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Los años más bellos de una vida (2019)

Los años más bellos de una vida
86 min.
6,0
560
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Tráiler HD (ESPAÑOL)
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Sinopsis
Un hombre y una mujer, hace años, vivieron una historia de amor fulgurante, inesperada, atrapada en un paréntesis convertido en un mito. En la actualidad, él, antiguo piloto de carreras, se pierde un poco por los caminos de su memoria. Su hijo entonces intenta ayudarle a encontrar a la mujer que su padre no supo guardar junto a él, pero a quien rememora continuamente... Secuela de "Un hombre y una mujer" (1966) que a su vez tuvo otra secuela 20 años después. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Drama Drama romántico Vejez / Madurez Alzheimer Secuela
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Les plus belles années d'une vie
Duración
86 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Un homme et une femme
Links
Premios
2019: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes (fuera de concurso)
4
Un hombre y una mujer, 50 años después
Antes de nada, no os precupéis si no habéis visto la secuela de 1986, "Un hombre y una mujer, 20 años después", ya que en esta película hacen como si nunca hubiera existido. Supongo que Lelouch es consciente de que no la vio nadie, ni ganas. Pues yo la vi antes por si acaso, y la verdad es que no es tan mala, quizás era demasiado ambiciosa y al final no funcionó.

Esta de ahora es bastante peor, es un ejercicio de nostalgia que da un poco de vergüenza ajena. Con una excusa muy barata, Aimée y Trintignant se reúnen a recordar tiempos pasados. De los 90 minutos que dura, unos 30 o así son escenas de "Un hombre y una mujer", las más famosas y las no tan famosas, incluyendo la zancadilla de Jean-Louis a su hijo, merecedora, mínimo, de tarjeta amarilla.

Las escenas rodadas actualmente no tienen ningún interés e incluso son más falocéntricas que la original.

En lugar de ver esta película, recomiendo revisar la propia "Un hombre y una mujer", o "Arrugas" si os apetece ver algo de residencias y Alzheimer, y el corto "C'était un rendez-vous", que sin ninguna justificación sólida, también aparece íntegro en este mejunje. Aunque he de reconocer que esto último ha sido una sorpresa positiva. Nunca pensé que iba a ver el famoso corto de Lelouch en pantalla grande y ya me ha valido el precio de la entrada. Las escenas de carretera desde el punto de vista del conductor son como pornografía para mí, y ver los 8 minutos sin cortes de "C'était un rendez-vous" es fascinante.

Si fuera solo por guión le ponía un cerapio, pero aunque sea por la bella pareja protagonista y la música, la dejo en regulera.

No quiero acabar sin mencionar algo: amigos, el chascarrillo de <<viejo en las últimas diciéndole a cuidadora que quiere acostarse con ella, jajaj, qué simpático el viejo, qué cosas tiene este hombre>> está ya muy trasnochado. Lelouch tiene 80 años y la chanza aún le hace tanta gracia como para meterla 3 veces en su película, bueno, pero vosotros que sois más jóvenes, si sois guionistas o directores o algo, no lo hagáis, por favor.

Gustará a: Calogero, pilotos de carreras jubilados, Verlaine
No gustará a: geriátricos, McTaggart, gendarmes
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12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La habitación nº 26
Primero los handicaps:

1.- No hay que ir al cine en festivo si se trata de una sala a precios económicos (mogollón, mogollón).

2.- Si alguien se sienta en tu butaca y tiene que levantarse lo correcto es que pida disculpas y no resople al hacerlo (mal, muy mal).

3.- No discrimines con los trailers prestando una falta absoluta de atención salvo si se trata del regreso de Downton Abbey (no y no).

Al loro: que me ha interesado y conmovido por momentos el revisitar la habitación nº 26 de Deauville donde Anne/Anouk y Jean-Louis/Jean-Louis empezaron la historia de su amor frustrado en casi todos los sentidos, prácticamente hablando, pero nunca jamás en teoría. Y eso marca.

Sus veteranos actores cumplen al hilo de esos recuerdos donde Lelouch les retrata con respeto y corrección. Quizás me sobre el que las canciones sean pretexto de fondo a veces y se hagan un poco largas, como el uso recurrente de los flash-backs pero cabe reconocer que el público de mediana edad, y más que eso también, se regodea con ellos.

De paso le agradezco a Trintignant que tenga un nieto como el que tiene -Roman Kolinka- y que resista, a su edad, los embates de una enfermedad que no ha borrado del todo cierta socarronería en ocasiones a la par que lucidez. Y también ese plano sostenido del principio que es un señor alegato de lo que se expresa, pensando.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
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