Un paseo por el bosque (2015)

Robert Redford y Nick Nolte protagonizan esta nueva película de Ken Kwapis que resulta una típica comedia sobre la amistad. Ahora bien, el hecho de que sea más o menos típica no quiere decir que no sea disfrutable. Por otro lado, y como no podía ser de otra forma, ‘Un paseo por el bosque’, al igual que sucediera en ‘Alma salvaje’, es un deleite para la vista con la parte de sus escenarios naturales. Si en la citada ‘Alma salvaje’ recorríamos el entorno natural de la “Pacific Crest Trail” situada en la costa oeste de los EE.UU., ahora nos vamos al otro extremo, a la costa este con su increíble “Sendero de los Apalaches” que cuenta con recorridos por ambientes naturales de Carolina del Norte, Georgia o Pensilvania (entre otros).

Al margen de la amistad y de la contemplación de la naturaleza, en esta larga caminata también hay tiempo para el humor. Aquí los toques o aportes cómicos vendrán de la confrontación de personalidades entre Bryson (Redford) y Katz (Nolte), algunas de las situación que tendrán que afrontar y también de la aparición de según qué personajes. Además, la cinta también tiene momentos para reflexionar tímidamente (y también con humor, todo sea dicho) sobre la felicidad, la amistad, el paso de la vida, los recuerdos y cómo cada persona va construyendo su propia vida eligiendo un camino u otro.

En el terreno interpretativo destacan claramente Robert Redford y Nick Nolte que con personajes de diferente formación y personalidad resultan los principales protagonistas del film. Entre ambos se respira muy buena “química” que va claramente en beneficio de la película. Del resto de intérpretes llamar la atención al respecto de las intervenciones (breves) de Emma Thompson, Mary Steenburgen y Kristen Schaal en un divertido papel.

En definitiva: ‘Un paseo por el bosque’ no pretende ser una Obra Maestra, simplemente se trata de un film realizado para pasar un rato agradable y divertido en el cine, un rato junto a dos estrellas de las de antes que nos invitan a caminar junto a ellos por “El sendero de los Apalaches”. Entretiene, divierte y además aporta un poco de reflexión sobre la amistad, el paso de los años y la vida.

-Lo mejor: El buen ambiente que se respira en pantalla entre Nick Nolte y Robert Redford. Descubrir la ruta del “Sendero de los Apalaches”. Algunas situaciones divertidas.

-Lo peor: La temática de amigos de caracteres diferentes que se unen en una aventura está ya algo vista.

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Juntar a dos a actores con trayectoria para dar forma a un producto que explote tanto su carisma como la posible química entre ellos es una fórmula que a lo largo de la historia del cine ha dado algunos ejemplos con los más variados resultados.

El más reciente experimento en cuestión junta a dos actores con muy poco en común, Robert Redford y Nick Nolte, a quienes se les suma una infalible Emma Thompson y el combo está preparado para que nada salga mal.

La película cuenta la historia de Bill Bryson, un autor de libros de viajes (de uno de ellos se basaron para realizar este guión), que ha regresado a EEUU después de muchos años viviendo en Londres, donde se casó con su ahora esposa (Thompson) y que ahora en su vida como hombre adulto todo el tiempo lo empieza a ocupar en las idas a funerales de sus conocidos.

En uno de esos eventos Bryson decide que antes de que sea demasiado tarde debe enfrentar una última aventura en su vida: recorrer el camino de los Apalaches que suman más de 3,300 kms de total recorrido, solo que su esposa le pone como condición no realizar el trayecto en solitario, por lo que deberá aceptar como acompañante a su viejo amigo Stephen (Nolte), a quien no ve desde hace algunos años.

Las personalidades de ambos chocarán y será eso lo que permita que las situaciones más disfrutables del metraje sucedan entre ese tipo exitoso y con su vida completamente arreglada y su amigo que sobrevive como puede, huyendo de deudas, mujeres y el alcohol, en un Nick Nolte que roza la auto-parodia y consigue los momentos más auténticos del filme.

Con algunos momentos muy cómicos y otros pretendidamente reflexivos, la película se centra en la interacción de sus dos protagonistas, desperdiciando a una Emma Thompson o algunos otros secundarios que van apareciendo en su trayecto pero que no son del todo desaprovechados.

Así, el metraje irá avanzando entre aventuras y diálogos algo ingeniosos y situaciones pasaderas que dan forma a una película inofensiva pero amable, que logra su propósito de pasar un rato ameno frente a la pantalla con dos grandes actores, pero que no trasciende y no ofrece mucho más.

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