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Nunca rendirse jamás (2008)

Nunca rendirse jamás
110 min.
5,6
8.725
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Sinopsis
En un intento por encajar en la nueva ciudad, Jack Tyler (Sean Faris) acepta la invitación de su compañera Baja (Amber Heard) para acudir a una fiesta, en la que acaba inmerso en una dura pelea. Después de ser vencido y humillado por Ryan McDonald (Cam Gigandet), un compañero le habla de un deporte conocido como Mixed Martial Arts (MMA) y le presenta a su mentor, Jean Roque (Djimon Hounsou) que lo acoge bajo su tutela. Con Jean aprenderá a ser disciplinado y paciente, claves que quizá le servirán para llegar a lo más alto y definirse a sí mismo. (FILMAFFINITY)
Género
Acción Artes marciales
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Never Back Down
Duración
110 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Rompiendo las reglas
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4
¡Atención chulos de playa y macarillas de barrio, tenéis nueva obra de culto!
Jack Tyler (Sean Faris) pese a su apariencia de chico bueno, es un adolescente conflictivo dado a meterse en peleas y fácilmente irritable cuando le nombran a su padre, fallecido recientemente en un accidente del que él se siente culpable. Jack tiene que cambiar de ciudad y en su nuevo instituto conoce a Baja Miller (Amber Heard), quien le invita a una fiesta trampa en la que acaba machacado por su novio Ryan McCarthy (Cam Gigandet). Humillado y dolido, Jack decide apuntarse a las clases que imparte Jean Roque (Djimon Hounsou) de Mixed Martial Arts (MMA) para poder iniciar su venganza.

Cinta cargada de tópicos y dirigida a un público tan concreto como amplio: Chulos de playa, macarrillas de barrio y chicas adolescentes con problemas para controlar sus hormonas y deseosas de colgar los posters de los actores sin camiseta. Para el que se sienta identificado con este público, tal vez esté ante una de las películas del año y quizás salga con más ganas que nunca de ir al gimnasio a machacarse para luego poder darle una paliza a alguien y así impresionar a su "jessy".
Lo único que no se le puede negar a la película es su capacidad de entretenimiento, a pesar de no sentirme identificado con el grupo social anteriormente descrito, reconozco que las casi dos horas de duración de la cinta no se hicieron pesadas. Técnicamente hablando es insuficiente en todos sus aspectos, especialmente en el guión donde los guionistas demuestran estar al mismo nivel intelectual que sus personajes. De la interpretación sólo puede salvarse una notable actuación de Djimon Hounsou y una mediocre de Cam Gigandet.

Aún así, lo peor de la cinta sin duda es la parte ética en la que los personajes intentan justificar los motivos por los que luchan. Estos son tan absurdos que para poder sostenerse tienen que introducir una serie de secuencias melodramáticas de conversaciones familiares, recuerdos del pasado, seres queridos muertos y demás verborrea tan soporífera como patética. Lo peor de esta filosofía cargada de frasecitas a lo "Nunca te rindas, lucha para ganar y alcanzarás la gloria" es que acaba aplastando al resto de posturas mucho más sensatas y cívicas, haciendo una irrisoria apología de la lucha preventiva como solución de los problemas. Todo ello, en un ambiente de niños ricos y mansiones al más puro estilo "The OC" para hacer el pleno en disparates.
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60 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Paliza a mis neuronas
Otra más de gente imbécil, tías buenorras, tíos musculosos, coches y música cañera en las escenas de acción. "A todo gas" es una master piece al lado de este tortuosa película, que sólo se puede disfrutar con la mente en blanco, porque si te pones a pensarla... la lección que vende a los jóvenes es, cuanto menos, preocupante:
-si alguien te pega, pégale más fuerte
-no importa que te den una páliza, pero si te graban con el móvil y eres el hazmereir del instituto estás perdido.
-si hay pelea corre a ponerte en primera fila ! y nunca te olvides de grabarlo todo !

Los personajes son patéticos: el chico que debe mantener su reputación, la madre preocupada, el hermano al que hay que dar ejemplo, el amigo feo, la rubia calentona a la que le da lo mismo estar con el bueno que con el malo y que nos importa un bledo. Y, como no tenemos nada, incorporamos un pasado dramático al prota y a su entrenador en un penoso intento de dar algo más de entidad al film.

Es una película que insulta la inteligencia del espectador, pues sus casi 2 horas de duración están rellenadas por un guión muy escaso, y toda clase de tópicos, ¿por qué no dedicaron más presupuesto a guionistas y menos a entrenadores personales?.

Lo mejor: no es nada espesa.
Lo peor: lo poco que nos importa todo.
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43 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
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