El motel de Norman (TV) (1987)

Terminando de ver “Bates Motel” (1987) de Richard Rothstein con Bud Cort, Lori Petty, Moses Gunn, Gregg Henry, Khrystyne Haje, Jason Bateman, entre otros. Drama con dosis de comedia y terror sobrenatural, que no tiene nada que ver con los libros de Robert Bloch, y tampoco tiene continuidad con la saga, pues en 1987, NBC produjo este “spin-off” para TV, con la idea de crear una serie, pero debido a los bajos niveles de audiencia, y a la falta de interés del público, los productores dejaron de lado la idea, que curiosamente, en el 2013, se retomó como se había ideado, una serie de TV con el mismo título, que aún está en emisión. Por tanto, esta película ignora la línea de tiempo de “Psycho II” (1983) y “Psycho III” (1986), y trata sobre un joven mentalmente perturbado, con algo de discapacidad mental, que fue admitido en un asilo, después de matar a su padrastro abusivo. Allí se hace amigo de Norman Bates, y termina heredando el Bates Motel. Pero alguien está tratando de alejarlo o es el fantasma de la madre que ha regresado del más allá… básicamente, la mayor parte de la historia trata de cómo Alex hace amigos, y restaura el Motel mientras van encontrando cadáveres... y en los últimos 15 minutos, son un capítulo de “The Twilight Zone”, infumable. Sin embargo, la película difícil de conseguir, se hizo popular en los círculos de contrabando, hasta 2013, cuando amazon oficialmente lo ofreció como un título de “burn-on-demand” Del reparto destaca un jovencísimo Jason Bateman y Kurt Paul como Norman Bates, aunque aparece muy poco, y en ocasiones mediante fotografía, el actor fue el doble de Anthony Perkins en “Psycho II” (1983) y “Psycho III” (1986), y apareció en “Psycho IV: The Beginning” (1990), siendo el único actor que aparece en todas las secuelas “Psycho” Como dato de producción, los exteriores de la casa original y del Motel, fueron utilizados para la producción, aunque la casa tiene alteraciones sustanciales en interiores. En definitiva, la película es mala hasta la medula, y no tiene absolutamente nada destacable, hasta por momentos llega a irritar por la actuación de Bud Cort, y siempre se está a la espera de que algo suceda… y nada, donde se echa mucho de menos la presencia de Perkins; ni hablar del último cuarto de metraje, totalmente sacado de toda la historia, como un descarado intento de seguir lucrando con “Psycho”, pero ojo: “Siempre hay espacio para uno más”
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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Una de las cuestiones que demuestran le genialidad de Hitchcock, y en parte de la novela "Psycho" de Robert Bloch, es la ingente cantidad de subproductos (de todas las categorías) que han derivado de la película "Psycho" (1960). Desde las secuelas de la propia película, hasta remakes, series o películas de segunda (o incluso tercera) categoría. Para mí, el único aliciente de este telefilm es la casa (aparece en la primera y última imagen, en la portada)... pues es casi lo único que tiene en común con sus antecesoras. No quiere continuar ninguna línea, ni ninguna saga, de hecho, se quiere alejar tanto que termina por alejarse de sí misma, por perder todo fuelle y toda esencia. No es terror, ni comedia, ni drama... sino tan sólo, una mala película que, eso sí, tiene el poder de entretener (si ya estás entrenado con telefilms de los años 1980, claro). Su inverosimilitud roza lo ridículo y lo único que te genera interés es pensar qué será lo siguiente que ocurra. Esa idea te mantiene despierto. Despierto como cuando vas en el metro, cansado, y sabes que no te puedes dormir porque no puedes pasarte tu parada, además es tarde y afuera hace frío y llueve. Una rareza prescindible que mancha la icónica y victoriana casa de Norman Bates.