malvada es el mejor y más interesante.

En conjunto es una película irregular, que alterna buenos momentos con otros que es mejor obviar o bien tomarlos con la ligereza, espíritu abierto y lúdico que son santo y seña de los añorados folletines y seriales.
[Leer más +]
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Un cansino folletín
Remake de un folletín clásico del cine mudo francés de 1916, "Judex" es un filme obsoleto tanto en el momento de su concepción, como ahora. Franju quiso homenajear el concepto de folletín - no en vano fue uno de los fundadores de la Filmoteca Francesa - ambientándolo en la segunda década del siglo pasado, la época del filme original, aunque añadiendo unos personajes más propios del comic de aquellos años, como "Modesty Blaise", resultando un extraño engrudo. Así tenemos escenas memorables, como la presentación de Judex en la fiesta de disfraces, con una cabeza de ave y otras más propias de la policia de la Keystone, como todo lo relacionado con la ambulancia.

El guión es flojo y a ratos incoherente, así tenemos a Judex, un justiciero fuera de la ley, amigo de los disfraces y que como luchador deja mucho que desear, con sus matones disfrazados, su guarida secreta y aparatejos super-modernos, que decide castigar con la cadena perpetua a un malvado banquero por sus múltiples crímenes, en un antecedente directo de la coreana "Oldboy", y que, sin embargo, también pretende seducir a su hija. Por otro lado tenemos una pareja de ladrones - desalmada ella, tonto él - que se erigen en los auténticos protagonistas del filme, aunque sus continuos fallos y errores se hacen muuuuy cansinos. Judex y sus secuaces aparecen, sin explicaciones, en cualquier momento. Y por en medio tenemos a un detective medio lelo, que no conoce de nada a Judex pero que le ayudará buscando a una amiga acróbata para que le eche una mano, así porque sí. Se percibe el origen del guión, esos capítulos marcados tan propios de un serial, con historias secundarias e innecesarias.

Los actores son ciertamente lamentables, sosos, sosos. El protagonista, fue un mago de verdad, de gran reputación y elegancia, sofisticado, especializado en la aparición de palomas, como veremos en el filme. Pero como actor, ya es otro tema. Una buena percha y poco más. La villana es, quizás, la que tiene más mordiente, con ese morbo sesentero del traje ceñido. Junto a ellos, la Koscina cumple en un papel absurdo, así como el que hace de detective. En cuanto a dirección, Franju homenajea al cine mudo pero también al cine más clásico, de Renoir y Cocteau, con hermosos y pintorescos encuadres, pero conforme avanza el filme, esas escenas "de calidad" hay que buscarlas con lupa. Con una lupa enorme.

El conjunto se resiente de un guión que pretende mezclar el folletín a lo Dumas con las películas de espías disfrazados propios del comic, sea fumetto italiano o anglosajón . Ver a actrices vestidas de época junto a otras vestidas con maillots oscuros y antifaces descoloca, y mucho. Y más si añadimos una acróbata. Al final, el filme parece el camarote de los hermanos Marx, donde cabe de todo. Pero sin gracia.
[Leer más +]
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relaciones 1
Más información sobre Judex
Fichas más visitadas