Castigo sangriento (2011)

Nadie tenía expectativas. Diablos, ¡es la nueva película del director de "Torque"!. En el catálogo de Sitges 2011 la vendían como "la nueva Scream". Teniendo en cuenta las licencias que se toman en este tipo de documentos, había que fiarse bien poco de esa afirmación. Esperé a que varios conocidos la viesen en el primer pase... y salieron encantados. Lo mismo estaban vacilándome pero aprovechando que el último día del festival se atrevieron a reprogramarla... no lo dudé: de cabeza. Y pasó lo inesperado: "Detention" es (fue) la mejor película de la 44º edición del festival de Sitges. O al menos la más disfrutable. Hay tantos motivos que pararse a explicarlos daría para varias páginas y aquí tenemos una limitación de caracteres imposible de sortear, así que voy a resumir, y así me evito spoilers.

Joseph Kahn inicia su película con una escena auto-consciente de su molonidad que remite a una de las producciones de cine adolescente más fresca de los últimos años, "Easy A" de Will Gluck. Una tía buena nos explica cómo sobrevivir al día a día. A los cinco minutos es asesinada salvajemente por un personaje salido de una serie de slashers -inventada para la ocasión-: Cinderhella. El arranque es acojonantemente divertido pero lo que viene luego va a mejor: la historia sigue a una inadaptada y a varios chavales de un instituto, que lidian con problemas típicos de su edad y se sobreponen a éstos como bien pueden. Aquí están todos los tópicos: el tío molón, su mejor amigo, la tía friki, etc. La forma en que los subvierte Mark Palermo (guionista del film) es digna de elogio porque aquí lo que menos importa es el qué: lo que tiene miga, es el cómo. Lejos de ser una película de institutos al uso, se permite juguetear con los géneros e introducir momentos de terror, ciencia-ficción o el cine fantástico todo enmarcado en una trama que funciona de principio a fin, sin fisuras. Lo que consigue "Detention" es que 'Scream', verdaderamente, encuentre un referente espiritual en el siglo XXI y no sólo equipara al ¿modelo? sino que lo supera, de largo, al menos en cuanto a ingenio. Sobra hablar de interpretaciones (aunque todos están fantásticos), pero lo que no puede obviarse es su portentosa banda sonora, cargada de canciones que remiten al imaginario colectivo y que implican, sí o sí, al espectador. "Detention" es una de las mejores películas de 2011. No ganará Oscars, ni Globos de Oro, probablemente ni siquiera encuentre distribución en nuestro país. Qué importa: si la conseguís, no lo dudéis: os lo pasaréis en grande. Al menos, yo lo hice.

No quiero extenderme demasiado, sólo decir que esta película contiene, hacia la mitad de ella, los veinte minutos más maravillosos vistos en los últimos años. Historias dentro de historias, películas dentro de películas, un tour de force inspiradísimo que justifican, por si solos, la distribución a nivel nacional. Lo contrario sería una injusticia.