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Un été brûlant (Un verano ardiente) (2011)

Un été brûlant (Un verano ardiente)
95 min.
4,9
801
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Sinopsis
Paul conoce a un pintor llamado Frédéric que está profundamente enamorado de su pareja, la bella actriz Angèle. Paul acude a verla a un rodaje y se fija en otra mujer: Élisabeth. Las dos parejas deciden pasar unos días en Roma para conocerse mejor. Pero la aparición de otro personaje, Roland, provocará la ruptura de Angèle con Frédéric y el inicio de una tormenta de verano que tendrá consecuencias imprevisibles. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Amistad Cine dentro del cine Drama romántico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Un été brûlant (A Burning Hot Summer) (That Summer)
Duración
95 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Francia-Italia-Suiza;
Links
Premios
2011: Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes a concurso
5
La relación perfecta (ni a Garrel le importa el público ni al público su película)
La verdad, una vez vista 'Un été brûlant', no es de extrañar el abucheo tras su finalización en el Festival de Venecia, quizás un tanto exagerado, pero no me sorprende en absoluto.
Y es que un director como Philippe Garrel, que dice que no hace películas para el público, sino en nombre del arte... pues hasta parece casi normal que reciba estos “honores”.

La historia, a modo de flashback, cuenta cuando Paul conoce a un pintor llamado Frédéric que está profundamente enamorado de su pareja, la bella actriz Angèle. Paul acude a verla a un rodaje y se fija en otra mujer: Élisabeth. Las dos parejas deciden pasar unos días en Roma para conocerse mejor, pero pronto entra en juego Roland, que se enamorará de Angèle y romperá el equilibrio de ambas parejas.

Rodeado de su familia (incluido el “abuelo” Maurice Garrel, el cual murió sin ver estrenada la película) como suele ya ser costumbre, los Garrel se meten en dos años de interminables ensayos, para, después, rodar toda la película en toma única. Curioso método, muy acorde a alguien que nació en los años de la Nouvelle Vague y que aún sigue experimentando, buscando ese arte, más allá de la historia en sí, de personajes y situaciones concretas. Y así pasa, que la historia queda vacua e insustancial, los personajes no transmiten las emociones de las que hablan y el drama romántico acaba importando bien poco. ¿Y la reflexión del arte y todo aquello? Pues alguno le sabrá ver sus virtudes, pero para los que buscamos películas y no ensayos ni teoremas existencialistas, aquí hay poco donde rascar.

Y lo curioso es que en su anterior trabajo, 'La frontera del Alba', que a todas luces parece más pretencioso que éste, lo encuentro más logrado y sumamente más interesante, a ambos niveles.
Aquí, hasta el título parece fuera de lugar, ni siquiera Bellucci irradia esa belleza natural en el desnudo gratuito de turno.
La voz en off es la encargada de sacar adelante un ritmo poco fluido, pero que realmente este no es el motivo de su pesadez, sino el poco interés que suscitan los hechos que acontecen en la película.
Tan sólo destaca de la insustancialidad el largo baile de Bellucci y Vladislav, algo de vida entre celos, llantos y besos de cartón-piedra.

Quizás, otro de los hechos fundamentales de que pase tan desapercibida para el espectador es que la pareja secundaria, los amigos de los supuestos protagonistas, encarnados por Céline Sallette y Jérôme Robart, llegan a ser casi más carismáticos que éstos.

Poco rescatable en una película donde hasta la música parece a veces mal coordinada con la imagen, como queriendo contar cada una cosas distintas, una película que realmente no es mala ni buena, sino anodina y desalmada, un lienzo de contornos sin relleno.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Verano? ¿ardiente?
Realmente no parece “Un verano ardiente” una película de alguien con casi cinco décadas de carrera cinematográfica a sus espaldas. Más bien al contrario parece el producto de un director novato. Tal es su torpeza narrativa, a la que tampoco se puede achacar al ser una película de autor el afán en el montaje de algún productor con afición a la tijera, que hace avanzar la historia a trompicones en la cual se echa de menos un mayor desarrollo de los personajes y en cambio sobran muchas de sus escenas algunas de ellas alargadas hasta la desesperación. No se acaba de entender tal desaguisado, sobre todo teniendo en cuenta que “Un verano ardiente” no cuenta nada del otro mundo ni que no se haya visto ya en el cine una y mil veces. La historia de la ruptura sentimental de una pareja en la que ella cae rendida en brazos de otro hombre y él hace gala de un cinismo y un machismo que en teoría no cuadra con el tipo de personaje que se nos presenta en un principio no acaba de funcionar no tan solo por una mala dirección si no también por unas interpretaciones que dejan mucho que desear. Monica Bellucci transpira sensualidad, es innegable, pero su química con Louis Garrel es inexistente. De la otra pareja protagonista es difícil decir quien lo hace peor. Todo ello convierte al film de Philippe Garrel en un despropósito de principio a fin, bien merecedor de la pitada que se llevó en el festival de Venecia.

Lo mejor: Monica Belluci, quien tuvo retuvo.

Lo peor: las escenas de los rodajes, totalmente prescindibles.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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