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La rebelión (TV) (1993)

La rebelión (TV)
105 min.
6,9
92
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Sinopsis
En la guerra, Andreas Pum perdió una pierna. A cambio recibió una condecoración y una licencia para ejercer la mendicidad a golpe de organillo. Los viriles sones patrióticos del organillo que tanto enardecían su patriotismo en otros tiempos, cada vez le conmueven menos. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Bélico Histórico Telefilm
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Austria Austria
Título original:
Die Rebellion
Duración
105 min.
Guion
Fotografía
Compañías
8
Rebelión interior
Die Rebellion, titulada en algún sitio Los europeos ¿?, es uno de los muchos trabajos de ese gran director que es Michael Haneke para la televisión, pero no nos engañemos, no por el hecho de ser para la televisión debe ser considerado un trabajo menor. Me ha sorprendido que no haya ninguna crítica en filmaffinity, por eso me he animado a escribir la primera.
La película está basada en el libro del mismo título de Joseph Roth y refleja su esencia bastante bien: Un herido de guerra al que le falta una pierna tiene que retomar su vida tras la 1ª guerra mundial en el centro de ese belicoso y fragmentado imperio austro-húngaro de los años 20.
Influido por el expresionismo alemán el film nos muestra el cambio moral y psicológico de Andreas Pum, que regresa tras servir a su país a una sociedad diferente a la que el dejó antes del conflicto, es una sociedad alienada, distante y alejada de las percepciones que de ella tenía el protagonista, alejada del periodo pre-bélico. Se pueden apreciar también influencias de la novela centroeuropea (Kafka y Musil) y como ya he comentado del cine expresionista alemán (Murnau y Pabst).
Me parece muy conseguida la voz en off del narrador omnisciente, algo que suena literario y que ayuda al espectador y le guía. Hay desde los comienzos un aire de inevitabilidad y cierto fatalismo, aunque las emociones están contenidas.
La película comienza y termina con imágenes de archivo de los funerales del asesinado archiduque y heredero al trono Francisco Fernando. Continúa en los primeros cinco minutos con una mezcla de himnos nacionales que se convierte en una cacofonía, una clarísima crítica hacia lo que estaba por llegar en 1933.
Andreas Pum comienza su trabajo de organillero con decisión y esperanza, dando vueltas a la manivela de su organillo con energía y aspira a casarse, todo ello ocurre al inicio del film; sin embargo y como ya he comentado se producirá un cambio de actitud y un cambio psicológico y moral a partir de acontecimientos kafkianos que le irán ocurriendo.
Die Rebellion es además técnicamente impecable, con una mezcla de tonos sepia y color, magistral manejo de cámara y mezcla de planos fijos y fragmentados (la escena del tranvía es magistral). Haneke consigue enclaustrar al espectador en el mundo de Andreas Pum, un mundo cerrado, kafkiano y sin escapatoria.
Una gran película, un gran guión y un excelente trabajo de actores, me ha parecido un homenaje al expresionismo alemán y a la literatura centroeuropea además de una crítica a la intolerancia, al pensamiento único y a los nacionalismos exacerbados.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Retrato y estigmas de la primera trampa mundial
El arranque, imágenes de archivo, matándose en las trincheras, la insania de la guerra, la IGM o la gran guerra como se llamó, fue el primer episodio de una guerra en imágenes, muchos iban convencidos con un espíritu patriótico, un deber con la patria y ridiculeces semejantes.
Al poco se dieron cuenta de lo que de verdad es y era la guerra, vinieron decepcionados, amargados, humillados, mutilados o tocados psicológicamente para siempre, los que se quedaron quizá fueron más afortunados.
Esa idea romántica de la guerra primó y se exacerbó de una manera harto ridícula, los documentos son abundantes y las perdidas irreparables.
Volvió a repetirse años despues con la IIGM, fruto de la mal cerrada primera y de la ignominia de unos cuantos manipuladores en Alemania y Japón, se enalteció el nacionalismo y el ser humano no aprende, cada cierto tiempo se repite una historia similar, cambia el decorado.

A ritmo de bombas y obuses comienza y al unísono suenan himnos, hasta la marsellesa, me parece una declaración de intenciones lúcida por parte de Haneke.
Os matáis por banderolas e himnos que ensalzan lo primario y la parte más básica y troglodita.
Los hospitales atestados de tullidos y como dice "Ellos ya habían firmado la paz con el enemigo ahora venía el dolor...."

Recoge a la perfección una manera de pensamiento muy extendido en esa época y que ilustra nuestro personaje Andeas Pum.
No solo logra captar el espíritu de la novela de Joseph Roth, va más allá y es incisivo hasta lo lacerante.
Una obra que refleja como pocas las ruinas morales que acompañan al declive y advenimiento en más ruinas de una sociedad desmoronada y sin brújula.
Momento histórico que finalmente desencadenará en lo que tenemos hoy día, una sofisticación del capitalismo más atroz, implacable y ruinoso, vendido como progreso y avance social.


La gran estafa se iba fraguando, acaso no es el sino de la condición humana.
Crece la comodidad y los gobernantes son tan ineficaces y trepas como entonces.
Hemos evolucionado en avances médicos, pero hay más enfermedades y cánceres que nunca y el índice de suicidios sube, la abulia existencial engorda, la confusión entre los jovenes y aturdimiento del sin sentido vivencial.

Sin embargo toca vivir como uno cree y que no te contamine en exceso el funcionamiento reinante de un mundo que es lo que hemos creado a lo largo de miles de años.
La historia es fascinante vista como un mono la ve en un microscopio de aumento.

"Andreas Pum, se felicitó de haber encontrado la palabra impío, eso le dispensaba de la obligación de seguir reflexionando, así como definir a la gente que criticaba todo lo que viniera del gobierno"
Esta idea ilustra la mentalidad; la frase se haya en la novela y con acierto la incluye, Haneke.
La ambientación de la época es excelente, te sumerge en esos años de miseria.
El uso del blanco y negro, color, imágenes de archivo y sepia es utilizado con habilidad, buscando captar la atención por el detalle o matices de ambiente, así como sensación de austeridad o alegría, intentando provocar diversos estados de ánimo.

La música sobria, da la justa atmósfera a determinadas situaciones, proporciona un lírico melancolismo.
El montaje escueto, evitando florituras y creando ese ambiente lúgubre que desprende lo que nos cuenta.
Un fiel reflejo de esos años de incertidumbres y leyes oscuras.

A destacar la austera, contenida actuación de Branko Samarovski, en su papel de tullido.
Con esas miradas desvaídas y estrábicas, esa espartana resignación a los acontecimientos.
Hay planos muy conseguidos, donde Haneke consigue perfilar con hábiles encuadres el desamparo y perplejidad de un personaje abocado a la fatalidad.
Logra captar la esencia total de la novela con una aguda percepción de la mentalidad de la época.
Un agudo retrato, despiadado, lúcido y amargo en un fresco social en imágenes.
P.D
La única crítica que había me parece acertada y concisa, me hizo dudar si escribir ésta.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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