Pariah (1998)

Cualquiera que se aventure a iniciar el visionado de esta bazofia, pensará de antemano que se trata de la típica película-denuncia sobre el mundo neonazi, o sobre la violencia que lacra las sociedades, o sobre la bajada a los infiernos de las actitudes más abyectas imaginables, o todo ello junto. Pero no. Se trata de 100 eternos minutos de tacos, patadas, persecuciones y diálogos absurdos, sin ningún hilo argumental apreciable. Incluso lo que podría ser el punto fuerte de la película, la violencia, se muestra en secuencias en las que se ve a un grupo de pelados moviendo las piernas adelante y atrás en lo que parecen ser patadas, mientras el movimiento convulso de la cámara contribuye a una confusión total en la que no se aprecia ni un sólo golpe bien dado. No penséis que estoy ávido de escenas hiperviolentas. Lo digo como un ejemplo de lo mal hecho que está todo en este bodrio insoportable.

¿Es éste el retrato de una sub cultura, como puede serlo la categoría de un skin-head? ¿Es una cinta de denuncia? Ni, ni. No es ni por asomo ninguna de ambas opciones, las cuales serían lo más lógico para una peli que usa el racismo como eje principal. Pariah es una obra hipócrita y mal filmada que reduce un fenómeno verídico y social a un montón de casos particulares y, principalmente, a una cuestión personal entre el prota y los discriminadores.
Como cinta de denuncia se aproxima más a la gran Los amos de la noche que a American history x. Esto es grave, puesto que consigue lo mismo que la primera alzando las falsas banderas de la segunda: ¿o acaso detrás de cada devenir, de cada peripecia argumental basada en esa forma de vida no se esconde un principio netamente lúdico? En palabras sencillas, en vez de denunciar se entretiene y entretiene mostrando esas "conductas inmorales". Es una actitud ciertamente morbosa y que a la vez explica porqué Pariah nunca dejó de ser una obra condenada al olvido.

Excecrable, pero a la vez tan explícita en su intención final que el espectador agudo no puede menos que cagársele de risa en la cara.