Comandante Arian, una historia de mujeres, guerra y libertad (2018)

La directora y productora independiente Alba Sotorra se ha centrado siempre en historias comprometidas con los conflictos sociales y políticos. Para poder documentarse bien ha vivido en distintos lugares del mundo, pasando largos periodos en Oriente Medio, especialmente en Siria, Turquía, Irán y Qatar. Ahora vuelve a escena con un documental sobre la guerra de Siria, el cual ha sido proyectado en varios festivales internacionales y en España va a tener su estreno en el próximo Festival de Cine de Valladolid en la sección Tiempo de Historia.

La historia que nos cuenta se centra tras el estallido de la guerra de Siria, cuando un grupo de mujeres de la resistencia kurda decida formar el YPJ, denominando Unidad de defensa de las mujeres. Este grupo está liderado por Arian, que desde muy joven había presencio el trato que se le daba a las mujeres y como sufrían continuas agresiones sexuales. Este grupo tiene como objetivo acabar con el grupo revolucionario llamado Dáesh. El objetivo principal que tiene Arian es que sus compañeras descubran el verdadero sentido de la lucha y pode conseguir la liberación de las mujeres en su país, donde son consideradas como trapos.

El documental está planteado claramente en dos partes muy distintas, una que se centra en el pasado, donde la directora acompaña en todo momento a las mujeres en su misión por las llanuras del norte de Siria y otra que se centra en el presente actual, donde vemos las consecuencias tanto físicas y psicológicas de la lucha armada y donde Arian, convaleciente, rememora su última misión: la liberación de Kobane tras tres largos años de asedio del Dáesh.

La verdad que todo el documental tiene una fuerza brutal, vemos imágenes muy duras acompañadas por testimonios espectaculares. Es de alabar como este grupo de mujeres están dispuestas a dar su vida por tener una libertad y acabar con una sociedad machista y poco sensible con sus habitantes.

Lo mejor: La fuerza que transmite y conocer a este grupo de mujeres.
Lo peor: El ritmo que tiene se hace un poco pesado en algún tramo.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

Ser mujer en este planeta no es nada fácil. Y eso que son la mitad de la población. Parece que la humanidad siempre está condenada a dividirse en dos bandos. Claro que peor lo tienen los animales. Algunas mujeres incluso o al menos, pudieron y pueden empuñar las armas como último recurso para no morir o vivir en la esclavitud en según que lugares (demasiados) de este mundo que nos empeñamos en destruir sistemáticamente. Si además eres negra, judía, lesbiana, o perteneces a alguna etnia minoritaria, ya ni te cuento. En el primer mundo ya han conseguido que les paguen por su trabajo menos que a los hombres, pueden ser objetos sexuales  de deseo para vender todo tipo de productos, incluso sus cuerpos y almas y con un goteo persistente suelen aparecer muertas por sus parejas o violadas por manadas. Y no es que la mujer en si no pueda ser tan horrible como cualquier hombre pero de momento ni eso.

Parece un panorama exageradamente desolador. No lo es. Y algunas ponen su arte arriesgando sus vidas para contarlo como Alba Sotorra (Reus, 38 años) que lleva ya un tiempo viajando sola para estar muy bien acompañada de otras mujeres que necesitan de su cámara para hacerse ver. Ahora son un colectivo de mujeres Kurdas (YPJ / Unidad de defensa de las mujeres) que pelean en el norte de Siria contra el "estado islámico", sabedoras de que pelean por su propia esencia como mujeres libres más allá de territorios o políticas. Durante tres años en viajes esporádicos, Alba se ha integrado con uno de estos grupos y ha conocido a la comandante Arian, eje sobre el que a la postre pivota esta mirada silenciosa y cómplice con mujeres que están aprendiendo que tienen un lugar en la vida más allá del patriarcado ancestral y explotador en el que se criaron. Muchas han caído en el camino y otras puede que ahora mismo ya estén muertas, excepto en la memoria digital de la cámara de Alba y en el recuerdo de sus seres queridos. Las guerras siempre inevitablemente las perderemos todos. Pero entre unas y otras pueden correr aires de libertad.

cineziete.wordpress.com