El llanero solitario (Serie de TV) (1949)

Fue una de mis primeras series televisivas (1949-1957), que se proyectó 5 temporadas, con 221 episodios.

"El Llanero Solitario" era en un principio un "Texas Ranger" llamado John Reid, único superviviente de una banda de criminales. Pero cuidado y finalmente sanado por el indio Toro (ellos habían sido amigos en la infancia), Reid juró ayudar a combatir la injusticia, escondiendo su rostro tras una máscara negra de esa que llaman a la épica del pistolero justo.

Armado con revólveres que disparaban balas de plata que podían herir, pero nunca matar, el jinete enmascarado montaba su caballo de nombre Silver (Plata), mientras que Toro lo hacía sobre Scout. El grito popular era: "¡Hi-yo, Silver!".

Serie de TV de mis años niños que tanto me gustaba y que me atraía por ser los protagonistas, interpretados por los magníficos Clayton Moore y Jay Silverheels, actores que hacían de maravilla sus roles y que se bandeaban genialmente para hacer prevalecer la justicia y la ley.

Además, El Llanero, calificado de solitario, encajaba perfectamente con mi individualismo y mi independencia infantil, yo, que correteaba por el campo haciendo mil travesuras, entre las cuales no olvidé hacerme con una máscara negra como la del personaje y un colt de juguete con cartuchera y toda la pesca, mientras gritaba por entre nuestros naranjos, perales y otros árboles: "¡Hi-yo, Silver!", con mayor o menor fortuna anglo, mientras disparaba al aire mis colts de juguete.

Querido personaje que fue creado y dirigido inicialmente George W. Trendie, con excelente ambientación y unas historias muy atractivas para mi alma infantil. Nunca lo olvido.

Pequeños capítulos de poco más de veinte minutos de duración cada uno, con una presentación inicial que nos dice que Rayo Silver, el caballo de "El llanero solitario" (Moore), es capaz de cabalgar a la velocidad de la luz.
En el llano como en la montaña, pero siempre en compañía de su fiel amigo Toro (Silverheels). Así que ni tan llanero ni tan solitario.
Bendita infancia en la que te tragas lo que sea, sobre todo si es la primera vez que lo ves en televisión.
Hemos vuelto a ver unos cuantos capítulos y nos hemos sonreído de la aquella credulidad.
Nada tienen que hacer los malos teniendo en frente a un superhéroe que dispara balas de plata.
Buenos muy buenos defensores de la ley, y malos muy malos que la conculcan. Sin términos medios ni matices, blanco o negro.
Claro que la poca duración de cada entrega no da para muchas explicaciones.
Tiempos felices de "Bonanza", "Bronco Ley", "Rintintín", "El llanero" y otros muchos héroes del Oeste televisado.
Teleserie muy extensa pero de escasa enjundia. Para nostálgicos.