Damiselas en apuros (2011)

Es inevitable que Desmadre a la americana se nos venga a la memoria durante el visionado de esta película, pero aunque el marco de referencia sea el mismo (el ambiente de los College estadounidenses), la orientación es TAN diferente que en el fondo son imágenes especulares y quizás complementarias. Para empezar, Landis no se caracterizaba precisamente por el humor sutil, y donde teníamos un espectáculo chabacano, destructivo y viril, Stillman nos ofrece un guión de maneras femeninas pero que encierra un sólido núcleo de ironía, mala baba e inteligencia diabólica. La gran baza de Damiselas en apuros es contar con algunos de los diálogos más surrealistas y descacharrantes del último cine, pero su gran tragedia es asimismo no saber unir de forma adecuada esos destellos de genialidad. La película de Landis es por tanto muy superior en cuanto a ritmo, pues esta puede hacerse larga y el director no sabe muy bien que hacer para unir de forma fluida las escenas, de forma que saca al espectador de la trama más de lo necesario. Y es una pena, porque el reparto está perfecto a la hora de componer personajes excentricos, sospechosos o directamente idiotas, y situaciones abiertamente delirantes. En definitiva, aunque no tenemos al gran John Belushi para hacer el animal en alguna Fraternidad y el Decano no es objeto de ninguna broma criminal, Damiselas en apuros es una gran muestra de humor absurdo para no todos los paladares y que tiene momentos muy grandes de WTF (What the fuck!!!!).

Aunque "Damiselas en apuros" sea una película de extremos, que aburrirá a unos o será convertida en película de culto por otros, a mí me ha dejado exactamente igual que antes de verla. Su falta de compromiso para con las ideas que presuntamente tiene es alarmante y deja indiferente.

Su discurso prometía, una película universitaria diferente, con un halo de originalidad que al final no tiene. Sin duda contraria al resto del género, no puede separarse más de películas gamberras y transgresoras gracias a su formalidad y su aire adulto, en el que cada frase intenta impactar y calar en el subconsciente. Sin embargo no logra su objetivo porque parece vacía y sin contenido, con diálogos superficiales en boca de una protagonista no muy acertada.

Ya la película tiene todos los ingredientes para destacar, con papeles con personalidad y un humor negro que apenas se valora porque su frialdad impide que conectes con el reparto, con las situaciones y con el entorno en general. Con unos secundarios mucho más aprovechables y un director más inspirado, el resultado hubiera sido diferente.

Mucha culpa de todo la tiene el director Stillman (también guionista) que pretende hacer una película sin aparente sentido tal y como suele hacer Wes Anderson. Las películas de éste tienen un concepción especial, única, y por lo tanto muy difícil de copiar, y "Damiselas en apuros" se queda a medio camino sin saber aprovechar sus mimbres y firmando una película que no conecta con el espectador.